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Viena, una ciudad musical

Ciudad imperial, Viena se embellece, también, con esculturas que rinden homenaje a sus compositores más célebres. 

Wiener Musikverein
Wiener MusikvereinlarazonMaica Rivera

Mozart, Beethoven, Haydn o Schubert fueron algunos de los genios que caminaron por Viena y que dejaron su impronta convirtiéndola en la ciudad de la música. Para conocer a fondo la capital austriaca es necesario disponer de información sobre su historia musical, y Free Tour Vienna la ofrece en su tour Popurrí Musical, cuyo recorrido consigue hacer oír las melodías que flotan por las calles vienesas.

En este tour, el epicentro es el Wiener Musikverein, un auténtico palacio del clasicismo, situado en la plaza Karlsplatz e inaugurado en 1870 por el emperador Francisco José I de Austria. El Musikverein alberga siete salas de conciertos, entre ellas, la famosa Sala Dorada o Große Saal, reconocida en todo el mundo por celebrarse en su suntuoso interior el renombrado Concierto de Año Nuevo, y que es interpretado por la Orquesta Filarmónica de Viena, la cual tiene su sede en este edificio.

La excelente calidad acústica de la Große Saal –gracias a su forma rectangular–, su recubrimiento de madera y un espacio hueco debajo del suelo, la convierte en el sitio ideal para interpretar las piezas de los grandes compositores de la música clásica, y cautivar, de esa manera, a cualquier melómano. Por ello, esta majestuosa sala acoge con asiduidad conciertos de las principales y más prestigiosas orquestas sinfónicas del mundo para que, cada uno de los más de mil setecientos invitados que puede acoger, disfrute de las notas que viajan por la sala sin perder ningún matiz de la melodía.

La Sala Dorada, no solo impresiona por su acústica, es en sí misma un homenaje a la música que llama la atención a los visitantes. Las miradas se posan en las columnas, con forma de mujeres, que recuerdan a la Tribuna de las Cariátides del Erecteion de Atenas, en las pinturas que impregnan las paredes y en la imponente decoración presente en cada rincón de la Sala Grande del Musikverein.

La plaza Karlsplatz, rodeada de monumentos, da cuenta de la naturaleza artística de Viena, ya que es un camino a través de diferentes estilos. Desde la Iglesia de San Carlos Borromeo, exponente del Barroco, hasta, por supuesto, obras del modernismo, como la Secession y el Pabellón de Otto Wagner. Estos son algunos de los lugares emblemáticos de este tour que transmiten un “popurrí” creativo en todos los sentidos.

Ciudad imperial, Viena se embellece, también, con esculturas que rinden homenaje a sus compositores más célebres. Estar en frente del Monumento de Ludwig van Beethoven, pasear alrededor del Monumento de Franz Schubert o el del creador del vals «El Danubio azul», Johan Strauss hijo, conduce a percibir el ambiente musical que invade la atmósfera de la capital austriaca, y a conocer la vida de los homenajeados, sus obras y cómo estas siguen siendo historia viva de la ciudad.

El paseo a pie se detiene en la calle Domgasse, en uno de los lugares donde el rastro de la música quizá suene con más fuerza, la Casa de Fígaro de Mozart, denominada así porque en ella compuso su conocida ópera: Las bodas de Fígaro. Esta Casa Museo muestra el alma de un niño que con solo cinco años dominaba el violín y el teclado, de sus amores no correspondidos y de sus trabajos para emperadores, reyes e importantes aristócratas.

Viajar a una ciudad como Viena es algo más que contemplar la belleza arquitectónica por la que es conocida Europa, pues recorrerla es emocionarse con la historia de la música y de los compositores que han conseguido ser un referente, generación tras generación. Pero hay que ser consciente de que si se camina por sus calles, y no se hace un esfuerzo para “escucharla”, no se descubrirá que es una urbe extraordinaria.