Estreno

La serie que pudiendo, no es ni mucho menos... legendaria

Disney+ acaba de estrenar «Cómo conocí a tu padre», un intento de resucitar el fenómeno que supuso la serie original

La serie pertenece a la categoría de comedias de reunión al estilo «Friends»
La serie pertenece a la categoría de comedias de reunión al estilo «Friends»Patrick Wymore HULU

El spin off nació como la posibilidad de darle una segunda vida a una serie de éxito con ligeras variaciones en la trama, para no perder la continuidad de la original que triunfó, pero explotando a uno de los personajes que el público ya había interiorizado. En el caso de «Cómo conocí a tu padre», que acaba de estrenar Disney +, se trata de un intento de resucitar la revolución que supuso «Cómo conocí a vuestra madre», que tomó el relevo natural de «Friends» como la sitcom de amigos tradicional.

Han pasado 8 años desde que Barney, Robin, Ted, Marshall y Lily abandonaron nuestras vidas y aún hoy tenemos ecos de aquello que supimos disfrutar aunque tuviéramos que aguantar a Mosby y dos temporadas más de las que se podrían soportar sin repeticiones. Y el problema de «Cómo conocí a tu padre» no radica tanto en compararla con la original, que sí lo hacemos y sale perdiendo, si no que no ha sabido aprovechar un filón que podría haber dado un resultado distinto. Tras cuatro capítulos el nuevo grupo de amigos no ha conseguido arrancarme ni una carcajada inesperada. La serie, escrita por Isaac Aptaker y Elizabeth Berger, nos introduce en la vida de Sophie Tompkins, interpretada por Hilary Duff, una fotógrafa en la treintena, que nos habla desde el año 2050 interpretada por Kim Catrall, y vemos cómo le cuenta a su hijo cómo conoció a su padre: una historia que nos trae al presente donde Sophie y su grupo de amigos van a descubrir «quiénes son, qué le piden a la vida y cómo enamorarse en la era de las aplicaciones de citas y las opciones ilimitadas». Este grupo de amigos lo forman Christopher Lowell, como Jessé, un tipo de Ted Mosby evolucionado pero clasicón;, Francia Raisa, que interpreta a la loca compañera de piso de la protagonista, Valentina, y que tiene una relación con Charlie (Tom Ainsley), un inseguro ricachón empobrecido y snob; Suraj Sharma, que se pone en la piel del compañero y mejor amigo de Jessé, Sid y Tien Tran, que interpreta a Elena, la hermanastra de Jessé, y divorciada lesbiana.

Y eso es todo lo que hay. A las muy anticuadas risas enlatadas para ayudar al espectador a empatizar con los chistes de los personajes, hay que sumar una incontable cantidad de alusiones a la serie original que no hace si no recordar que no es tan buena. Los personajes estereotipados por raza y dedicados a hacer bromas y diálogos sobre Grinder, Tinder y las nuevas tecnologías no hace más que saturar y hasta aburrir. Está claro que un personaje como Barney Stinson no tendría cabida sin polémica en 2022, pero los intentos por sustituirle no se consigue ni sumando dos personajes nuevos. Y luego el intento de encajar como fuera un cameo de un auténtico protagonista contentará a los nostálgicos, pero sigue sin conseguir que la serie despegue sola y parece un intento de establecer una conexión a tres bandas. Y más teniendo en cuenta que los muebles son reutilizados, que veremos de nuevo el piso de Ted y Marshall, y que la idea original para la serie que manejaron Aptaker y Elizabeth era pensar cómo serían los protagonistas de «Cómo conocí a vuestra madre» en 2022.

Aunque ya se esté pensando en una segunda temporada, y es posible que así mejore, la primera entrega repite desde la música de cabecera, que es una versión ralentizada del original, personajes que comparten anécdotas íntimas con taxistas (o modernizados a conductores de Uber), hay una propuesta de matrimonio y una épica primera cita. Incluso hay un viaje desesperado al aeropuerto que acaba en rechazo y sin beso. Le falta mucho para poder ser una serie, esperen... legendaria.