41º Congreso Federal
La fábula de Pedro y Lobato: la víspera de la procesión Magna de Sánchez
El "Black Friday" del PSOE estuvo marcado por la declaración judicial del ex líder del PSOE madrileño
Sevilla pasa por una ciudad más religiosa que espiritual. La capital de la provincia en la que Pedro Sánchez comenzó su "resurrección política" en un Peugeot de segunda mano, y en los tiempos en los que Ábalos no era un defenestrado, celebra el Día de la Inmaculada la conocida como procesión Magna en la que saldrán a la calle diversas imágenes de gran devoción popular. El nuevo Auditorio de Fibes estaba copado por un congreso de bandas de Semana Santa y el PSOE se hizo fuerte en las antiguas instalaciones del Palacio de Exposiciones y Congresos en un "Black Friday" marcado por la declaración judicial de Juan Lobato, el ex líder del PSOE madrileño. Por las calles más céntricas de la ciudad, más hacia el casco histórico, no en lo popularmente conocido como "Córdoba Sur" que conforma Sevilla Este, se veía la figura de lo que se denomina como "el medidor de alturas", para ver si pasan los pasos entre el cableado eléctrico y las luces de Navidad. Ese papel en Fibes lo jugó el ex presidente Rodríguez Zapatero, que llamó al personal, "prietas las filas", a la penúltima "chicotá" a mayor gloria del Gran Poder- vulgo, Pedro Sánchez-, del Partido Socialista Obrero Español.
Entre el "merchandising" del Congreso, al lado de la ludoteca, frente a cómics con la imagen de Pablo Iglesias y fondos de pantalla oníricos, destacaban las chapitas de "zurdo" y "zurda" y "rojo" y "roja". "Somos un partido feminista", recalcaba el personal en la entrada. El dispensador de bolsas para perros con el sobrenombre de "Xánchez" pasa por un evidente signo de inteligencia política pero se echaron en falta, dada la ocasión, muñecos Funko de Pedro Sánchez. En el Congreso del PSOE, bajo el lema "España adelanta por la izquierda", como en los bautizos grupales de los Testigos de Jehová, el personal llegaba entregado. Los prolegómenos del prólogo suponen un trajín de operarios, el personal sobrepasado en la entrada con las acreditaciones, colocación de atriles y carteles y un espontáneo a las puertas con un megáfono gritando "PSOE vendido". A eso se limitó la contestación frente a una escenografía a medio parir que, como decían en "Shakespeare in love" acerca del teatro y el atrezzo, termina milagrosamente con todo en su sitio. "No traten de entenderlo, es un misterio", declamaba Geoffrey Rush antes de convertirse -también le ha pasado a Ábalos- en uno de "Los Piratas del Caribe". Días antes en el mismo recinto del Palacio de Congresos se celebró el Salón del Caballo, Sicab, con lo que ello supone. A la llegada, la cosa -literalmente- no olía bien y no era sólo por los casos de Koldo, el citado Ábalos, Begoña Gómez y compañía. El arranque fue más de Zotal que de Hugo Boss pero por la tarde -"Es un misterio"- todo estaba en su sitio salvo las principios del Partido Socialista Obrero Español, que deben ser debatidos estos días en diferentes ponencias. Se han presentado unas 6.000 enmiendas que tendrán que votarse. Lo único que no está en cuestión de puertas para adentro es el liderazgo de Pedro Sánchez. Sottovoce sí se repite lo que varios presidentes provinciales ya han dicho en alto: "Debemos buscar un proyecto que ilusione en Andalucía, pero ahora es el momento del federal". Lo mismo vale para todas las agrupaciones pero en voz alta nadie cuestiona al presidente, como el último pura sangre más allá del Sicab. El día antes, casualmente, la otrora proclamada "máxima autoridad" del partido estaba de compras por Torre Sevilla y ni se planteaba acudir al Congreso. Susana Díaz, que, cuando llenaba Fibes para los mítines y era "como una yegua salvaje que en el oleaje no pierde el sentido", recibía el sobrenombre de "Beyoncé de Triana", sí ha dicho que acudirá. Por la tarde del viernes, llegó el "brilli-brilli" a la previa del Congreso Federal, la música, los besos y los abrazos. A Óscar Puente los voluntarios le pedían fotos bajo la consigna de "eres mi ídolo".
El pabellón socialista se puso en pie para aplaudir a Amparo Rubiales como referente feminista en España, que recogió el premio Rosa Manzano de manos de María Jesús Montero. Por la mañana, la vicepresidenta y número 2 del partido, mirlo blanco de la sucesión frustrada andaluza, halagó al secretario de Organización Santos Cerdán y trató de poner el foco en "el ático en el que vive la presidenta de Madrid pagado con dinero fraudulento" y no en la investigación judicial por la filtración de secretos fiscales de un ciudadano anónimo y toda la encrucijada Lobato. El PSOE es a la política lo que los Globetrotters al baloncesto, no se le puede negar el espectáculo. Santos Cerdá otorgó la misma credibilidad a Feijóo que a Aldama, al que definió como "delincuente confeso". Cualquier tiempo pasado fue anterior y atrás quedó cuando la palabra de Bárcenas era el evangelio o Carles Puigdemont era un señor "Molt Honorable".
