Estreno

¡Por fin! Un programa de cocina en el que se permite fallar

En «Dinner Party con José Andrés» el error tiene sitio, es auténtico, es justo lo que podemos vivir en casa con amigos y familia

¡Por fin! Un programa de cocina en el que se vale fallar
¡Por fin! Un programa de cocina en el que se vale fallarPrime Video

Me gustan los programas de cocina, cada vez más. Veo que hay un esfuerzo por hacerlos más reales, más cotidianos y cercanos. Cada día es más común encontrar formatos que permiten seguir las recetas con las cosas que tenemos en la despensa y el refrigerador de casa, y no con ingredientes que debemos ir a buscar en tiendas especializadas o pedirlas por internet. Se agradece. Pero, personalmente, me faltaba algo que me hiciera sentir en casa de verdad, un programa en el que la cocina dejara de estar impecable todo el tiempo, uno en donde la tapa mal cerrada (o atascada) del salero o el pimentero prometieran el desastre y en el que la improvisación tuviera cabida, sobre todo, cuando el cuñado o el amigo bromista de turno nos juega una mala pasada. Y justo eso fue lo que encontré el pasado martes, 19 de marzo, cuando Prime Video estreno “Dinner Party con José Andrés”.

Por supuesto que no soy un cocinitas, vivo solo y me da una pereza soberana cocinar exclusivamente para mí, así que intento salir del paso con lo que tengo a mano, aunque con la firme intención de hacer algo variado, rico y, de ser posible, balanceado y nutritivo. Spoiler, casi nunca lo consigo. Sin embargo, cuando se trata de tener invitados, entonces sí. Pongo música, saco un vinito y el libro de recetas para intentar hacer algo que disfrutemos todos. Y si, además, los invitados echan una mano, nos lo pasaremos mejor, aunque el resultado final diste mucho de lo que la receta prometía.

Pues todo eso es lo que pasa en “Dinner Party con José Andrés”. El chef asturiano ha querido hacer un show no show, es decir, salirse de lo común, evitar la perfección de un programa editado para que todo salga bien, acercarse a lo real e intentar mostrar una cocina auténtica, la que tenemos en casa. Para ello invitó a varios amigos, nadie más y nadie menos que la actriz Jamie Lee Curtis(“Puñales por la espalda”, “Mentiras arriesgadas”), el actor Bryan Cranston(“Breaking Bad”, “Better Call Saul”) y el actor y rapero O’Shea Jackson Jr. (“Den of Thieves”). Y ocurrió lo que suele pasar en estos casos. Alguno trae ingredientes de casa, el otro las bebidas, otro improvisa y cambia el libreto porque se pudo confundir, y así se ponen manos a la obra (y se manchan).

José Andrés intenta dirigir su cocina con la experiencia que le da liderar un grupo con más de 40 restaurantes alrededor del mundo, pero ni con esas. Las bromas de O’Shea. y la torpeza de Bryan lo descontrolan todo, por mucho que Jamie se mueva en la cocina con una soltura y una propiedad sorprendentes. El propio chef se permitió improvisar sobre la marcha en la elaboración de un plato tradicional español y hubo sitio para todo, para errar y corregir, para atreverse, para las risas, para algún chupito, algún pequeño accidente, para contar anécdotas divertidas, historias conmovedoras e inspiradoras, para recibir consejos oportunos y, sobre todo, para compartir, que es de lo que se trata.

La cocina se convierte en el corazón que hace latir la amistad y la camaradería, lejos del corsé de una fórmula calculada, porque en la cocina, como en la vida, se vale equivocarse y si las cosas no salen como esperas, siempre puedes cambiarle el nombre a la receta.

Por eso mismo quieres más, te sorprende que sólo sea un único especial y no el primero de muchos episodios de una serie maravillosa. Sin embargo, mientras espero pacientemente a (al menos) una segunda parte, ahora me siento más motivado a arriesgarme en la cocina y a disfrutar de lo que muchas veces es un trámite diario. Eso que me llevo.