Seré tu amante bandido
Miguel Bosé relata en 'El Hormiguero' el asalto a punta de pistola que sufrió en su casa hace un mes
El cantante rememoró junto a Pablo Motos los momentos más relevantes de su niñez y su juventud, que están recogidos en el documental 'Bosé renacido'
'El Hormiguero' recibió anoche al cantante Miguel Bosé, quien causó baja la semana pasada por enfermedad. El artista acudió al programa de Antena 3 para presentar 'Bosé renacido', la serie documental original de Movistar Plus+que se acaba de estrenar en la plataforma. En dicho proyecto, el cantante pone voz a los momentos más importantes de su vida. Una trayectoria llena de luces y sombras, donde Bosé siempre renace.
Hace un mes asaltaron la casa de Bosé en México diez encapuchados con sus hijos dentro. "Estábamos ya dormidos en mi casa; eran las 8 y 30. Y de repente me despierta alguien, veo unas caras que no conozco y estaba encañonado. Vi a mis hijos a pie de cama rodeado de esta gente con metralletas. No eran profesionales porque al final los sacaron con los lazos de mis deportivas", relató el cantante.
"No hubo violencia física. Hubo insultos. Yo estaba lúcido y les dije 'qué queréis'. En ese momento sabía que no iba a pasar nada. Mis hijos tampoco pasaron miedo. Dialogamos, y les llevé a las cajas fuerte de la casa. Les dije que a los chico no los separaran, que se iban a poner muy nerviosos. Yo os doy la vuelta a la casa y os doy todo lo que tenga. Lo dejaron todo patas arriba. A la policía le llevó tres días coger huellas, hacer preguntas, etcétera", profundizó el artista en su narración.
"El jefe me reconoció al final, se bajó la máscara y me dijo 'yo soy tu fan'", remató este el surrealista relato.
"Mi padre era una maravillosa bestia y mi madre, una puñetera"
Respecto al documental, que repasa la extraordinaria infancia del artista, Bosé se refirió a su padre, el torero Luis Miguel Dominguín, con las siguientes palabras: "Franco le llamaba mi niño: era la imagen que el régimen quería. Franco le concedía todo, hasta que su hermano Domingo, uno de los fundadores del Partido Comunista, se moviese libremente por España".
Su madre, Lucía Bosé, "era una puñetera". "Eran tal para cuál. Dos egos inmensos. Dos personalidades narcisistas. Cada mañana, cuando te despertabas, era a ver cómo sobrevivo yo a estos dos".
¿Qué sería de la vida de Miguel sin la Tata? "Era la única que tenía cabeza y capacidad para enfrentarse a mi padre y a mi madre". "La de Cuenca los tenía bien puestos". "Todos los valores y los principios que tengo me los enseñó ella, porque mis padres nunca estaban".
Otro capítulo del documental recoge que el cantante y su hermana jugaban con Pablo Picasso a intercambiarse pintura: "Mi hermana le dijo que no sabía pintar", confesó el artista. Le preguntaron quién era el mejor pintor "y nos dijo que el que pintó Altamira".
"Mi padre me llamaba maricón por leer mucho: esa era la maravillosa bestia de mi padre que arrasaba Hollywood", volvió este a la figura paterna. Además, su padre compró un mono "que me pegó un mordisco que me descolgó el músculo de la mandíbula".
En el documental hay un momento que M.B. dice que "soy más torero que mi padre". "Yo soy Bosé de físico pero tengo el carácter de mi padre: por ejemplo a la hora de la seducción", reconoció el artista.
Miguel se convirtió en una estrella de la música "en horas": "fue actuar [en el Florida Park] y pasé de ser Miguelito a Miguel Bosé". Como artista, en su casa de Somosaguas, Alejandro Sanz se quedó a vivir una época cuando se casó: "Allí compuso 'El alma al aire'".
Los bulos que mataron a Miguel Bosé y las drogas
Hubo un momento en que los bulos destruyeron al cantante literalmente: decían que tenían sida y que estaba muerto. "Yo estaba rodando una película en Florida, y desde lejos los fotógrafos tomaron fotos del personaje que interpretaba, y ahí se retomó una cosa que años antes los periodistas sacaron".
"Las ganas de llamarme drogadicto, maricón, eran inmensas. Yo no compartía mi vida privada con la prensa. Yo no reaccioné, los titulares vendían... Entraban los periodistas disfrazados en los hospitales por ver si en una de ellas coincidía y estaba Miguel Bosé", recordó el músico.
Ese acoso llevó a Miguel Bosé a meterse dentro del mundo de las drogas: "Bueno, a mí me gustaban", confesó este. "Tenía una afición que pasó luego a cosas mayores. Estuve 30 años, hasta que llegó el consumo que se apartó de la fiesta... y dije 'hasta aquí'. Yo lo dejé todo el mismo día".
Se metió "de todo menos heroína, porque las agujas me dan grima". Aunque "la droga que más te esclaviza es el alcohol. Es lo que más cuesta dejar. Un veneno legal pero letal", expresó el artista desde su propia experiencia.
En relación a su paternidad, comentó que cuando fue a recoger a los bebés a San Diego "supe cómo se llamaban: Diego y Tadeo". "El amor, que tiene muchas formas, jamás es tan fuerte como el que se tiene por los hijos: pasas de decir 'yo mataría por' a 'yo moriría por'".
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