Lujo contemporáneo y esencia mediterránea en la Ibiza más exclusiva

Hay destinos que en verano brillan con luz propia. Ibiza es, sin duda, uno de ellos. En esta época del año, la isla despliega toda su magia: playas de postal, atardeceres inolvidables, fiestas que son leyenda y una energía magnética que atrae a viajeros de medio mundo. Un imán para espíritus hedonistas y amantes del buen vivir, Ibiza sigue siendo el refugio ideal para desconectar, reconectar y dejarse llevar.
Pero más allá del tópico de fiesta infinita, la isla esconde una riqueza cultural y natural que conquista en cuanto uno baja del avión. Desde los mercadillos hippies con alma setentera hasta una escena artística cada vez más vibrante, pasando por rutas de senderismo, calas escondidas y una oferta gastronómica que no deja de crecer. Y, por supuesto, la agenda veraniega: conciertos, exposiciones, sesiones de DJs en ubicaciones imposibles y esa mezcla única de lujo relajado y espíritu libre.
Pero para que la experiencia sea tan mágica como el destino es fundamental escoger un alojamiento a la altura. Y BLESS Hotel Ibiza no solo lo consigue: supera cualquier expectativa. Hospedarse en este hotel, además de una cuestión de gusto y comodidad, es una manera de entender las vacaciones.

Situado en el encantador enclave de Es Canar, con vistas privilegiadas a Cala Nova (una de las pocas playas de la isla que regala olas a los surfistas), este cinco estrellas redefine el concepto de lujo contemporáneo con una propuesta centrada en el bienestar y la sofisticación.
El hotel, que pertenece a la exclusiva marca BLESS Collection Hotels, cuenta con 151 habitaciones y suites donde todo está pensado para que la experiencia sea inolvidable. Desde el diseño, que combina elegancia mediterránea con guiños vanguardistas, hasta los pequeños detalles, como las amenities de alta gama o las vistas al mar desde muchas de las estancias.

Aquí, el lujo no es ostentoso, sino que tiene ese toque íntimo, elegante, discreto y especial. Se siente en la suavidad de los tejidos, en el silencio que se cuela por las ventanas, en la amabilidad del personal que siempre parece anticiparse a lo que uno necesita. Porque si hay algo que distingue a BLESS Hotel Ibiza es la calidez de su equipo. El turista se siente en casa, pero en una casa donde todo es perfecto. Donde se puede pasar la mañana entre el azul del Mediterráneo y una cama balinesa, picotear algo ligero sin moverse de la piscina, dejarse mimar en el spa o, sencillamente, saborear el tiempo, paladearlo y disfrutarlo sin prisas.
Las instalaciones del hotel son un auténtico oasis. LLUM Premium Pool Club, con su piscina infinita frente al mar, es un lugar ideal para olvidarse del mundo con un cóctel en la mano. En la azotea, el EPIC Infinity Lounge ofrece panorámicas de película, gastronomía con alma mexicana y música en directo que pone banda sonora a la experiencia. Para los que prefieren algo más sofisticado, el nuevo restaurante Lumbre promete convertirse en uno de los “hotspots” culinarios de la temporada.

Pero más allá del placer de los sentidos, este establecimiento pone el foco en el bienestar integral. Su Magness Soulful Spa, ahora de la mano de la prestigiosa firma Natura Bissé, es un verdadero santuario. Circuitos de aguas, sauna, jacuzzi, tratamientos personalizados y un gimnasio de última generación conforman una propuesta pensada para reconectar cuerpo y mente. Aquí no se viene solo a descansar, sino a renovarse.

Además, el entorno del hotel invita a la actividad sin esfuerzo: paseos al atardecer por la playa de Cala Nova, sesiones de yoga al aire libre, deportes acuáticos para los más inquietos o excursiones para descubrir la cara menos conocida de Ibiza. Todo está cerca, todo es fácil.
Sin duda, BLESS Hotel Ibiza sabe dar en el centro de la diana. Acierta de lleno. Es un refugio pensado para quienes saben disfrutar de los pequeños detalles, del silencio, del ritmo lento, del mar, de una buena conversación al atardecer… Uno de esos lugares en los que desconectar para volver a conectar. Esto es a lo que deben referirse cuando hablan del lujo silencioso.