Periodo de reflexión
El «hundimiento» de Adelante Andalucía, el partido de Teresa Rodríguez
La formación de izquierdas perdió en Cádiz el Ayuntamiento y no obtuvo diputado en las generales
Hay fechas y, muy en especial, citas electorales que marcan la trayectoria de proyectos políticos que nacieron e, incluso, se refundaron con la vocación e ilusión de convertirse en alternativa real de gobierno a las grandes formaciones.
El 28 de mayo, día de las elecciones municipales, y el 23 de julio, fecha de las generales, son dos de esas hojas de calendario que quedarán marcadas para siempre –el tiempo se encargará de decir en qué medida– en la memoria de un partido con profundas raíces en Cádiz, Adelante Andalucía.
Partido que, primero con David de la Cruz como candidato a la alcaldía de la capital, y, hace unos días, con Pilar González y Teresa Rodríguez como principal reclamo al Congreso de los Diputados, ha sufrido en la capital y la provincia dos importantes varapalos.
Golpes que han echado por tierra las aspiraciones de, por un lado, seguir en el gobierno de la capital, y, por otro, lograr representación para el andalucismo en Madrid. Fracaso, este último, que ya se ha cobrado su primera «víctima» política en la figura de la exdirigente andalucista, Pilar González.
La número uno en la lista al Congreso y ex secretaria general del Partido Andalucista de 2008 a 2012, además de «bajarse del barco», dejó entrever en sus declaraciones que, más allá de por el traspiés en las urnas, ha podido dar el paso por la existencia y el hartazgo de «postulantes» dentro del andalucismo.
Declaraciones que, de forma implícita, podrían situar las consecuencias de los últimos varapalos electorales de Adelante Andalucía en Cádiz y provincia en algo que va o podría ir más allá del simple «periodo de reflexión» al que hace unos días hizo referencia la propia Teresa Rodríguez.
Lo cierto es que esta dimisión, sus posibles consecuencias, y, sobre todo, los decepcionantes resultados obtenidos por la formación en la provincia –en la que decidió centrar todos sus esfuerzos y esperanzas electorales para las generales tras su refundación, logrando tan solo el 1,5 por ciento de los votos; algo más de 9.064– dejan muy tocado a un partido y a unos líderes –Teresa Rodríguez, en especial– que han visto cómo se ha desinflado en las urnas un proyecto que, con 26.498 votos, en 2019 rozó la mayoría absoluta en la capital de la mano de José María González «Kichi» (13 concejales) y el pasado 28 de mayo obtuvo 11.320 (6).
Resultados, los de las pasadas generales, que la han convertido en quinta fuerza política de la provincia, perdiendo «músculo» respecto a su gran competidor en la izquierda, Sumar, con 81.544 votos. Partido que, según señaló la propia Teresa Rodríguez, no los «quería dentro» y menos aún con «obediencia andaluza».
Tocados, más o menos, será algo que habrá que ir descubriendo en los próximos meses a nivel interno y, mucho más a largo plazo, en el ámbito electoral.
A nivel interno, será a partir del próximo mes de septiembre cuando el partido iniciará ese camino de reflexión «profunda» que, tal y como apuntó su portavoz en el Parlamento andaluz, José Ignacio García, deberá llevarlo a descubrir las causas de los últimos fracasos electorales. Y, con ello, las necesidades y decisiones organizativas, de liderazgo a tomar para enderezar el rumbo.
De lo que no cabe la más mínima duda es que el cambio deberá ser tan profundo como efectivo, ya que los datos, esas cifras frías que van mucho más allá de las intenciones, ilusiones y expectativas, son para temblar: ningún representante en el Congreso, dos en el Parlamento de Andalucía y, lo más complicado de encajar, tan solo 10 concejales en el conjunto de la región, en los 785 municipios. Dato este que se hace más difícil de digerir si tenemos en cuenta que de esos 10, 6 de ellos se concentran en Cádiz capital.
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