Sociedad

Níjar ensaya la solución a los asentamientos de temporeros

La Junta construirá 62 viviendas de alquiler social como alternativa ante la proliferación de chabolas ilegales ocupadas por trabajadores migrantes del campo

La consejera de Fomento y Vivienda (3 d) visitó Níjar para el inicio de las obras de las viviendas sociales
La consejera de Fomento y Vivienda (3 d) visitó Níjar para el inicio de las obras de las viviendas socialesLa Razón

El Cruce, Atochares, Los Albaricoques, El Nazareno, Los Nietos, Walili… Son algunos de los nombres con los que se conocen lso asentamientos chabolistas del término municipal de Níjar (Almería). Un fenómeno al alza que muestra cientos de infraviviendas levantadas en apenas unos días, además de la ocupación de viejas construcciones que se completan con madera, metales o incluso plástico. Se estima que miles de trabajadores del campo almeriense, la mayoría migrantes de origen marroquí o subsahariano, malviven en ellas en este y otros municipios agrícolas de Almería, en condiciones de insalubridad, exclusión social e inseguridad. Dicen sus moradores, algunos indocumentados, que no tienen dinero para más. Otros, incluso, que nadie quiere alquilarles sus viviendas. Para tratar de resolver esa problemática Níjar será la primera localidad que contará con viviendas en alquiler a precios asequibles destinadas a temporeros.

Un hombre busca entre los enseres quemados en el incendio declarado em junio en un asentamiento de chabolas ubicado en el término municipal de Níjar (Almería)
Un hombre busca entre los enseres quemados en el incendio declarado em junio en un asentamiento de chabolas ubicado en el término municipal de Níjar (Almería)Ricardo GarcíaAgencia EFE

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, visitaba esta semana la parcela en la que se construirá el proyecto de 62 viviendas, en la barriada nijareña de Los Grillos: «Queremos combatir el chabolismo asociado a la agricultura intensiva», aseguró. Una actuación con «gran componente social», que obtiene fondos estatales y autonómicos, hasta 1,65 millones de euros para construir alojamientos con salón, cocina, un dormitorio y un baño. Todas las estancias tienen ventilación natural y en el resto de la parcela habrá plazas de aparcamiento, zonas comunes exteriores pavimentadas y parterres de vegetación. También se incluyen en planta baja zonas comunes que superan el 15 por ciento de la superficie de los alojamientos.

El Programa de Fomento del Alquiler de la Junta de Andalucía conlleva, además, acompañamiento previo a la dotación de estas viviendas a través de los servicios sociales municipales y con la participación de organizaciones no gubernamentales que trabajan en la zona, como la Cruz Roja y Almería Acoge. Precisamente, estos colectivos alertan de que los asentamientos ilegales carecen de agua, electricidad y saneamiento; y denunciaban, hasta ahora, la falta de «alternativas habitacionales» para sus ocupantes, mientras los ayuntamientos trabajan en la erradicación del chabolismo.

Restos del incendio en el poblado chabolista de Los Albaricoques o 'Walili' de Níjar (Almería) en mayo pasado
Restos del incendio en el poblado chabolista de Los Albaricoques o 'Walili' de Níjar (Almería) en mayo pasadoCRUZ ROJACRUZ ROJA

Durante los meses previos se ha trabajado con ellos para sacar adelante este proyecto, en el que formarán parte activa para la selección de beneficiarios. La alcaldesa de la localidad, Esperanza Pérez, espera que las obras en la calle Dracma Negro den «una solución habitacional compartida, como alternativa a la falta de vivienda para los temporeros» que mejore «a imagen en Europa de un lugar competitivo». En ese sentido, la regidora remarca el «enorme daño» que la proliferación de infraviviendas causa «a la imagen de la agricultura y al turismo nijareño». Su objetivo es acabar este mismo año con asentamientos ilegales como Walili, gracias a la «colaboración institucional». A través de ayudas para atender a la población inmigrante y de recursos que mejoren la convivencia en una comarca en la que se necesita la mano de obra barata para la agricultura.

Los asentamientos se convierten en lugares de combustión y no sólo por los materiales inflamables utilizados. El año pasado se produjeron en Níjar varios incendios en estos poblados: 80 chabolas fueron calcinadas en junio y alrededor de un centenar ardieron en el mes de octubre en Atochares, con algunas dudas de si el fuego habría sido intencionado.