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«By Ana Milán»: Y la vida te pasa por encima

La actriz estrena hoy en la plataforma de pago de Atresmedia la segunda temporada de su serie que asegura que puede curar el alma de los espectadores

Nueva temporada de 'By Ana Milán'
Nueva temporada de 'By Ana Milán'Atresmedia

Hablar con Ana Milán es fácil; lo difícil es entrevistarla. En el momento que oyes su voz sabes que ha comenzado la terapia. Yo desde el Festival de Televisión de Vitoria y ella en un coche camino a la alfombra naranja del FesTVal para presentar la segunda temporada de «By Ana Milán» de Atresplayer Premium que se estrena esta noche en la plataforma de pago de Atresmedia. Pero Ana siempre te pone en su sitio (que se lo digan a los periodistas del photocall) y en seguida me suelta un «ya sabes que conmigo no se llora».

Pluriempleada, como siempre, la actriz engordó unos «kilitos» para hacer de una mujer de pueblo, y lo mismo por la mañana se presenta como asesora en el nuevo talent de Antena 3 «Veo como cantas» desde Madrid, que se pone los guantes rosas de fregar y te cuenta su vida en la plataforma de pago de Atresmedia. Y su vida es como la primera escena de la segunda entrega de «By Ana Milán», atropellada, pero bonita. Una escena que refuerza junto a los créditos de guión, la labor de Milán al aportar ideas y vivencias a la trama. «Cuando yo cree esa escena, lo vi tal cual está, me apetecía mucho que fuese así, igual que el texto; lo escribí en la sección de notas de mi iPhone montada en un cabify», le confiesa la intérprete a LA RAZÓN.

La primera secuencia es ya una lectura vital: «Mi madre siempre decía: «Chica, un día vas caminando por la calle y chimpún. Por eso cuando pienso que cualquier día chimpún, pues eso me pone a bien con la vida». Y todo así. El primer capítulo es un romper con todo, y alrededor de Ana Milán, los actores Jorge Usón, Pilar Bergés, Marcelo Converti, Cristobal Suárez y Pablo Gómez Pando, entre otros, orbitan en la trama en la que una vez más se mezcla la realidad con la ficción, y en la que el aporte vital de Ana se ha «igualado» al menos a lo ofrecido en la primera entrega. Lo que sí sabemos es que hay un par de detalles «vergonzosos» y que muy pocos conocen que podremos ver en pantalla.

Estos mismos amigos están presentes cuando el estrés por tanto trabajo, el fantasma de Mario y la soledad pueden con Ana Milán y una parte de su cuerpo, a pesar de haber sido una dejada y creída por la fama. «Era bastante guay antes de ser famosa», explica la actriz que insiste en que le gusta la gente. Pero rápidamente se rehace: «Tampoco se si soy muy maja, porque como se me cruce alguien… Era más maja de joven». Sobre la insoportabilidad del ser cuenta que su amiga Rosana, la cantante, considera que los especiales no son los artistas «si no los que conviven con ellos, porque tienen que tener un material especial para tratarnos».

Mentirse y curar

No va entonces desencaminada la trama sobre la vida real de Ana Milán, gente como ella necesita «tener amigos que entiendan que yo desaparezco dos meses de repente, porque tengo dos películas y una serie en marcha, y que entiendan que a mi no me pasa nada. Que me está pasando la vida por encima en este momento». Por eso sus amigos están ahí esperando el «ya te llamaré» el tiempo que haga falta. Coinciden también las dos Milán en cierta dejadez por sentirse bien físicamente, y la de verdad confiesa que como la de ficción «finjo que me cuido más de lo que me cuido» y añade que es «muy propensa al autoengaño». Quizá esa melancolía tras mentirnos es la responsable de esa cierta tristeza que no nos abandona algunas veces: «Te voy a decir una cosa, como no nos mintamos a nosotros mismos te pegas un tiro a los tres días de nacer. En esta vida hay que mentirse un poco: no me ha llamado porque le he dado miedo, No, no te ha llamado porque no le gustas, cuando llevas un mal día, de vez en cuando ,te tienes que mentir y decir: si yo me como esta media tableta de chocolate mi cuerpo tampoco se entera, porque el chocolate también tiene cosas buenas. Te estás mintiendo».

Así que en esta nueva temporada de «By Ana Milán» veremos más de lo que hizo de la serie un éxito en su primera temporada, que también tiene que ver con la poca suerte que acompaña al personaje que tropieza una y otra vez en cientos de piedras puestas en su camino. Pero la terapia dice que eso es el pasado, y que Ana lo cuenta desde el tratamiento. «Nunca me he puesto a analizar las diferencias entre la primera y la segunda temporada de la serie, pero estoy segura de que a los espectadores les va a seguir curando el alma un poquito». Ya conocen la fórmula para este domingo, entrar en Atresplayer Premium y conectar con la segunda temporada de «By Ana Milán»: «Sigue siendo una serie que después de verla a ti el alma se te queda bien: que has tenido un mal día, te lo arregla, que te viene una bajona porque te ha dejado tu novio, te lo arregla...». Ella no olvida de dónde nació el consultorio en el que se convirtieron sus redes sociales donde la gente no iba a escuchar consejos ni a resolver problemas, si no a ver cómo lo hace Ana Milán. «Estamos en un momento donde la alegría me parece que es necesaria y muy importante», y su serie es la llave para curarse «por dentro», que tanta falta hace. A llorar, delante de la tele, por Ana Milán.