Río Tíber

Naturaleza y arqueología caminan juntas en Roma

La embarcación Emperatrice vuelve a navegar por el Tíber

Ubaldo Ranucci, el capitán de la embarcación que ha estado anclada en Ostia Antica ocho años está radiante: “Menos mal que el nuevo director del Parque Arqueológico ha decidido abrir la reja” lo dice con tono socarrón y emocionado:Cuando era pequeño navegaba siempre en el mar, pero cuando cambié el mar por el río, me enganchó. Aquí me he quedado porque es simplemente fascinante”. Lo cuenta mientras va girando el timón de su embarcación “Emperatrice” en las aguas del Tíber que bordean las tierras de Ostia Antica. Sigo aquí junto a Ubaldo, en su cabina de capitán que va micrófono en mano contando a los pasajeros historias apasionantes que se entremezclan entre lo antiguo y lo actual; y estando a punto de llegar a la entrada de la Isola Sacra, me pregunta que si viendo este paisaje me parece estar navegando en Roma porque para él “esto podría ser Jamaica”, y tiene parte de razón porque el paisaje es salvaje, silencioso y romántico sólo interrumpido por el graznido de una gaviota o el trino del pájaro que busca compañía. Hemos embarcado en el muelle del Parque Arqueológico de Ostia Antica, (un pueblo que merece la pena descubrirlo por muchos motivos, es pequeño, coqueto, con buen ambiente y muy rico como destino arqueológico), el acceso al muelle había estado cerrado durante ocho años, al antiguo director le molestaba tenerlo abierto por mil motivos según me cuenta el capitán del barco, pero a partir de la semana pasada se puede volver a disfrutar de arqueología y naturaleza a vez. Se puede arrancar el plan visitando el Parque Arqueológico de Ostia Antica que cuenta con infinidad de zonas monumentales, puertos, museos, necrópolis y navegar por el Tíber hasta llegar al puente Marconi en el corazón de Roma, o viceversa, saliendo en barco desde Roma hasta llegar a Ostia Antica y regresar si se desea en tren, El trayecto tiene una duración de dos horas, es una combinación perfecta.

Descubriendo Roma “senza sosta” y esta vez navegando

Cuando se viaja a la capital italiana, el viajero se centra en visitar las maravillas de la ciudad, pero hay que recordar que todo inicio tuvo un por qué y en esto la historia del río es vital. El origen del río Tíber nace en los Apeninos y atraviesa las regiones de Umbría y Lazio para desembocar en el Mar Tirreno y se divide en dos brazos a la altura de Ostia, uno lo forma la Isola Sacra y el otro Fiumicino, un lugar que nos es común al estar allí ubicado el Aeropuerto Internacional Leonardo Da Vinci. El río fue la vía de comunicación durante muchos siglos, antiguamente tenían accesos las embarcaciones comerciales que podían descargar sus mercancías a la altura del Aventino (una de las siete colinas construidas en la antigua Roma). Esta actividad se mantuvo hasta la mitad del ‘800. Actualmente el río que atraviesa Roma sólo tiene actividad turística y deportiva. Tito Livio contaba en sus crónicas que el nombre original del río era ABULA y servía de frontera entre los etruscos y los latinos . En aquel entonces existía un gobernante de nombre Tiberino (al que ahogaron en el río) y ésta es la causa por la cual se le dió el nombre de Tiber ó Tevere en italiano según la versión de diferentes historiadores.

Aspecto actual del Ostia Antica con el Río Tiber

El Director del Parque Arqueológico de Ostia Antica, Alessandro D’Alessio: “Roma no existiría sin Ostia y Ostia no existiría sin la entrada del río Tiber”.

Delante a un plano, D’Alessio explica brevemente la historia de la fundación de esta importante colonia romana, en él se distingue perfectamente el asentamiento establecido entre el mar y la entrada del agua que fue fundado en el IV siglo aC. Recuerda también que en la edad republicana “Ostia mantuvo el control con el apoyo militar, por estar cerca de donde desemboca el río y siendo una entrada comercial de bastante envergadura, aunque muchas de las mercancías que portaban las embarcaciones continuaban hasta llegar al centro de Roma” y subraya que “Testaccio fue la base económica del Imperio Romano. Roma realmente empezó a contar con un puerto cuando se fundó el Puerto Imperial de Claudio de Traiano”

Alessandro D'Alessio, Director del Parque Arqueológico de Ostia Antica
Alessandro D'Alessio, Director del Parque Arqueológico de Ostia AnticaAlicia Romay

La noticia es que uno de los parques arqueológicos más importantes de Roma, ha reabierto la puerta que conduce a la plataforma en donde se puede embarcar y recorrer el “biondo Tevere” y vivir un experiencia rica en historia y rica en naturaleza. Embarcarse desde Roma a la altura del Puente Marconi es la otra opción en sentido opuesto.

