Así es el delfín acróbata de hocico largo detectado por primera vez en Europa

Técnicos de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía azul de la Junta de Andalucía ha constatado el primer registro en el continente europeo del delfín acróbata de hocico largo (‘Stenella longirostris’).

Dos ejemplares de esta especie fueron recogidos en la playa de la Hierbabuena, en Barbate (Cádiz), tras quedar varados en la misma y fueron trasladados al Centro de Gestión del Medio Marino (CEGMA) del Estrecho, en Algeciras, todo ello en la provincia gaditana.

El varamiento tuvo lugar el pasado 11 de noviembre, cuando el equipo técnico de la Junta fue avisado del mismo y comprobó que se trataba de dos individuos adultos, machos ambos, y de la especie de delfín acróbata de hocico largo, si bien ya estaban muertos en ese momento.

Los restos de los dos animales fueron trasladados al CEGMA para llevar a cabo las respectivas necropsias con el fin de estudiar las causas de la muerte, dentro del programa de emergencias frente a varamientos de mamíferos y tortugas marinos de la Junta.

El estudio realizado resulta “especialmente interesante”, subraya la Junta, ya que se trata del primer registro de la especie no sólo en Andalucía sino en el continente europeo, si bien existen escasos registros en las Islas Canarias.

Los delfines acróbatas se encuentran en los océanos Pacífico, Atlántico e Índico, así como en el Golfo Pérsico y el Mar Rojo, pero su presencia se limita en estos mares a zonas tropicales y subtropicales.

Se encuentran sobre todo en aguas profundas lejos de las costas, pero se puede observar también su presencia en torno a las islas oceánicas y en costas con aguas profundas cercanas.

La situación de esta especie según la Lista Roja de Especies amenazadas de Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN) es de “Preocupación menor”, aunque en la actualidad existe una falta de conocimiento general sobre la tendencia de su población en sus zonas habituales de vida.

El estudio realizado en el CEGMA consta de dos etapas diferenciadas, como son la necropsia (examen macroscópico post-mortem y toma de muestras) y, posteriormente, un estudio histopatológico y microbiológico de estas muestras.

Este tipo de estudios macroscópicos no son concluyentes y, por esta razón, se toman una serie de muestras de distintos tejidos para su envío al Instituto de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, referente veterinario en sanidad de mamíferos marinos de la Organización Mundial de Sanidad Animal.

El programa de Emergencias frente a varamientos de mamíferos y tortugas marinos de Andalucía ha atendido en el periodo de 2008-2022 un total 4.555 varamientos, de los cuales 2.565 correspondieron a cetáceos (56 %) y 1990 (44 %) a tortugas.

En ese periodo los técnicos han realizado 642 necropsias a 16 especies de cetáceos diferentes, de cuyos resultados se observó que alrededor del 75 % de los ejemplares murieron por causas de origen natural, destacando enfermedades infecciosas, y el 25 % restante, por causas de origen antrópico, principalmente por captura accidental con artes de pesca.