Crónica

«Las de la última fila»: Netflix y la insurrección de las historias auténticas

Su nueva serie es un grito hacia más allá de lo mainstream, a las producciones locales y guiones originales

LAS DE LA ÚLTIMA FILA
LAS DE LA ÚLTIMA FILAJULIO VERGNENETFLIX

Más allá de sus famosas superproducciones internacionales como «Stranger Things» o «La Casa de Papel», Netflix también apuesta por la ficción local. Directores de prestigio eligen esta plataforma para proyectos más personales y con una identidad más particular. En definitiva menos mainstream, para mercados más selectos. Así surgen series como «Las de la última fila», como su nombre indica, protagonizada por personajes femeninos que nunca se sintieron protagonistas, historias que en otra época habrían quedado resignadas a personajes secundarios. Pero esta serie, precisamente, da voz a esos relatos femeninos que antes quedaban silenciados.

El propio Daniel Sánchez Arévalo ha reconocido que esta serie es su particular forma de intentar compensar a la industria, ya que todos sus trabajos anteriores habían estado protagonizados por hombres y llevaba tiempo queriendo adentrarse en el universo femenino. Porque las historias de mujeres también pueden ser contadas por hombres. «Las de la última fila» cuenta la aventura de cinco mujeres, que cumplen con todo tipo de diversidad, que se embarcan en el viaje de sus vidas. Al descubrir que una de ellas padece una enfermedad, todas juntas deciden raparse la cabeza en solidaridad, evitando así que la afectada quede marcada durante el viaje. De hecho, esta decisión hace que el espectador no sepa hasta el final quién es el personaje que está enfermo. Un juego en el que Daniel Sánchez Arévalo también quiso involucrar a las actrices. «Ninguna sabíamos quien era el personaje que la padecía. Esto al principio asustaba, parece que te quita recursos de interpretación. Pero al final te das cuenta de que trabajar de forma distinta a la habitual siempre aporta cosas», coinciden las actrices María Rodríguez Soto e Itsaso Arana. Ambas trazan una de sus mejores épocas actorales, habiendo participado María en «Herederos de la tierra», también con Netflix, y en «Reyes de la Noche», Itsaso. Precisamente, este momento profesional les impulsó a aventurarse a este particular proyecto sin dudarlo.

El elenco principal lo completan Mónica Miranda, Mariona Terés, Godeliv Van den Brandt y Javier Rey, a quien, aunque originalmente no forme parte de este inseparable grupo de amigas, Daniel siempre ha considerado como otro protagonista, ya que «resulta fundamental en la trama». Por si fuera poco, el elenco principal es acompañado por apariciones estelares de Carmen Machi, Antonio de la Torre, Michelle Jenner, Macarena García y hasta un cameo de la cantante Rigoberta Bandini. No es casualidad que paradójicamente este rodaje haya estado encabezado por las actrices de menor renombre y no al revés. «Imaginamos que contar historias anónimas resulta más fácil con actrices de nuestro perfil, incluso para el espectador puede ser más natural empatizar con nosotras. Aunque, actrices como Carmen Machi, lo habrían hecho de forma maravillosa», apunta Itsaso.

Además, el hilo argumental de los seis capítulos se conduce a través de una especie de juego. Antes del viaje cada una de ellas escribe anónimamente un deseo que le gustaría cumplir en este viaje, o más bien una especie de reto que todas deberán afrontar juntas. «Como todo, este era otro de los secretos mejor guardados de Daniel. Ninguna sabíamos a qué personaje pertenecía cada reto. La magia de este guion no reside en las pruebas a las que se enfrentan, sino en la incertidumbre de quién ha escrito cada uno de los deseos», comparten ambas. Heridos por las flechas de la incertidumbre, como diría Manolo García.