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Juanma Moreno cincela el nuevo andalucismo
El presidente de la Junta refuerza su ideario político, defiende la democracia «sin sectarismos» y muestra confianza en el futuro de la región porque «acabamos de superar a Madrid en número de empresas activas»
Tres horas de gala con dos momentos que generaron los mayores aplausos y por parte de los asistentes al Teatro de la Maestranza: la interpretación de «Tierra y Libertad» por parte del grupo «Jarcha» y el recuerdo a los dos guardias civiles asesinados en Barbate con una narcolancha. Una canción de 1976 que se convirtió en el himno no oficial de la Transición en España y un suceso reciente que demuestra que aún existen lagunas en el Estado de Derecho que manda a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a luchar en inferioridad de condiciones con redes criminales de narcotraficantes.
Casi medio siglo ha transcurrido entre ese canto de libertad y los trágicos sucesos de la costa gaditana. Algunos de los protagonistas de ese medio siglo estaban presentes en el Teatro de la Maestranza en un acto que cada vez tiene más de «gala» y que se ha convertido en un evento para «reivindicar el orgullo de ser andaluz». Bajo esa proclama, todo el mundo, venga de donde venga y piense lo que piense, se encuentra cómodo. Y Juanma Moreno refuerza su discurso de una Andalucía dialogante, integradora y con aspiración de liderazgo.
Esos fueron los ejes del discurso final del presidente, menos reivindicativo que en otras ocasiones y más centrado en trasladar una imagen de una Andalucía que ha elegido su propio camino ajena al ruido que se genera en otros territorios. «Andalucía es el clamor por la igualdad que expresamos juntos el primer 28 de febrero y hoy sigue siendo necesario. Es tener la dignidad de no ser menos que nadie. Es contribuir a que funcione la democracia, desde la pluralidad y lejos de sectarismos, que no tienen cabida en nuestra forma de entender la vida», argumentó. Una forma de vida y una manera de hacer política que genera una nueva forma de entender el andalucismo, valor que cotiza al alza como se ha encargado de anunciar el Centro de Estudios Andaluces en su último trabajo y con el que Moreno se siente cómodo.
«Nosotros, los andaluces, somos y vamos a seguir siendo líderes en eso, como en tantas otras cosas importantes. Sin arrogancia», señaló el presidente.
«Porque no hablo de los liderazgos que se reflejan en las estadísticas –ya he mencionado algunos– sino de los que se reflejan en la vida. Los que demuestran, no lo que tienes, sino lo que eres. Lo que no te pueden quitar», apuntó.
«Somos líderes en alegría. En confiar en nosotros mismos, en echar una mano al familiar o al amigo que lo necesita. En aplicar esa vía andaluza, que consiste en hacer que las cosas funcionen desde la igualdad y el diálogo, con respeto a las leyes y con transparencia», explicó.
En un discurso no muy extenso, hubo tiempo para la autocrítica y también para el optimismo.
«Tenemos muchas cosas que mejorar, soy muy consciente. Por eso mientras quede una sola persona sin trabajo, mientras haya un solo paciente esperando una operación que no llega, mientras haya una sola mujer sufriendo violencia y desigualdad no dejaremos de intentarlo con todas nuestras fuerzas día tras día», admitió.
La situación de la sanidad pública y la sequía son las dos grandes preocupaciones políticas del Gobierno andaluz y Moreno no quiso pasarlas por alto. «La sequía es la gran pandemia actual ante la que todos tenemos que abrir los ojos y actuar en consecuencia: los ciudadanos, los gobiernos y las empresas e instituciones. Sin descanso, juntos. Dialogando y llegando a acuerdos», argumentó.
Y qué mejor ejemplo de ese carácter «dialogante» asociado a la «vía andaluza» que el reciente acuerdo por asegurar el futuro del Parque Nacional de Doñana alcanzado con la vicepresidenta Teresa Ribera. «Habrá quien lo critique y lo respeto. Pero os aseguro que me sentaré y me pondré de acuerdo con quien me tenga que poner para proteger el bienestar, el futuro y el interés general de los andaluces. Porque Andalucía está por encima de todas las ideologías y de cualquier sigla política».
El mensaje también tiene que ir acompañada de resultados y en esa ambición de «liderazgo» y «orgullo» que promueve, Moreno recurrió a uno: «Acabamos de superar a Madrid en número de empresas activas. A Madrid, que es la locomotora económica de España. Un dato que pone de manifiesto lo en serio que vamos y el calado de la transformación emprendida por los andaluces.
Así, paso a paso, se cincela un «nuevo andalucismo».
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