Defensa

Finaliza el despliegue “Dédalo-23” con la llegada del buque “Juan Carlos I” y la fragata “Victoria” a Rota

Se trata de la primera vez que un Grupo de Combate español ha realizado una Transferencia de Autoridad a la OTAN

Llegada del buque “Juan Carlos I” y la fragata “Victoria” a Rota
Llegada del buque “Juan Carlos I” y la fragata “Victoria” a RotaMinisterio de Defensa

Con las primeras luces de la mañana de hoy la llegada del buque “Juan Carlos I” y de la fragata “Victoria” a la Base Naval de Rota ha puesto punto final al despliegue del Grupo Expedicionario “Dédalo 23”.

Tras el atraque de los buques el Almirante de la Flota, Eugenio Díaz del Río, dirigió a las dotaciones una breve alocución en la cubierta del “Juan Carlos I”, en la que expresó su satisfacción por el excelente desarrollo de un despliegue en el que sus integrantes se han conducido con profesionalidad y eficacia sobradas, “contribuyendo a mostrar a la sociedad a la que servimos el valor que la Armada tiene como instrumento de paz y seguridad”. Felicitó al Comandante del Grupo, el Contralmirante Gonzalo Villar, y a todos los participantes que volvían con la “legítima satisfacción del deber cumplido”, listos ya para reunirse con sus familiares que, de alguna manera, han sido partícipes también de este esfuerzo.

En el escenario actual los despliegues de los grupos de portaaviones han adquirido un papel principal en la estrategia global de disuasión y defensa de la OTAN. Su mera presencia en una zona, demostrando sus capacidades e interactuando con unidades de socios y aliados, constituye un factor determinante de estabilización y disuasión ante potenciales adversarios. En esa línea, y en este despliegue, se han efectuado adiestramientos y ejercicios conjuntos con las fuerzas de veintiún países y con cuatro grupos de portaaviones aliados.

“Dédalo 23” ha constituido el despliegue de mayor duración, desde el 16 de enero al 28 de marzo de 2023, llevado a cabo por un Grupo Anfibio Expedicionario de la Armada. El Grupo, con una composición variable, ha estado formado por el portaaeronaves “Juan Carlos I”, los buques de asalto anfibio “Galicia” y “Castilla”, el buque de aprovisionamiento “Cantabria”, las fragatas “Victoria” y “Blas de Lezo”, el submarino “Tramontana “, el 2º Batallón Desembarco de Infantería de Marina con 53 Vehículos, 2 helicópteros SH60F, 6 aviones Harrier y 8 embarcaciones de desembarco LCM1E.

El número total de personal desplegado ha oscilado entre 1.174 y 1.909 personas, de las que 516 son Infantes de Marina. El Grupo ha visitado los puertos de Cagliari, Mahón, Haifa, Souda, Corfú, Toulon, Nápoles y Valencia.

Ha sido la primera vez que un Grupo de Combate español ha realizado una Transferencia de Autoridad (TOA) a la OTAN, durante los días 17 y 18 de enero y del 20 al 27 de febrero, para participar en las actividades de vigilancia reforzada de la OTAN “Neptune Strike 23.1”. Los aviones Harrier de la 9ª Escuadrilla han volado cien horas sobre los cielos de Hungría, Eslovaquia, Rumanía, Grecia, Italia, Macedonia del Norte y Albania, en misiones coordinadas entre tres portaaviones, además del “Juan Carlos I”, el “Cavour” de la Armada italiana y el “GHW Bush” de la US Navy, y hasta 1.900 millas, demostrando nuestras capacidades de proyección del poder naval.

Además, se han realizado misiones operativas en todo el Mediterráneo, en coordinación permanente con el mando aéreo aliado, AIRCOM, a través del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas, CAOC, de Torrejón. El componente anfibio del despliegue ha tenido una importante presencia en cuanto a operaciones de esa índole y se han realizado 15 actividades avanzadas en Francia (Córcega y Toulon), Italia (Puglia), Turquía (Hatay, Iskenderun) y Albania.

Al encontrarse el Grupo desplegado en el Mediterráneo pudo tener presencia y llevar a cabo rápidamente la operación de asistencia a Turquía, poniendo a disposición de la población afectada todas sus capacidades, dentro de las primeras 48 h del terremoto sufrido el 6 de febrero. Se realizaron múltiples tareas de asistencia humanitaria para contribuir a paliar el dolor de los damnificados por el terremoto poniendo, nuevamente, de manifiesto la capacidad de reacción eficaz de la Armada ante este tipo de situaciones catastróficas. En el entorno internacional, la Armada sigue siendo una de las pocas capaz de llevar a cabo este tipo de misiones anfibias y aeronavales El satisfactorio resultado de este despliegue es el aval para, a medio plazo, llevar a cabo un nuevo despliegue entre los meses de septiembre a noviembre de 2023, cuyo escenario incluiría aguas del Atlántico y el Mediterráneo.