Sanidad
Cisma político por el virus del Nilo: Junta y Diputación se pasan la pelota
La provincia de Sevilla defiende su actuación, que se hizo «según instrucciones» del gobierno autonómico
La consejera de Salud , Rocío Hernández, se estrenó ayer en comisión parlamentaria y, a diferencia de lo que estaba previsto, no habló del virus del Nilo. El asunto fue retirado del orden del día de la Comisión de Salud, con el voto en contra del Partido Socialista. Lo único que dijo al respecto la nueva consejera es que se está analizando lo que ha podido ocurrir esta temporada para que la densidad de mosquitos sea tan alta. Según Hernández, «ni siquiera el CSIC ni el Instituto Carlos III lo saben explicar».
«Sorprende que hoy tampoco sea el momento», le reprochó la responsable del área de salud del PSOE-A, Ángeles Prieto, que aludió a las razones esgrimidas por la Estación de Doñana: «Avisaron en enero de que este año la población de mosquitos aumentaría porque las temperaturas habían sido muy cálidas, porque había llovido en Semana Santa y porque se habían inundado 27.000 hectáreas para cultivos que el año pasado no pudieron hacerse por la sequía. Se sabía», dijo Prieto.
Lo cierto es que la crisis derivada del virus del Nilo, que esta temporada se ha cobrado siete víctimas mortales y ha afectado a más de 70 personas, ha abierto un nuevo cisma político. En julio, la Diputación de Sevilla, gobernada por el PSOE, llevó a los tribunales el Plan Estratégico Andaluz para la Vigilancia y Control de Vectores Artrópodos con incidencia en Salud (PEVA), que establece que la vigilancia y labores de prevención contra los mosquitos recae en los municipios. La entidad supramunicipal esgrimió que los ayuntamientos no tienen capacidad económica y ni jurídica para hacer frente a este problema y que las competencias deben recaer en la Junta. Desde entonces, ha culpado al Gobierno de Juanma Moreno de dejación de funciones a la par que crecían las infecciones y las muertes en la provincia de Sevilla.
La Junta, sin embargo, señala a la Diputación como la máxima responsable de la alta incidencia del virus del Nilo, ya que como según publicó el miércoles ABC, fue la única que no hizo los deberes a tiempo, a diferencia de las diputaciones de Cádiz y Huelva, que sí fumigaron antes de verano porque tuvieron en cuenta las previsiones de una temporada mucho más agresiva, debido a las temperaturas suaves de invierno y a las precipitaciones de Semana Santa.
Ayer, el diputado provincial de Servicios Públicos Supramunicipales, Gonzalo Domínguez, quiso salir al paso de estas informaciones y afirmó que siempre se ha trabajado según «las instrucciones de la Junta». El diputado manifestó que fue «en junio» cuando a la Diputación de Sevilla le fue trasladado que «por la gran cantidad de arroz» sembrado este año, «posiblemente» se afrontaría «una incidencia bastante grande» de los mosquitos. Pese a tal advertencia, prosiguió, la Junta de Andalucía «abandonó a los ayuntamientos» afectados por esta problemática, que eran 13 en principio. Ahora ya son más de 40, la mayoría en la provincia de Sevilla. De hecho, los siete fallecidos son o se infectaron en municipios sevillanos.
El virus del Nilo también ha llegado a la capital hispalense, donde ya se ha notificado un positivo. En este caso ha sido el PSOE el que ha achacado al alcalde, José Luis Sanz, el haber aplicado tarde el programa de actuación de mosquitos y que, de hecho, la Junta le ha incoado un expediente sancionador. Sanz, por su parte, contestó que el Ayuntamiento lleva tres semanas fumigando.
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