Semana Santa

El reencuentro

“Este 2022 celebramos con gozo nuestra manifestación pública de fe por excelencia: la Semana Santa”

Devotos de la "Hermandad del Vía Crucis" procesionando dentro de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Devotos de la "Hermandad del Vía Crucis" procesionando dentro de la Mezquita-Catedral de CórdobaRAFA ALCAIDE

Tras dos años no exentos de dificultades en lo económico, político, social y religioso, este 2022 celebraremos con gozo nuestra manifestación pública de fe por excelencia: la Semana Santa. Durante este tiempo de incertidumbre, los cofrades han tenido que mantener vivas en su recuerdo las imágenes y los recuerdos de años anteriores. Este año, en cambio, nos encontramos ya inmersos en un nuevo tiempo cuaresmal, deshojando el calendario y contando los días que restan para la llegada de nuestra Semana Mayor.

Las extraordinarias imágenes de los pasos procesionales cordobeses caminando por el espacio único e irrepetible de la Mezquita-Catedral, afortunadamente, se repetirán y volverán a hacerse presentes este año. Resulta obvio constatar que el transcurrir de nuestras corporaciones por este monumento emblemático aporta a la Semana Santa de Córdoba una plasticidad insólita e incomparable. Ninguna otra Semana Santa del mundo discurre por un espacio tan conmovedor como éste, por un edificio que es espejo de nuestra historia y expresión del genio creativo y plástico del hombre. No podemos olvidar cómo nuestros cortejos penitenciales llegan a un templo catedralicio en el que la arquitectura islámica y cristiana se funden en una de sus manifestaciones religiosas más bellas, a ese imponente bosque de columnas, arcos y cúpulas en el que nos sorprende el legado de los siglos. Por todo ello, la Semana Santa de Córdoba adquiere y refuerza su valor genuino y universal. Asimismo, nuestra Semana Santa puede ser apreciada desde una perspectiva artística o etnográfica, como el fenómeno que aglutina a gran parte de la sociedad cordobesa a través de una magnífica puesta en escena en la que se aúnan devoción, arte, música y piedad.

Sin embargo, si sólo nos detuviéramos en la belleza de esas imágenes, en la magnificencia de nuestras hermandades y de la estampa imborrable que aporta su paso por la Catedral, nuestra visión se limitaría a lo tangible y atenderíamos únicamente a la belleza efímera y superficial. Del mismo modo que las hermandades no se limitan al ámbito estético, sino que son garantes y portadoras de fe popular y del mensaje de Cristo, tampoco acuden hasta este lugar por una simple y mera razón de búsqueda de la belleza, sino que lo hacen por una convicción espiritual, tras un profundo periodo de reflexión y maduración. Acuden en estación de penitencia hasta el primer templo de la diócesis, hasta el corazón y “alma mater” de la comunidad católica cordobesa. Hacia el lugar en el que se encuentra la cátedra de su obispo. En definitiva, acuden a la que es su casa, hoy y siempre, a lo largo de todo el año litúrgico.

Por todo ello, el Cabildo Catedral apoya la vida de las hermandades durante todo el año La actividad de las cofradías no se centra en una única semana, sino que se desarrolla a lo largo del año en sus cultos, en el ejercicio de la caridad, en la difusión de nuestro patrimonio cultural. Su actividad cuenta con una repercusión en la realidad diaria de la Catedral y su vínculo de unión es motivo de orgullo para nuestra ciudad. Un compromiso que se hace también visible con la especial cobertura de medios que brinda a la Semana Santa a través de sus redes sociales, medios de comunicación, televisiones y distintas plataformas a modo de ventana de comunicación que posibilita ese diálogo con la sociedad a través del visionado de las procesiones en directo desde cualquier parte del mundo.

Por todo ello, esta Semana Santa 2022 debe suponer el reencuentro con la normalidad, con el disfrute de nuestras tradiciones y la profesión de fe pública por nuestras calles. Olor a incienso, cera derretida y flores engalanando los pasos de nuestros Titulares. Toda esta labor debe expresar el gozo de la conversión y de seguir con fidelidad al Señor.

* Manuel Pérez Moya es el deán-presidente del Cabildo Catedral de Córdoba