Alojamientos

Hotel Casa Palacio Don Ramón, lujo califal en el centro de Sevilla

Un palacio del siglo XV sostenible, eficiente y silencioso para gustos exquisitos y exclusivos

Hotel Casa Palacio Don Ramón
Hotel Casa Palacio Don RamónHDRHotel Don Ramón

No podía esperar Don Ramón, un aventurero sevillano que emigró al Nuevo Mundo en busca de fortuna, y que regresó con su sueño cumplido, que varios siglos después su nombre diera entidad a un alojamiento en el que califas y visires se sentirían como en sus propias residencias. Es el Hotel Casa Palacio Don Ramón, un edificio del siglo XV en el corazón de Sevilla con los avances del siglo XXI, en el que la eficiencia energética es primordial en un inmueble que disfruta de la energía sostenible, de la geotermia y de la aerotermia, y en el que la insonorización es seña de identidad.

Sus creadores han hecho una rehabilitación a conciencia, sin dejar al azar detalle alguno, y han devuelto su esplendor a esta antigua casa palacio, sita en la calle Trajano, que acogió durante varias décadas la extinta Cámara Agraria Provincial de Sevilla, de la que han querido conservar algunos detalles históricos, como el blasón que acreditaba su estatus funcionarial o un detalle que los huéspedes deberán descubrir por sí solos en unos de los patios comunes. Una pista: deben buscar un azulejo santo.

Dos majestuosas puertas abren paso a un oasis de paz y silencio en el núcleo hispalense. Del borboteo ruidoso e incesante de las calles aledañas se pasa en cuatro pasos al sosiego y la calma, a un silencio que induce al siseo, casi al mutismo que inunda al viajero nada más entrar y que dura todo el tiempo de la estancia. Y este momento de afasia interior sólo se rompe cuando se abre la puerta de cualquiera de las 26 habitaciones de las que dispone el hotel y que te dejan sin aliento y con la boca abierta.

Todo creado al detalle y en exclusiva, bajo los estilos arabesco y mozárabe, sin dejar de lado las reminiscencias americanistas –en homenaje a Don Ramón–, y sin que ninguna de ellas sea idéntica. Diseñadores y artesanos andaluces se han esmerado en «vestirlo» todo con decoraciones y materiales exclusivos, repletos de zócalos cerámicos y marquetería que te acompañan por cada rincón. De la mano de la empresa Guadarte jalonan patios y pasillos para dotar al edificio de una identidad propia plena de colores y aires andalusíes. Uno parece pasear por una zona privada del Real Alcázar, entre zócalos y tela encolada.

Y todo este lujo culmina con una exclusiva propuesta gastronómica, la que presenta El Limón, asentada en productos de la tierra que se elaboran de forma tradicional pero con creatividad propia, y de la que pueden disfrutar tanto los clientes del hotel como cualquiera que quiera comer bien y a gusto.

Todo es fruto del sueño de Marisa de Azcárate, alma mater e impulsora del grupo jerezano Kaizen Hoteles, que pretende ir más allá en el concepto hotelero para ofrecer "detalle" y "atención exclusiva". Por eso, su concepto del negocio es minimalista, con un tridente hotelero que culmina con el María Luis, en Jerez; y el Malvasía, en El Rocío.

Y si el viajero es supersticioso, este es el hotel perfecto. No existe la habitación número 13.