Televisión
Enric Hernández agudiza la caótica situación de TVE
Los trabajadores del canal se encrespan con una operación político-mediática
La cancelación de «La Pr1mera Pregunta» ha sido el primer golpe en el camino de la nueva temporada de TVE. Esta semana la cadena pública anunciaba el final del programa presentado por Lluís Guilera como consecuencia de una pésima audiencia y de unos contenidos discutibles y polémicos. También supone un varapalo para la estrategia diseñada por el director de Información y Actualidad de RTVE, Enric Hernández, basada en el establecimiento de espacios de «actualidad» que encubren cuotas informativas y que permiten, bajo dicha denominación, el acceso de productoras para la elaboración de los mismos. Algo que, de otra forma, sería imposible, puesto que el mandato marco de la Corporación prohíbe que productoras externas realicen contenidos para los informativos.
Esta forma de operar responde a lo que, según desde RTVE, es una operación político-mediática diseñada con el apoyo del jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Iván Redondo, y en la que el directivo de la Corporación tiene el papel de ejecutor. Se trata, así, de otorgar mayor relevancia a contenidos informativos, bajo programas de actualidad y entretenimiento, que permiten operar con productoras, más «controlables» que la plantilla de la cadena. Además, de esa forma se puede bordear al Área de Informativos, que, pese a contar al frente con un hombre de confianza de Hernández como es Josep Pilar, son considerados como «rebeldes» y con una audiencia escasa.
Los dos pilares de Hernández
Este plan de Hernández, que ha contado con su primer tropiezo con «La Pr1mera Pregunta», se estructura ahora en torno a dos pilares. Por una parte, el nuevo espacio matinal iniciado este curso, «La hora de La 1», presentado por Mónica López y coproducido con Tesseo, tras la eliminación del histórico «Los Desayunos», una marca consolidada. Esta decisión y la contratación de Iolanda Mármol como coordinadora de la parte más política del espacio han levantado ampollas en la cadena. Tanto Mármol, ex periodista de «El Periódico» bajo la dirección de Hernández, como López, son consideradas personas de confianza del directivo. En el caso de Mármol, en concreto, la dirección ha defendido de forma activa su contratación, que, por cierto, también fue criticada de manera oficiosa por el entorno de Unidas Podemos al considerarla cercana a Errejón.
El segundo pilar del plan ejecutado por Hernández ha sido la contratación de Jesús Cintora para la puesta en marcha de otro espacio similar guiado bajo las mismas premisas de servicio por parte de productoras externas y que, en este caso en concreto, ha caldeado aún más los ánimos de la plantilla ante la posibilidad de que la redacción del programa también esté externalizada. A esto hay que sumarle el perfil claramente político de Cintora, que ha reconocido en numerosas ocasiones su cercanía a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, lo que ha llevado a Vox a presentar una batería de preguntas sobre su contratación. El espacio de Cintora, que se ubicaría al final del tramo matinal, debería estar operativo para noviembre.
A esta situación hay que sumar el plan de externalización de retransmisiones deportivas o la situación de TVE en Cataluña, donde se han puesto en marcha espacios similares a nivel autonómico siguiendo las mismas premisas: etiqueta de actualidad y producción externa que, en algunos casos, también incluye personal.
Además, otro aspecto que aumenta la tensión es el del relevo de la administradora provisional única de RTVE, Rosa María Mateo, que ya lleva más de dos años ocupando el cargo en lo que iba a ser una solución temporal, y el bloqueo de la designación del Consejo de Administración por concurso público.
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