La embarcación es “familiar”. Giovanna la mujer del Capitán Ubaldo está encantada de volver a ser la anfitriona de esta tan especial experiencia. En su barco Emperatice, vuelven a acoger a todos los que quieran descubrir la belleza de las aguas romanas de las que se piensa,, cuando se visita Roma, que no se puede acceder y mucho menos navegar. Se suelen escuchar los comentarios de los turistas que se asoman en los puentes de la Capital Eterna “me encantaría bajar y recorrer Roma por el Tíber...” Gite sul Tevere, es la única empresa que por el momento ofrece este particular trayecto tan pero tan romano eso sí, sólo haciendo reservas enviando un correo a info@gitesultevere.it o llamando al teléfono 0039 3392995366.

En una de las paradas del barco se visitan los puertos más importantes de la época romana.

El puerto de Claudio

En el año 42 d.C., para remediar la sedimentación del puerto fluvial de Ostia, el emperador Claudio inició la construcción de un gran puerto marítimo, ubicado al norte de la desembocadura del Tíber. El sistema portuario se dividió en una vasta cuenca de unas 150 hectáreas, con dos muelles curvos y algunos muelles de atraque; el conjunto estaba dominado por un gran faro de varios pisos, similar al famoso Faro de Alejandría. El faro de Ostiense probablemente se encontraba en una isla artificial que dividía el acceso al puerto en dos bocas, la norte y la sur. Terminado en el 64 d.C. bajo Nerón , el nuevo puerto flanqueaba el puerto fluvial de Ostia y el puerto marítimo de Pozzuoli, que desde el siglo II a.C. había garantizado el abastecimiento de la ciudad de Roma. La imponente infraestructura aseguró el transbordo de mercancías con total seguridad, pasando de los cargueros aptos para la navegación en mar abierto a los barcos fluviales ( naves caudicariae ), construidos para remontar el Tíber hasta Roma .

El Puerto de Trajano

El Puerto de Trajano se diseñó para reutilizar el faro y los muelles del puerto de Claudio, que formaban la cuenca exterior del nuevo sistema portuario. A estas estructuras se añadió a Trajano una cuenca hexagonal de 33 hectáreas, una grandiosa obra de ingeniería que multiplicó los puntos de amarre de los barcos . Además, el emperador hizo excavar varios canales, incluido el Fossa Traiana , el actual canal de Fiumicino; estos cursos de agua permitieron que las inundaciones se desahogaran hacia el mar, liberando a Roma de las inundaciones. El nuevo puerto marítimo pronto reemplazó al de Pozzuoli y una nueva carretera, a través de Portuense aseguró una conexión directa con Roma. Los edificios principales concentrados en el lado noroeste de la cuenca hexagonal, incluyen el llamado ‘Magazzini Severiani’, un complejo de almacenes a gran escala del siglo II d.C., y el llamado ‘Palazzo Imperiale’ (Palacio Imperial), un edificio macizo. utilizado como palacio ceremonial para viajeros adinerados y de alto rango. Otro complejo de almacenes, el llamado “Magazzini Traianei”, se desarrolló a lo largo de la “Darsena”, la cuenca interior donde muelles totalmente equipados que permitían la llegada, descarga, carga y acceso de barcos más pequeños por el Tíber a Roma. En 314 d. C., dado que el puerto se había convertido en un importante punto clave para el suministro de alimentos de Roma, el puerto en sí y el pueblo nacido en las cercanías fueron declarados oficialmente una ciudad independiente llamada ‘Portus Romae’. Con el tiempo, debido a la geomorfología del suelo, la línea costera avanzando hacia el mar y el colapso político y económico de Roma, el área se convirtió en un pantano y los sedimentos del Tíber llenaron la cuenca hexagonal, casi por completo. Hoy en día, la costa está a 3 km del antiguo centro de Portus, cuyas estructuras están rodeadas por las instalaciones del aeropuerto de Fiumicino, las redes de carreteras y las áreas urbanas. La propiedad de la zona arqueológica del puerto de Trajano, también reconocida como un oasis natural de gran valor, se comparte actualmente entre el parque arqueológico de Ostia Antica y la familia Sforza-Cesarini, propietarios de la cuenca de Trajano.

Aquí os dejo un video que simula como era la ciudad de aquel entonces y muestra claramente la importancia de la entrada del agua rumbo a Roma:

https://youtu.be/JOZ382-AvDk

En los siglos II y III, la creciente importancia del puerto llevó al nacimiento de un asentamiento permanente, que en el 314 d.C. se convirtió oficialmente en una ciudad con el nombre de Portus Romae .

La noticia llegó finalmente, el acceso al atraque en Ostia Antica lo han abierto.