Viajes

Roma bajo la mágica luz de la Navidad

La ciudad eterna es el destino perfecto para comenzar el año fuera de nuestras fronteras

Roma en Navidad
Las calles de la capital italiana son un hervidero de actividad en estas fiestasDreamstime

Una de las escapadas más tradicionales y soñadas por los viajeros es la que lleva a despedir el año en destinos emblemáticos. Dar la bienvenida al 2024 y disfrutar de los retazos finales de la Navidad fuera de casa es muy tentador, ¿no cree? Hoy, a tan solo dos días de las campanadas de fin de año, proponemos una ciudad que es un referente en estas fechas: Roma, la Ciudad Eterna.

Imagínese caminando por las históricas calles de la capital italiana, ahora decoradas con luces y adornos festivos que añaden un toque aún más mágico a la fascinante mezcla de historia y arte que caracteriza a esta ciudad.

Conciertos, espectáculos, fuegos artificiales y un sinfín de actividades serán protagonistas este fin de semana en la capital italiana. A eso hay que sumarle el pasear por sus mercadillos navideños, disfrutar de los escaparates de las tiendas cuidadosamente adornados o ver impresionantes belenes como algunas otras de las muchas opciones que ofrece Roma para terminar las vacaciones navideñas de una manera inolvidable.

Planes navideños

Protagonistas indiscutibles en las calles romanas en estos días son los mercados navideños, siendo el más típico el de Piazza Navona, el corazón de su casco antiguo. Alrededor de la bella Fontana dei Quattro Fiumi, una de las obras más célebres del artista barroco Bernini, se colocan desde principios de diciembre puestos de juguetes, artesanía hecha a mano, castañas asadas y deliciosos dulces.

Continuemos con otros mercadillos navideños. El de la Piazza del Risorgimento, situada al lado de la Ciudad del Vaticano, se trata de una feria más moderna, pero encontrará desde menaje artesanal de cocina y bisutería hasta artículos decorativos. Le recomendamos que callejee hasta que encuentre los christmas market de Piazza di Spagna, Piazzale Ankara y el de Piazza Caprera. Dulces típicos, un maravilloso ambiente y numerosos puestos decorados le esperan para contagiarle el espíritu navideño.

Cita obligada si se está en Roma el 5 de enero es el festival de Befana, la bruja encargada de repartir los regalos en Italia. Se celebra en medio de bailes, música tradicional y muchos niños ilusionados. Como telón de fondo de esta encantadora fiesta se encuentran la iglesia de Sant’Agnese in Agone o el Palazzo Pamphilj entre otros edificios emblemáticos, una muestra de cómo los atractivos y las luces navideñas sirven para que locales y turistas contemplen con otra mirada el inconmensurable patrimonio de Roma.

El Coliseo romano y un arbol de navidad. Roma en Navidad
El Coliseo romano y un arbol de navidad. Roma en NavidadDreamstime

Por otro lado, ya sea en Navidad o en cualquier otra época, Roma es una ciudad fantástica para los amantes del «shopping». Numerosas calles están llenas de boutiques de diseñadores y tiendas donde los artículos made in Italy se exhiben con orgullo en los escaparates, los cuales siguen decorados hasta el final de la primera semana de enero.

La Via dei Condotti, cerca de la Piazza di Spagna y la famosa Fontana de Trevi, es ideal para compras de lujo, mientras que en la Via del Corso abundan otras tiendas más visitadas a diario. Las luces navideñas y la propia belleza de los edificios que las flanquean hacen que pasear por ellas se convierta en una experiencia inolvidable. Y si quiere seguir paseando con el mágico manto de luces de fondo, vaya también a Via Cola di Rienzo y Via Ottaviano.

Otro plan que no puede faltar en la última semana de Navidad en Roma es visitar belenes, si tuviéramos que destacar uno ese sería el de la Basílica de Santa Maria Maggiore. Además de magníficas obras de arte, aquí podrá ver el belén más antiguo del mundo: el pesebre de Arnolfo di Cambio (1290-1292).

La Roma más desconocida

El Coliseo, el Foro Romano, el Panteón de Agripa, el mismísimo Vaticano o los innumerables y famosos monumentos que embellecen las calles romanas ya son motivo suficiente para organizar una escapada a Roma en cualquier momento, sea o no Navidad.

Sí, Roma es ideal en la época que sea, y si leer los alicientes con los que esta encantadora urbe tienta los últimos y primeros días del año le ha despertado el deseo de visitarla, le recomendamos, si puede, que lo haga en los primeros meses del año, enero, febrero e incluso marzo, ya que es el momento idóneo para conocerla sin las aglomeraciones típicas de su temporada alta.

Vamos ahora a descubrirle una Roma mas allá de la Navidad y diferente a la de las rutas típicas y populares. Le recomendamos tres lugares menos turísticos que le sorprenderán. Santa Maria della Concezione dei Cappuccini, en la Via Veneto, es nuestra primera parada, poniendo el contrapunto a la Roma más navideña y alegre. De este edificio religioso del siglo XVII impresiona su cripta. Verla en persona eriza la piel y sobrecoge el corazón. El osario cuenta con cadáveres y restos óseos de cuatro mil personas. Como una macabra alegoría a la muerte que reflexiona sobre la fragilidad y lo efímero de la vida, una frase advierte a los visitantes: «Aquello que vosotros sois, nosotros éramos; aquello que nosotros somos, vosotros seréis».

Nuestra siguiente parada es Quartiere Coppedè, perteneciente al barrio de Trieste. Este elegante, monumental y original rincón se configura como un auténtico popurrí arquitectónico; compuesto por 18 palacios y 27 edificios de estilos barroco, medieval, art déco y griego, entre otros, crea un armónico mosaico visual que merece la pena contemplar detenidamente.

Para el adiós elegimos Gianicolo, considerada la octava colina de Roma y uno de los mejores miradores de Roma. La melancolía se apodera de quien se va a despedir de la capital italiana, pero si hay que hacerlo, mejor con el recuerdo de las impresionantes panorámicas que regala este mirador poco frecuentado por turistas.

Como ha visto, Roma es muy tentadora para acabar el año en ella o por qué no, empezar el 2024 conociendo (o volviendo) a la ciudad eterna.