Amenaza de huelga

El conflicto laboral que enturbia la celebración del Año Picasso

Empleados del museo malagueño dedicado al artista denuncian que sus salarios «están a la cola»

 La obra "Cabeza de mujer" que forma parte de la exposición "Picasso escultor. Materia y cuerpo", la primera exposición monográfica en España centrada en su faceta escultórica
Una obra escultórica de PicassoDaniel PérezAgencia EFE

Doble aniversario enturbiado por un conflicto laboral que va camino de enquistarse. 2023 está marcado por el 50 aniversario del fallecimiento de Pablo Picasso y por las dos décadas del museo malagueño dedicado al genial artista. Sin embargo, los fastos se pueden ver ensombrecidos por el pulso que mantienen los empleados con la dirección a cuenta de un convenio colectivo que no termina de renovarse. Fuentes del comité de empresa aseguran a LA RAZÓN que el consejo ejecutivo, el órgano rector del museo, está «mareando la perdiz», posponiendo la negociación y planteando «imposiciones» que no convencen a unos trabajadores que ven cómo han ido perdido masa salarial durante la última década.

El comité de empresa realizó un estudio en el que comparó los convenios colectivos de otros museos. «Fue un sorpresón, ya que estamos a la cola en muchos aspectos», señalan las mismas fuentes. Los salarios de los trabajadores –casi un centenar– están por debajo de los de otros recintos similares, a pesar de que el espacio malagueño es uno de los diez más visitados de España y está entre los cien más valorados del mundo. Según el documento, la plantilla es la que más horas anuales acumula y es de las que menos días de vacaciones disfruta, en comparación, por ejemplo, con los museos Thyssen de Madrid y Málaga, el Reina Sofía, la Fundación Miró o el personal laboral del Prado. Y como muestra, un botón: de media, los empleados de Málaga perciben casi 10.000 euros menos al año que sus compañeros mejor retribuidos, los del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

La dirección planteó una propuesta de convenio que los empleados tildaron de «inasumible», puesto que «suponía volver hacia atrás». «Suponía renunciar a derechos que ya teníamos adquiridos desde hace 20 años», relatan, además de criticar que «tenemos compañeros que de los 14 festivos trabajan 11». Junto a ello, exigen que se les reconozca la antigüedad «con quinquenios o vacaciones» y piden la eliminación de los turnos de diez días seguidos, junto a la posibilidad de no trabajar todas las tardes. «Otros museos funcionan perfectamente con sus empleados trabajando una o dos tardes a la semana».

Casi un año lleva este conflicto latente y los trabajadores han rechazado las propuestas de la dirección en dos ocasiones. El jueves está convocada la cuarta reunión en el Sercla, además de un llamamiento a la huelga del 18 al 22 de septiembre, a las puertas de la inauguración el 2 de octubre de la exposición «El eco de Picasso», una de las dos grandes muestras previstas en el denominado Año Picasso. «Nuestra intención es cerrar el museo mientras dure la huelga, pero la empresa está poniendo todos los medios para evitarlo. También queremos obstaculizar el montaje de la exposición».

En pleno conflicto se ha colado un asunto que no ha hecho más que encender más los ánimos de la plantilla. La dirección ha sacado a concurso la plaza de director, con condiciones tan jugosas como un sueldo anual de 80.000 euros y asignaciones de 25.000 euros para vivienda y 5.000 para viajes. Además, se garantiza una subida anual de salario en función del índice de vida de Málaga, uno de los más altos de España. Es decir, «una tomadura de pelo».