Operación Paso del Estrecho

Solo cinco guardias civiles más refuerzan el puerto de Algeciras con un aumento de un 50% en las salidas a Marruecos

Jucil señala que desde el 1 de julio las instalaciones portuarias están desbordadas y que el regreso puede ser todavía más descontrolado

Varios vehículos en el paso de Algeciras
Varios vehículos en el paso de AlgecirasAntonio SempereEuropa Press

“Desbordado” es el término con el que Jucil califica el servicio portuario de Algeciras, el corazón de la Operación Paso del Estrecho que este año ha visto cómo el cruce de personas, vehículos y mercancías en dirección a Marruecos se ha incrementado en cerca de un 50% con relación al verano del 2019, ya que en 2020 y 2021 la pandemia mantuvo cerrada esta frontera marítima con el continente africano.

“El puerto está desbordado casi desde el primer día de la operación”, afirmó Miguel Ángel Moral, secretario provincial de Jucil en Algeciras. “Ya advertimos de que, después de dos años en los que la frontera con Marruecos ha permanecido cerrada generaría un gran aluvión de personas que quieren reencontrarse con sus familias y que supondría, ante el escaso refuerzo de efectivos, una mayor carga de trabajo por los guardias civiles”, agregó el representante de la asociación profesional.

“Este lunes se incorporan cinco guardias civiles”, precisó Morán, “cuando según estimaciones de Jucil serían necesarios al menos 30 agentes para garantizar las comprobaciones de pasaportes de los viajeros, así como los equipajes y su contenido”.

De este modo, con menos de tercio de los refuerzos que se consideran imprescindibles, “se darán situaciones en las que habrá tan solo dos agentes para supervisar en los controles y aduana, por ejemplo, a un grupo de pasajeros que hayan llegado al puerto en autobuses y que superarán las 300 personas que pretenden acceder a los barcos con destinado a Ceuta o Tánger”, añadió Miguel Ángel Moral.

Esta situación se agrava, sobre todo cuando coinciden dos o tres ferris en muy poco espacio de tiempo y los agentes tienen que supervisar el paso de una media de 1.500 personas en poco tiempo con destino o procedentes de Tánger y Ceuta. Esto puede llegar a provocar situaciones de colapso similares a las vividas recientemente en algunos aeropuertos, si bien se añade ahora que muchos de los afectados deben esperar con sus vehículos, muchos de ellos familias con niños pequeños, en los alrededores del puerto, con unas temperaturas elevadas.

Muchos de los guardias civiles que estos días refuerzan a los compañeros que prestan servicio en el puerto de Algeciras proceden de otros servicios, como el de seguridad ciudadana o de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), de forma que estos agentes que llegan comisionados dejan de desarrollar sus tareas en otras partes del territorio, lo que también afecta a la seguridad de esas áreas que ven cómo en verano, y para que se puedan atender las necesidades de la Operación Paso del Estrecho, se abandonan o se dejan sin atender de forma adecuada otras tareas, según Jucil.

Para la entidad, la actividad en el puerto es constante durante las 24 horas de día lo que convierte los turnos de los efectivos destinados en estos servicios durante la Operación de entrada y salida en jornadas agotadoras e interminables en las que se atiende y controla el paso 27.000 viajeros y 6.350 vehículos de media diaria en cada jornada desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre próximo.

Para la asociación profesional Jucil, que tiene como objetivo la equiparación salarial de los guardias civiles con las policías autonómicas, con el fin de que se pudieran garantizar una correcta efectividad de los servicios se debería contar al menos con una cifra de cuatro agentes por turno en la zona de cabotajes, donde en la actualidad solo hay dos agentes y es imprescindible, según Jucil, la cobertura con urgencia de las siete plazas de guías caninos, que hasta el momento no se han cubierto.

Zona de Especial Singularidad

Jucil hace además un especial llamamiento para que el Campo de Gibraltar sea declarado, tal y como ha anunciado el ministro del Interior en varias ocasiones, pero sin concretar la fecha, como zona de especial singularidad.

Esta declaración para un área en el que se ha registrado en los últimos años un elevado aumento de la actividad delictiva, protagonizada sobre todo por grupos dedicados al robo, a la trata de personas a través del Estrecho y al narcotráfico, llevaría aparejada una mejora en las condiciones laborales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El Ministerio del Interior tiene la capacidad de aplicar esta medida y los agentes obtendrían una especial baremación, ampliación de las vacaciones, un complemento económico y la adecuación de los catálogos de puestos de trabajo de la zona. Unas disposiciones que harían más atractivo este destino para los agentes y que, por lo tanto, evitaría los problemas de carencia de efectivos que se viven en estos momentos.

Jucil

La Asociación Profesional de la Guardia Civil Jucil se creó en el 2018 con el objetivo de defender los intereses y derechos de los agentes de la Benemérita y los del propio Instituto ante las instituciones y las administraciones públicas. Nacida de Jusapol, el colectivo de policías y guardias civiles de toda España que demanda la equiparación salarial con las policías autonómicas, Jucil cuenta en la actualidad con más de 13.000 afiliados y en las elecciones al Consejo de la Guardia Civil de los días 26 y 27 de octubre de 2021 se ha convertido en la asociación más votada de las que se presentaban y la única con representación en dos de las cuatro escalas existentes. JUCIL cuenta con 6 delegados de un total de 16 integrantes de este ente consultivo y está presente en todo el territorio nacional.