Cuando el destino es el propio hotel

Lejos quedan ya los recuerdos del verano en el que el bullicio ronroneaba casi en cualquier destino turístico. Ahora lo que nos pide el cuerpo es escapar de la rutina con el único propósito de desconectar, respirar aire puro y dejar atrás las prisas que ya se han vuelto a convertir en «el pan nuestro de cada día». Pues bien, en Portugal, en medio del triángulo que se dibuja entre las ciudades de Sintra, Lisboa y Cascais, existe un refugio con nombre propio que cumple con todos los deseos que pueden pedirse a una escapada redonda: The Ritz-Carlton, Penha Longa Resort, un espectacular alojamiento de cinco estrellas cuyas habitaciones y suites han sido recientemente renovadas por completo y que resulta único por muchas cuestiones, ya que aúna historia, naturaleza y lujo a partes iguales, convirtiéndose en un destino en sí mismo.

Anclado dentro de la Reserva Natural del Parque de Sintra-Cascais, teñida de colores intensos en pleno otoño, el resort presume de tener una inabarcable extensión de 220 hectáreas en la que se emplazan dos campos de golf premiados en varias ocasiones, un misterioso monasterio del siglo XIV, un espectacular palacio del siglo XVII, un magnífico spa de inspiración tailandesa con más de 1.500 metros cuadrados en colaboración con Natura Bissé y nueve bares y restaurantes, entre ellos dos estrellas Michelin. Poco más se puede pedir.

Poner un pie en Penha Longa Resort supone realizar un viaje experiencial de los que dejan huella. No es para menos, pues todos y cada uno de los profesionales que forman parte del complejo se desvive por agasajar al huésped con su servicio impecable y una sincera sonrisa. Aquí es fácil sentirse como en casa, ya que en este complejo de lujo se ha tenido en cuenta hasta el más mínimo detalle para cada tipo de viajero y de estancia, brindando la oportunidad de sentir el lujo de formas muy particulares.

Golf, relax y estrellas Michelin

Otoño es la estación perfecta para que los amantes del golf disfruten de lo lindo en Penha Longa Resort, cuyos campos encabezan la lista de los 30 mejores de Europa continental, con 27 hoyos, greens artísticos y calles audaces dispuestas alrededor de las colinas de Sintra. Y el otoño también es una época idílica para convertir Penha Longa Resort en un romántico refugio si se realiza una escapada en pareja. Una parada obligada es su spa, un auténtico oasis de armonía para el cuerpo y el alma. Con una superficie total de 1.500 metros cuadrados y una estructura diseñada en torno a las enseñanzas de la filosofía Zen, propone sofisticadas salas de tratamiento, zona de relajación, un jacuzzi y una piscina privada de contraste al aire libre, cenadores y un jardín japonés de contemplación para calmar la mente y disfrutar de la tranquilidad. Cumplir el desafío de desconectar y olvidarse de las preocupaciones resulta muy sencillo aquí.

Tan sencillo como disfrutar alrededor de una mesa, pues Penha Longa Resort es, en sí mismo, un templo gastronómico con un total de siete restaurantes para todos los gustos. La palma se la llevan, sin duda, Midori (el restaurante japonés más antiguo de Portugal) y LAB by Sergi Arola (el laboratorio del chef catalán), ambos marcados por el estrellato de la Guía Michelin. En ellos, más que disfrutar de la comida, se goza de la experiencia sensorial que regalan. Una experiencia única que se palpa en cada rincón del resort y que se graba a fuego en el viajero.