Cultura

Diez caminos al Mictlán: la memoria mexicana llega a Málaga

Una exposición reúne a diez artistas que reinterpretan el Día de Muertos con una gran tradicional y obras inspiradas en el ciclo de la vida y la muerte

Las imágenes de Pablo Picasso, Remedios Varo y Frida Kahlo, sobre el altar principal de la muestra, símbolo del diálogo entre México y España
Las imágenes de Pablo Picasso, Remedios Varo y Frida Kahlo, sobre el altar principal de la muestra, símbolo del diálogo entre México y EspañaLa Razón

La celebración del Día de Muertos, una de las tradiciones más emblemáticas de la cultura mexicana, llega a Málaga convertida en una exposición impulsada por tres mujeres unidas por su vínculo con el país azteca: Lorena Hermoso Peláez, directora de Kalopsia; Raffaella Solfanelli, directora de MUSA; y María Esther Beltrán, promotora cultural de Bulevar Espacio Cultural Abierto.

Bajo el título "El Día de los Muertos Mex", la muestra ofrece una reinterpretación plástica de esta festividad reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, donde la muerte no se entiende como final, sino como continuidad. Kalopsia Art Studio, situado en la calle San Juan de Letrán, acoge esta propuesta que, en palabras de las organizadoras, "fusiona arte y tradición para celebrar una de las festividades más emblemáticas de México".

El título de este reportaje "Diez caminos al Mictlán" alude a la estructura de la exposición y a la diversidad de miradas que la integran, una referencia al recorrido que proponen los diez artistas participantes. En la tradición mexicana, el Mictlán representa el lugar al que llegan las almas tras la muerte, después de superar distintas etapas y hasta alcanzar el reposo final. En este contexto, cada creador transita su propio "camino" a través del arte, ofreciendo una interpretación personal sobre el vínculo entre la vida, la muerte y la memoria.

Además, de forma destacada, en el centro de la muestra se alza una ofrenda tradicional con todos sus elementos dispuestos tal y como se verían en cualquier hogar mexicano: velas, flores de cempasúchil, pan de muerto, agua, copal y fotografías de los personajes homenajeados. En este altar se encuentran las imágenes de Frida Kahlo, Pablo Picasso y Remedios Varo, símbolo del diálogo entre México y España. "Generalmente, los mexicanos ponemos en nuestras casas las ofrendas de los seres queridos, pero en esta ocasión pensé que sería apropiado poner a tres artistas muy conocidos: Frida Kahlo, mexicana; Pablo Picasso, español; y Remedios Varo, mitad española, mitad mexicana", aclara Beltrán.

Iconografía de la muerte desde diferentes perspectivas

Las obras abordan la iconografía de la muerte desde diferentes disciplinas: pintura, collage, fotografía e ilustración digital. Entre los artistas figuran Isabel U. Altolaguirre, Raquel Sedo Sánchez, Peter Vargas, Neno Herrera, Nathalie Herrmann, Victoria Tsekidou, Ana Cortés (Bosska), Lorena Hermoso y Susana Moreno.

Bosska presenta la obra "Soy hijo de Pedro Páramo", inspirada en la novela de Juan Rulfo. "Cuando vivía en México, en mi etapa universitaria, no entendía qué era el Día de Muertos ni el mundo de los muertos visto desde la perspectiva mexicana", adelanta, para explicar a continuación que cuando volvió a España quiso "rehacer un trabajo que suspendí en la universidad, pero ahora sí, después de haber entendido cuál es la cultura en torno a esta celebración".

Por su parte, la artista griega Victoria Tsekidou ofrece una visión más personal a través de una calavera. Para ella, este conjunto de huesos que "representa a la muerte", en la cultura mexicana "no tiene un significado malo, sino todo lo contrario". En este sentido, explica que ha decorado una calavera "con los personajes que tengo creados, los 'Little People', que traen amor y vida, como una contradicción con este objeto mismo", explica.

"El Día de Muertos no es la versión mexicana de Halloween. Es una tradición ancestral que surge en las culturas prehispánicas de Mesoamérica. Para civilizaciones como la mexica, la muerte no era el fin, sino una continuación del ciclo de la vida. El destino del alma dependía de cómo se vivía, no de cómo se moría. Ellos honraban a sus ancestros con rituales que duraban varios días", concluye Beltrán.

La exposición cuenta también con la participación del actor Norberto Rizzo, quien recitará poemas en algunos momentos del recorrido, y con la colaboración del restaurante Mulita Cocina Mexicana, encargado de elaborar el tradicional pan de muerto siguiendo recetas familiares transmitidas de generación en generación.