Espadas solo discrepa de Ferraz para aferrarse al cargo en el PSOE-A

En el PSOE-A no se toma una decisión sin que Ferraz dé el visto bueno. Los dirigentes andaluces muestran una fidelidad absoluta el «sanchismo», como repiten en el Partido Popular y en el ejecutivo de Juanma Moreno. Y Juan Espadas, el secretario general de los socialistas andaluces, no se plantea levantar la voz ni siquiera en un asunto que levanta ampollas en la ciudadanía andaluza como el «cupo catalán», mientras la comunidad sufre una infrafinanciación histórica. No es capaz de alzar la voz salvo para aferrarse al cargo orgánico, porque ayer dijo que su continuidad «la decidirán los militantes, no Ferraz».

Espadas encadena derrota tras derrota en las últimas elecciones, ya sean regionales, municipales o europeas. El PSOE se desangra y su liderazgo está muy cuestionado internamente en el partido. Tanto que en Madrid se duda de que sea el perfil para optar a vencer a Moreno en 2026, por mucho que Pedro Sánchez lo haya mencionado como candidato en sus actos de partido en Andalucía. A estas alturas nadie cree en la palabra del presidente del Gobierno y, ni siquiera Espadas, puede fiarse.

La convocatoria del Congreso General del PSOE para mediados de noviembre en Sevilla supondrá el inicio de las renovaciones de los liderazgos territoriales del partido. En el mes de febrero serán las citas para renovar o cambiar los organigramas. Espadas confirmó ayer en Canal Sur Radio que optará a la reelección en el cargo y recordó que él está al frente del PSOE-A tras someterse a unas primarias y obtener el respaldo mayoritario de la militancia, «que es lo que, cuando toque, va a volver a pasar aquí, que serán los militantes andaluces» los que tomen la decisión. «Y nadie más, en este caso ni analistas políticos ni siquiera Ferraz», sentenció. El exalcalde de Sevilla mostró malestar por el «ruido de fondo» provocado por «personas que opinan muchas veces o a título individual o representando a dos», cuando la federación andaluza son más de 40.000 militantes. Espadas, que hoy estará en el Senado respaldando el pacto de PSC y ERC, dijo que dedica «todas las horas del día» a los andaluces y que se parte «el alma» por conseguir el objetivo de que el PSOE-A vuelva a «ser alternativa de gobierno». No obstante, en su día a día no ceja en defender el pacto de Cataluña, hasta el punto de asegurar ayer que «miente» quien considera que el acuerdo con ERC es un «cupo catalán», cuando en él se recoge la «solidaridad interterritorial». En este sentido, mantiene la viabilidad de un acuerdo sobre la financiación de Andalucía que pretende abordar en un encuentro bilateral con el presidente de la Junta, posibilidad que defendió siguiendo el mismo modelo que se siguió en el acuerdo sobre los regadíos en el entorno de Doñana. Por su parte, el Gobierno andaluz espera que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dé «explicaciones suficientes» hoy ante el Senado sobre un «cupo catalán» que no es, «en absoluto, solidario».

Por otro lado, ayer e PSOE incluyó al consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, en su listado de comparecientes para la comisión de investigación del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en el Senado.