Méritos e infamias

Aquí se acaba la historia

"Se marcha de la política activa el líder comunista de la Sierra Sur de Sevilla después de 44 años. Más tiempo que Franco o Salazar, por hacer una comparación ibérica"

En la imagen, Juan Manuel Sánchez Gordillo
En la imagen, Juan Manuel Sánchez Gordillolarazon

Se marcha de la política activa Juan Manuel Sánchez Gordillo, el líder comunista de la Sierra Sur de Sevilla después de 44 años en activo. Más tiempo que Franco o Salazar, por hacer una comparación ibérica. No tiene rival, eso es cierto, ni una naturaleza política semejante por estas latitudes en las que el socialismo militante abandonó la lucha obrera en cuanto le dieron la llave del despacho y comenzó el trapicheo, la compra de voluntades… Cuando apareció a finales de los setenta se abrió la camisa hasta la mitad de la panza y se dejó la barba para alentar la conquista campesina de los parias de la Tierra, alentando un discurso mezcla de la sensibilidad de los cristianos de base y la liturgia de la guerrilla mesoamericana, todo aliñado con gotas de leninismo, más un nacionalismo andaluz de base marxista (chúpate te esa) que remató constantemente mediante guiños a los grandes paraísos de la conciencia izquierdista: la irredenta Cuba de los hermanos Castro, la grandeza del Frente Polisario y la Palestina soñada por el terrorista Arafat. Un gazpacho que le valió montarse un chiringuito en un pueblo donde la ley del silencio, base de todos los regímenes, permite paladear el aura de felicidad que otorga la ausencia de desempleo y un acceso a la vivienda universal. Sus dos grandes logros con los que intentó tapar las trabas a los partidos de la oposición, la represión si se crítica al sistema o directamente la expulsión de quiénes creen que la democracia es otra cosa. Seguramente en La Habana, Pekín, Pyongyang y Hanoi temblarán pensando qué les espera ahora que el comunista más comunista de los comunista tira la toalla sin haber logrado la soñada sociedad sin clases que todo discípulo de Marx visualiza en su mente al cerrar los ojos por la noche. No lo logró y su gran mérito es pasar de ocupar fincas de nobles a asaltar un Mercadona. Del Antiguo Régimen a la sociedad global sin quitarse la kufiya ni dejar de participar en la podrida democracia liberal que permite parlamentos, como el andaluz, que defienden el capitalismo salvaje.