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Medimos, no intuimos.

Inmaculada Sánchez Ramos es Directora de Aprendizaje Digital y Gestión del Campus Virtual en la Comunidad de Madrid

Medimos, no intuimos.
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Un signo inequívoco de la sociedad digital es la posibilidad dellegar a conclusiones a partir de los datos.

Esta columna, “Pensar en Digital”, trata de poner de manifiesto, el nuevo campo de juego que nos brindan las tecnologías digitales para todos los ámbitos de nuestra vida. Ya que, en nuestra opinión, las tecnologías transcienden y se transcienden. Hoy destacamos este hecho en algo tan transversal como la toma de decisiones. Es obvio, que un signo inequívoco de la sociedad digital es la posibilidad de llegar a conclusiones a partir de los datos. Y así, podemos afirmar que ello nos permite hilar muy fino, a la hora de, por ejemplo, analizar resultados de una campaña publicitaria, del lanzamiento de un proyecto complejo y, en general, de sacar conclusiones de apoyo para cualesquiera de las funciones de gerencia empresarial. Además, esto se puede hacer con un dinamismo inusitado, pues es posible estar, casi de modo incesante, midiendo y retroalimentando nuestra actuación de modo consecuente. En definitiva, se inagura un nuevo estilo de gestión que pudiéramos llamar de gestión hiper-continua.

Como ya hemos apuntado, la toma de decisiones, en el momento actual, si comparamos con tiempos pasados están mucho más fuertemente fundamentadas en datos y hechos y no en intuiciones. Es decir, de algún modo, la intuición en otros momentos era la base de la inferencia, más o menos, bien sustentada, pero intuición al fin y al cabo, y ahora, es la certeza la base de la misma.

Adicionalmente, esta certeza es dinámica. Este último aspecto, el del dinamismo, puede traer consigo un efecto colateral, quizá sutil e incluso paradójico, y es el de la minoración de los efectos negativos del cortoplacismo. El cortoplacismo es la tendencia a decidir con observaciones breves de una actividad lo que, en muchas ocasiones, conlleva a decisiones de impacto sin haber visto la evolución de los datos. Pues bien, el poder observar la realidad de un modo más dinámico nos facilita ver continuamente la evolución desde estadíos muy tempranos, y evitar las perniciosas consecuencias del “cortoplacismo”. Es decir, decidimos “visionando un vídeo y no una foto fija”.