Declaraciones
Irene Lozano sobre los mensajes filtrados de Sánchez: "Lo que hay en los mensajes es morbo, pero apenas información nueva"
Fue autora de la redacción del libro del Presidente del Gobierno, 'Manual de Resistencia' en 2019,además de ejercer como Presidenta del CSD hasta el año 2021
Las filtraciones de los mensajes entre José Luis Ábalos y Pedro Sánchez han reabierto una de las heridas más profundas del PSOE. Sobre estos mensajes, ha estado en 'Espejo Público' la ex presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano. Una mujer muy cercana al Presidente del Gobierno de España ya que fue la encargada de la redacción del libro 'Manual de Resistencia' en el año 2019 de Sánchez y ocupado otros cargos y puestos en la asamblea de Madrid y Congreso de los Diputados bajo el paraguas socialista.
Evitar que la política se convierta en un espectáculo
Durante su intervención en 'Espejo Público', Irene Lozano —autora de los dos libros de Pedro Sánchez y ahora alejada de la política— opinó que la filtración de los mensajes entre el presidente y José Luis Ábalos carece en su mayoría de valor informativo real. “Desde el punto de vista periodístico, un 90% de esos mensajes no son noticia”, afirmó, subrayando que no aportan novedad ni relevancia pública. Para Lozano, lo que predomina es el “morbo” y los “chascarrillos”, no el interés general. Criticó que se confunda el entretenimiento con el periodismo serio y sostuvo que este tipo de prácticas forman parte de una degradación tanto mediática como política. “Si queremos mejorar la calidad democrática, también debemos exigir más rigor informativo”, señaló. Lamentó que se esté alimentando un modelo de periodismo que prioriza el impacto emocional frente a la profundidad, y reclamó un debate urgente sobre el papel de los medios y los límites éticos que deberían autorregularse desde dentro de la profesión.
En cuanto a los contenidos de los mensajes, Lozano defendió que muestran dinámicas habituales en cualquier partido, y restó importancia al tono de algunos de ellos: “Se han escrito cosas mucho más duras que llamar ‘petardo’ a alguien”. En su opinión, no hay grandes revelaciones en esas conversaciones, sino una gestión interna que es legítima y conocida desde hace años. También compartió su experiencia personal con filtraciones, recordando cómo se divulgaron conversaciones suyas sin su consentimiento, lo que le hizo sentirse “completamente desnuda”. Afirmó que este tipo de exposiciones atenta contra la normalidad política: “Si no puedes hablar con tu equipo por miedo a que se filtre un mensaje fuera de contexto, trabajar se vuelve casi imposible”. Por eso apeló a la responsabilidad de los medios: “Quien filtra tiene una intención, pero el medio es quien decide si lo publica o no”. Cerró pidiendo una reflexión colectiva sobre los límites éticos del periodismo para no convertir la información en espectáculo.