Aplazamiento

La lógica se impone en Las Ventas

Tras casi una hora intentando arreglar el barrizal los actuantes optaron por la decisión más sensata y el festejo se pospone al viernes 8 de octubre

GRAF8227. MADRID (ESPAÑA), 24/09/2021.- El diestro José María Manzanares (d) inspecciona el estado del suelo de la plaza de toros de Las Ventas
GRAF8227. MADRID (ESPAÑA), 24/09/2021.- El diestro José María Manzanares (d) inspecciona el estado del suelo de la plaza de toros de Las VentasJuanJo MartínEFE

Tiempo hacía que no se volvía hablar de la eterna polémica del ruedo de Las Ventas. De esa famosa historia que relaciona la modificación de la pendiente del ruedo «venteño» con un capricho de Morante de La puebla hace más de tres años. Pero más allá del ruedo y el drenaje de la Monumental, ayer se tomó la decisión más sensata. Aunque las «piscinas» que había formadas minutos antes del festejo se habían tapado con arena casi una hora después, los pies de los toreros y sus cuadrillas se hundían sin remedio en el barrizal cuando salieron a reconocer el terreno. Porque aunque en las fotografías apareciese apañado por las «toneladas» de arena que echaron encima el ruedo no era apto para la lidia.

Así, el día 8 era el elegido para reubicar el festejo. El nuevo formato de esta feria de Otoño, en la que se ha apostado por tres bloques de fines de semana, permite una fácil readaptación en caso de que sucedan episodios metereológicos así. De hecho, el 8 era el único viernes en el que no se había programado ningún festejo. Casi parece un hueco diseñado a propósito como prevención.

Y es que el cartel era irrenunciable, los de Jandilla lidiados por tres toreros que han tocado la gloria en Madrid. Todavía resuenan los olés de la Puerta Grande de Urdiales en la Feria de Otoño de 2018 o aquella inolvidable Beneficencia de Manzanares. Además el hecho de que ya estemos pisando el mes de octubre, y con la cancelación de la Feria del Pilar, hace que ni las máximas figuras tengan problemas de calendario en sus habitualmente apretadas agendas.

Madrid y la lluvia es ya todo un clásico. Los curiosos ritmos de la temporada madrileña hacen que sus carteles más importantes se organicen en los meses más lluviosos del año, abril, mayo y octubre, mientras que el verano «venteño», cuando se juntan el resto de ferias nacionales, se dedica a festejos menores o de promoción de futuros talentos.