Nacho Guerreros, actor riojano conocido por interpretar a José María y Coke en 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina' respectivamente (ambas producciones creadas por los hermanos Caballero), ha denunciado la inseguridad con la vive día tras día en el barrio madrileño de Lavapiés, en el que lleva viviendo desde 1999. El mítico conserje de Mirador de Montepinar ha publicado un video-denuncia en sus redes sociales comentando que los vecinos de la zona están "indefensos ante la barbarie" y ha pedido soluciones para mejorar la situación de un barrio que según el intérprete nacido en Calahorra, "ha experimentado una decadencia abismal".

Denuncia aplaudida en redes

Nacho Guerreros compartió en sus redes un mensaje contundente sobre la situación de inseguridad que, según él, afecta a Madrid, y en especial al barrio de Lavapiés, donde reside desde hace más de dos décadas. En su vídeo, grabado desde la plaza de Tirso de Molina, expresó su preocupación por la “decadencia abismal” que ha presenciado en la zona y afirmó que tanto vecinos como comerciantes viven con temor ante la creciente inseguridad. Aunque reconoció que la Policía actúa cuando se le requiere, consideró que su presencia es insuficiente frente a los delitos que ocurren a diario. Guerreros hizo un llamado directo a las autoridades, sin distinguir entre niveles de gobierno, exigiendo que se tomen medidas reales para proteger a los ciudadanos. “Entre unos y otros, está la casa sin barrer”, afirmó, evidenciando su frustración por la falta de soluciones eficaces y duraderas.

El actor insistió en que su denuncia no busca ofender a nadie, sino generar conciencia sobre una realidad que considera insostenible. “No quiero esto para mi barrio, ni para mi ciudad, ni para mi país”, expresó con firmeza, destacando el impacto negativo que, según él, tiene esta situación sobre la convivencia vecinal. Denunció que los robos, el ruido, la suciedad y el miedo se han convertido en parte del día a día en Lavapiés y zonas cercanas, afectando profundamente la calidad de vida de sus habitantes. Guerreros concluyó su intervención apelando a la responsabilidad de quienes gobiernan, pidiendo una reacción urgente antes de que el deterioro sea irreversible. “Estamos indefensos ante esta barbarie”, lamentó, y pidió apoyo para los pequeños comercios y la comunidad en general. Su mensaje, aunque crítico, fue recibido con apoyo por seguidores y colegas, quienes coincidieron en la necesidad de actuar ante el creciente deterioro de algunas zonas urbanas.