DANA

El Ejido: kilómetro cero del desastre

El municipio donde se originó la DANA cuantifica en más de 100 millones las pérdidas en el campo y los agricultores piden que se declare zona catastrófica

Mercedes observa cómo ha quedado uno de sus invernaderos en El Ejido tras el paso de la DANA
Mercedes observa cómo ha quedado uno de sus invernaderos en El Ejido tras el paso de la DANAAgencia EFE

«Estamos realmente en el kilómetro cero de esta DANA que tanta desgracia y tragedia ha traído a España, porque aquí se inició el pasado lunes, precisamente, todo este fenómeno atmosférico, con las consecuencias que ustedes ya conocen sobradamente y que ha provocado daños en numerosas instalaciones y bienes tanto municipales como privados», afirmó el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, tras la reunión mantenida en el Ayuntamiento de El Ejido para la valoración de los daños en el municipio, «sobre todo en la agricultura, sector tan importante para la economía de esta localidad, la provincia y el conjunto de nuestro país».

Un fuerte temporal de granizo, lluvia y viento azotó a El Ejido el pasado lunes, ocasionando cuantiosos daños a infraestructuras municipales, cultivos e invernaderos, y provocando cortes de carreteras y ramblas por las inundaciones en diversos puntos de la trama urbana e interurbana.

El próximo martes se elevará al Consejo de Ministros la declaración de zona gravemente afectada por daños meteorológicos –comúnmente conocida como zona catastrófica– toda la extensión del territorio nacional que ha sufrido las consecuencias de la DANA. A partir de ahí serán los diferentes municipios los que deberán aportar los datos de las pérdidas, esperando posibles ayudas que puedan compensar las perjuicios producidos.

En la provincia almeriense los daños no solo se concentran en El Ejido, sino también en la zona norte, con «el desbordamiento del río Almanzora» con distintos cortes de carreteras y miles de incidencias y daños. Aunque, lo cierto, es que las lluvias torrenciales han afectado a toda la comunidad andaluza, especialmente en las provincias de Granada, Málaga, Cádiz, Sevilla y Huelva.

«Hemos de recordar que hay dos víctimas andaluzas en este desastre», apuntó el delegado de Gobierno, en referencia al británico de 71 años que murió el miércoles en el hospital tras ser rescatado durante las inundaciones en la provincia de Málaga y de la joven de Puente Genil de 27 años que quedó atrapada en el sótano del cuartel de la Guardia Civil de Paiporta (Valencia), donde se encontraba con su pareja

«Lo nuestro no han sido pérdidas humanas, vaya por delante nuestra solidaridad con la zona del Levante, a las víctimas y a todas esas familias que han perdido a seres querido en circunstancias muy dramáticas», consideró el alcalde ejidense, Francisco Góngora, deseando que «aparezcan las personas que hay desaparecidas cuanto antes, con todo nuestro cariño, afecto y esperanza». Sin embargo y agradeciendo la colaboración mostrada por el Gobierno, trasladó «la difícil situación que estamos atravesando en el Ejido», con «daños materiales muy considerables». El regidor informó de los trabajos de recuento para una «valoración que debemos hacer con mucho rigor y seriedad, ya que es una de las claves para conseguir vías de ayuda para resarcirnos y poder acogernos a los mecanismos de solidaridad que, tanto por parte del Gobierno de España como de la Junta de Andalucía, tendrán que desarrollarse y destinarse para un municipio gravemente afectado como es el nuestro».

Las primeras estimaciones, con los datos recabados hasta el momento, cifran «los daños en espacios públicos, edificios e instalaciones municipales por encima de los siete millones de euros», con «más de 3.000 vehículos que ya han registrado daños», además de «inmuebles y naves industriales». En este sentido, los mayores perjuicios se han concentrado en el pujante sector hortofrutícola almeriense, con la afectación parcial de unas 5.000 hectáreas de invernadero, 30 de ellas completamente desplomadas y las pérdidas del 30% de la producción. Un montante total que podría superar los 100 millones de euros en el campo ejidense, con el agravante de que no todos los productores tienen contratado seguro agrario o, en los casos de poseerlo, no siempre asumen el coste total del desastre.

De hecho, el alcalde de El Ejido resaltó que «el capítulo de aseguramiento es muy importante, ya que deben estar a la altura para que estas contingencias puedan ser cubiertas». Desde el Ayuntamiento ejidense «vamos a seguir trabajando para intentar restablecer la normalidad cuanto antes para documentar toda esta situación de la forma más exhaustiva posible, junto con la subdelegación del Gobierno y la Junta de Andalucía y con el único fin de lograr estos mecanismos de compensación», insistió Francisco Góngora.

En este aspecto, el delegado del Gobierno en Andalucía se puso a disposición «de todos los andaluces y, en concreto, de los ejidenses, mostrando la colaboración máxima y absoluta para asesorar y acompañar en el camino de la confección de los informes y de los expedientes que han de remitirse con posterioridad para solicitar cualquier tipo de ayudas». Fernández recalcó que «es importante que desde que se haga la declaración el martes y la apertura del plazo, todos los ayuntamientos, agricultores, cooperativas... todo el mundo que tenga que reclamar algo, tenga tiempo suficiente para hacer las estimaciones, presupuestos o periciales que correspondan»

Desde COAG Almería reclamamaron que se declare al municipio almeriense de El Ejido zona de emergencia «como única respuesta viable por parte de la Administración además de poner en marcha ayudas directas a los afectados para poder recuperar la capacidad productiva y paliar mínimamente los daños», demandó Andrés Góngora, secretario provincial del sindicato de agricultores. El secretario provincial de COAG reiteró que «estamos ante una catástrofe. En algunos casos los daños son irreparables y el agricultor no tendrá más remedio que sustituir los destrozos. Nos encontramos, además, en una zona donde las explotaciones son de carácter familiar, de pequeña dimensión, por lo que las consecuencias son aún más dramáticas, si cabe», añadió.