Un equipo de “Espejo Público” es agredido en uno de los barrios más conflictivos de Marbella

Un equipo del programa matinal “Espejo Público”, encabezado por el reportero Javi Fuente, vivió momentos de tensión al ser agredido durante una conexión en directo desde el barrio de Las Albarizas, ubicado a solo cinco minutos de Marbella. Aunque la ciudad es conocida por su lujo y exclusividad, este enclave tiene una reputación muy distinta, siendo considerado uno de los barrios más conflictivos de España.

Según se mostró en el programa de Antena 3, los periodistas fueron amenazados nada más desplegar su cámara. Algunos vecinos advirtieron que lanzarían piedras si continuaban con su trabajo, y finalmente cumplieron su amenaza, arrojando una botella de vidrio y una piedra al equipo. Ante la situación, los periodistas decidieron llamar a la Policía, que acudió rápidamente al lugar. Sin embargo, los agentes explicaron que controlar el barrio es un desafío constante, mencionando la existencia de varios puntos de venta de droga en la zona.

Javi Fuente, que ha cubierto otras áreas conflictivas en el pasado, calificó a Las Albarizas como “el barrio más temible” que ha visitado. Durante la misma emisión, el programa entrevistó a un consumidor habitual de drogas que acude al barrio para conseguir su dosis. El entrevistado, que optó por mantener su identidad oculta, expresó su temor ante posibles represalias del clan conocido como “los Gatitos”, vinculado al control de la zona.

Las Albarizas contrasta drásticamente con la opulencia de Marbella y su famosa milla de oro. Mientras en el centro de la ciudad predominan los coches de alta gama y las mansiones de lujo, este barrio cercano es una de las zonas más desfavorecidas y peligrosas de la provincia. La dificultad de las fuerzas policiales para establecer el control sobre el área refuerza su reputación como un enclave complicado tanto para vecinos como para visitantes.

La agresión sufrida por el equipo de “Espejo Público” pone de manifiesto los retos de informar desde zonas conflictivas y la necesidad de visibilizar la situación en barrios como Las Albarizas, donde el lujo de Marbella parece un mundo completamente ajeno.