Cultura

Un viaje en la maleta de recuerdos y suspense de Mari Pau Domínguez

«La nostalgia del limonero» (Espasa) es la última novela de la autora, una biografía de ficción narrada entre Osuna y Barcelona

La escritora y periodista Mari Pau Domínguez, quien presentó en Sevilla su último libro, titulado «La nostalgia del limonero»
La escritora y periodista Mari Pau Domínguez, quien presentó en Sevilla su último libro, titulado «La nostalgia del limonero»larazon

Desde lo más alto de la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción en Osuna hasta el cinturón industrial de Barcelona. Una línea de casi mil kilómetros que narra la historia de una familia obligada a sobrevivir dejando atrás un hogar. Una historia de desarraigo entre dos tierras, Andalucía y Cataluña, que son decisivas, especialmente para una madre y una hija, que abren su corazón a lo largo de la novela en dirección a su propia libertad personal.

La escritora y periodista Mari Pau Domínguez narra en su última novela la que puede ser su historia más sincera al hacer de su vida la fuente de esta biografía de ficción. Pau, como le agrada que se refieran a ella, volvió a poner los pies sobre esa Plaza Mayor de su refugio de la campiña sevillana la semana pasada; a recorrer la «Carrera» para comprar el periódico en la misma papelería como lo hacía durante su juventud; a asombrarse con los palacios barrocos de, según la escritora, «la calle más bonita de Europa»; a visitar el Casino de Osuna, donde encontró a viejos conocidos, y a visitar el panteón ducal bajo la Colegiata. Enclaves en los que se inspiró para ubicar parte del libro «que más le ha gustado escribir».

Una crónica de la emigración, una dura historia familiar supeditada al alzheimer, desencuentros generacionales, aventuras amorosas y suspense hacen de las memorias de Concha y Paz –madre e hija– un relato basado en la tradición ursaonense y la modernidad barcelonesa. Precisamente, la novela, que marca la historia de la familia entre estas dos ciudades, titula a un capítulo «La vida en una maleta». Con un corazón dividido como es el de la protagonista, la autora, que refleja en la figura de Paz parte de su vida, reconoce haber asimilado la dura tarea de «aprender a despedirse» para poder mirar atrás aunque sin idealizar los recuerdos porque «son cambiantes». El ejercicio de introspectiva de la novelista, quien asegura llevar siempre encima un texto de Séneca, recuerda que las conversaciones más complicadas de plasmar fueron con su madre durante su etapa adolescente. Mari Pau cuenta que, a pesar de sus discusiones, «son diferentes y a la vez iguales». A mujeres como Concha y Paz, emigrantes durante los años sesenta, Mari Pau las califica como las «grandes olvidadas» de un período en el que muchas personas «dejaron sus tierras para ir en busca de una vida mejor a Cataluña». «Estas mujeres eran la mano de obra de la que no se habla que mantenían las casas allí y no perdían el ánimo rompiendo barreras», una actitud «muy feminista» en una realidad difícil en la que, mientras «a mi padre le daba igual si estudiaba o no», su madre la animó a poder dedicarse a su pasión: escribir.

Catalana, andaluza y española

A la pregunta sobre el sentido de pertenencia a una comunidad, a unos valores y a una tierra, Mari Pau Domínguez, que asegura sentirse española, se considera a la vez andaluza y catalana, y acusa al movimiento secesionista de «omitir» a aquellas personas emigrantes que han hecho que «Cataluña sea lo que es hoy gracias a la gente». La autora de «La nostalgia del limonero» reivindica la pretensión de «muchos de dejarnos apátridas» y reconoce que el momento actual era «el mejor» para escribir este libro, para «dar voz a esa gente como mis padres que, con el catalanismo, empezaron a perder la voz y empezaron a estar silenciados» por los dirigentes de la «tierra que les dio oportunidades» cuando «había que mirar hacia el futuro,aunque no tuvieran nada, porque cuando se pierde todo, es aún más necesario volver a soñar de nuevo».

El perfil

Mari Pau Domínguez (Sabadell, 1963), periodista de profesión y escritora por vocación, reconoce que tiene el corazón dividido entre dos tierras: Andalucía y Cataluña. Siendo «la andaluza» de Barcelona y «la catalana» de Osuna, su madre la animó a escribir una historia sobre la vida de su familia aunque quien la empujó a adentrarse en la «aventura» que supuso esta novela fue «el Procés» y unas declaraciones de Oriol Junqueras.