Viajes

Navidad al calor del Caribe

República Dominicana espera a quien sueña con una Navidad diferente: cambiar la bufanda por playas idílicas, naturaleza salvaje, cultura a raudales...

Reserva Ecológica Ojos Indígenas, República Dominicana
Reserva Ecológica Ojos Indígenas, República DominicanaFotografía Julio Castro

¿Quién no sueña con visitar el idílico Caribe? Su clima templado, sus playas de arena blanca con aguas cálidas y cristalinas, y su naturaleza exuberante lo convierten en un destino de viaje único, y ahora, en época navideña, es aún más sugerente. Pero ¿cómo decidirse por los países que visitar en esta paradisiaca zona del mundo? Sin duda, por su diversidad geográfica e importancia histórica, la República Dominicana es uno de los imperdibles de esta región ubicada en el océano Atlántico.

Impresionantes paisajes de montaña, matorrales desérticos, hermosas lagunas, bosques frondosos, cascadas imponentes o sublimes playas son algunas de las maravillas que ofrece la República Dominicana, no en vano es uno de los lugares más visitados por los viajeros. Algunas de las ciudades más conocidas de este país son Punta Cana, La Romana, Sámara, Puerto Plata y, por supuesto, su capital, Santo Domingo.

Santo Domingo, una ciudad cautivadora que aúna belleza y autenticidad

Posiblemente, por poseer uno de los aeropuertos más importantes del país, Santo Domingo sea una acertada puerta de entrada a la República Dominicana. Esta ciudad ofrece una de las visitas históricas y culturales más interesantes que hacer en el Caribe. Su impresionante pasado colonial se respira a través de cada uno de los adoquines de sus calles y se intensifica en la conocida zona Ciudad Colonial, que, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y siendo el núcleo más antiguo de la ciudad, bien merece recorrerla despacio. Las dimensiones de este centro histórico son bastante modestas, por lo que conocerla no lleva más de un día. Un buen comienzo es la Plaza de España, un espacio abierto que recibe eventos de todo tipo durante el año, siendo tradición en estas fechas que albergue un árbol de Navidad y actividades familiares que incluyen fotos con Santa Claus y los personajes de temporada. En la plaza, custodiado por palmeras, se alza un edificio de doble planta con arcadas renacentistas, el Alcázar de Colón, concretamente de Diego de Colón, el cual lo mandó construir para ser su palacio residencial. Hoy día, el interior está musealizado y muestra muchas de las dependencias ocupadas durante el siglo XVI, como los dormitorios, la cocina, el despacho y un gran salón en la segunda planta; sin duda, por su valor histórico, es uno de los monumentos más visitados en la República Dominicana.

Continuamos el viaje por la emblemática calle Las Damas, la primera que trazaron los europeos en el continente americano. En ella se ubican construcciones imponentes, como el Palacio de la Real Audiencia —con un patio precioso y un museo que refleja la época colonial— o las residencias palaciegas de conquistadores, como Nicolás de Ovando e incluso Hernán Cortes. Sin duda, esta calle reúne los mejores ejemplos de la arquitectura colonial de Santo Domingo, entre ellos, además de los citados, destaca la Fortaleza Ozama, que muestra una torre del homenaje similar a la de cualquier castillo castellano. Otro punto imprescindible de este enclave es el Parque Colón, en cuyo centro se erige la estatua de Cristóbal Colón, que simboliza los orígenes y motivos del nacimiento de esta ciudad. El broche de oro a la fascinante arquitectura medieval dominicana es la Catedral Primada de América, declarada en 1546 la primera catedral del Nuevo Mundo. En su interior, una impresionante bóveda de crucería custodia un mar de columnatas y diversas capillas. En este templo religioso yacieron, hasta 1992, los supuestos restos de Colón.

Punta Cana y Puerto Plata, historia y naturaleza

Catedral del municipio de Higüey, a escasos kilómetros de Punta Cana
Catedral del municipio de Higüey, a escasos kilómetros de Punta CanaFotografía Julio Castro

Unas vacaciones en la República Dominicana, sean en la época que sean, no están completas sin pasar unos días de relax en Punta Cana, que, situada a tan solo tres horas de coche de Santo Domingo, ofrece fabulosas playas y lujosos complejos turísticos, además de ser el lugar ideal para realizar actividades acuáticas. Pero no solo a tomar el sol y descansar se presta Punta Cana, sino que, por proximidad, se pueden hacer desde esta ciudad excursiones inolvidables, entre las que destacan la del Parque Nacional de los Haitises, situado en la Bahía de Samaná y conocido mundialmente por ser escenario de la célebre película Parque Jurásico, y la Reserva Ecológica Ojos Indígenas, cuyos senderos adentran al viajero en una jungla de pura naturaleza.

Otra provincia imperdible es Puerto Plata, donde comenzó el turismo de República Dominicana y donde Cristóbal Colón construyó su primer hogar en las Américas. Su espectacular y extenso paisaje combina mar, montañas, verdes valles, ríos y playas, y su centro histórico alberga interesantes edificaciones y casas de estilo neoclásico y victoriano que datan de finales del siglo XIX. Entre otros, la Catedral y la Fortaleza de San Felipe son dos monumentos icónicos, testimonio de su histórico pasado.

Existen otras muchas localidades cuya belleza justifica viajar a la República Dominicana —Santiago de los Caballeros, Higüey, San Cristóbal o San Pedro de Macorís, por citar solo algunos—, quizás, viajero, sea este el momento, en plena época invernal y navideña, de elegir este destino para disfrutar de su verano casi permanente y vivir la maravillosa experiencia de dejarse llevar por la alegría del «merengue».