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, se vino arriba en un foro y señaló que "cuando acabemos con la derecha blindaremos las políticas de vivienda en la Constitución". La ministra, en su transparencia, hablaba de los precios de la vivienda y de intervenir el mercado. En la zona de ambigú, con cortadores de jamón, el cátering del PSOE cobraba dos euros por una café cuando el precio estándar en Sevilla Este está por 1,30. Se esperaba, según el personal, unas 3.000 personas. En la guía del PSOE para el Congreso también se señalaba que hay una parada de metro -en Sevilla sólo existe una línea- a 18 minutos andando. La distancia, según Google Maps, es de no menos de una hora a pie. Lo citó Aitor Esteban en su cinéfila alocución a "Thelma & Louise" -a la que le faltó recurrir a «El golpe»– durante la investidura de Pedro Sánchez: «No estamos en el fin del mundo pero desde aquí se ve». Se desconoce si acudió a Fibes algún infiltrado del PNV o siquiera el notario de Juan Lobato. Al anfitrión Juan Espadas sí le pusieron un taburete como los que gastaba Eugenio a finales de los 80. No con camisa negra sino blanca de esperanza (de poder continuar), amplió el álbum de fotos con las "celebrities" del partido y soltó fiesta: "El PP ha cruzado todas las líneas rojas. Desacredita a las instituciones. Hace política desde el fango. Se ha convertido en un partido antisistema. Por ahí no, nos tendrán enfrente". A las 11:40 llegó el anfitrión. Espadas se reunió con "gente de su confianza" -adelantó El País-, todos los presidentes provinciales excepto el de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, que recientemente pidió un cambio de rumbo en el PSOE-A. El secretario general andaluz recordó que se han presentado casi 1.900 enmiendas de las agrupaciones provinciales del PSOE-A a la ponencia del Congreso federal.
El PSOE no está en la resistencia, está en “la revuelta”, señalaban militantes a este diario, al tiempo que Montero calificaba la estrategia del PP como “golpista” . Hay risas que han pasado a la historia, por diversas razones. Desde el "Amadeus" de la película de Milos Forman a la de en su día una celebridad local que traspasó fronteras vía Youtube como Juan Joya, alias el Risitas. En el Federal se recordaba la contagiosa risa de Pedro Sánchez ante Feijóo en el Congreso cuando aquello de "no es presidente porque no quiere". No hicieron en el PSOE gracia las declaraciones de Aldama y menos la inferencia del presidente del PP en las decisiones de un partido soberano con 145 años como el PSOE. La vida enseña que tres mudanzas equivalen a un incendio –en definición de Benjamín Franklin– y que a las parejas se las conoce en los divorcios, a los hermanos en las herencias, a los hijos en la vejez y a los amigos en la ruina. Zapatero, ante el panorama que torna la cosa judicial, elevó la cosa un grado más con la militancia y exigió "lealtad" al respetable o, lo que es lo mismo, no dudar de Pedro Sánchez, no sea que venga el lobo, que no Lobato, de la derecha al poder. O lo que es lo mismo, pero no igual, no dudar del presidente más audaz de la democracia en competencia con Adolfo Suárez, al que en su día Alfonso Guerra negó haberle llamado “tahúr del Mississippi”. No hubo rastro en Fibes del histórico ex vicepresidente sevillano -"Quien se mueve, no sale en la foto", otra frase de la que reniega Guerra-; tampoco de Felipe González. En el viejo Palacio de Congresos, sí estuvo muy presente en su ausencia Juan Lobato. La jornada se convirtió no en la fábula de Pedro y el Lobo pero sí de Sánchez y Lobato. El secretario general del PSOE llegó a la capital hispalense antes de lo anunciado, no se le esperaba para los prolegómenos, pero no apareció por Sevilla Este como sí hicieron otros primeros espadas para el premio de Zapatero. La aspiración última de Pedro Sánchez, y así lo ha anunciado, es seguir "tres años y los que vienen", emparentando con la mitología nórdica -cual Loki, el dios que vino del frío, deidad del engaño-, sentado en el trono del tiempo. Los prolegómenos del 41º Congreso Federal dan paso hoy a la inauguración propiamente dicha para así, en base al reglamento, una vez constituido el partido volver a estar listo para ser disuelto, conformando un proceso vital indestructible como una gota de vidrio fundido.
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