Sociedad

El primer contrato de impacto social de España se firma en Málaga y llegará en 2025

Miles de toneladas de excedente de comida de restaurantes y hoteles pasarán a ser aprovechados por 40.000 personas vulnerables

Francisco Salado ha explicado que en octubre saldrá a licitación el proyecto con un presupuesto de diez millones y que ya cuenta con un informe favorable del Banco Europeo de Inversiones, de modo que será el primer contrato de impacto social del país. DIPUTACIÓN DE MÁLAGA 26/06/2024
El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, junto a los demás agentes implicados, en la presentación de la plataforma pionera para ayudar a 40.000 personas vulnerablesDIPUTACIÓN DE MÁLAGAEuropa Press

Miles de toneladas de excedente de alimentos que generan cada año hoteles, bares y restaurantes pasarán a ser aprovechados por 40.000 personas vulnerables de la provincia de Málaga. Será gratis, mejorará la nutrición de miles de familias y su situación social, se enmarcará en la nueva Ley de Economía Circular de Andalucía y se convertirá en el primer contrato de impacto social (CIS) de España.

Se trata de una medida pionera en el país llevada a cabo por la Diputación de Málaga que, en palabras del presidente de la institución provincial, Francisco Salado, “será tangible en 2025”. El Banco Europeo de Inversiones ya le ha dado el visto bueno, un primer paso que ha servido para “mostrar la viabilidad” del mismo. Según ha explicado Salado en la presentación del proyecto, a través de una consulta preliminar también “se ha constatado que hay entidades interesadas tanto para proveer el servicio como para financiarlo (inversores sociales)”.

Además del impacto socioeconómico que tendrá en la provincia, este CIS supondrá un antes y un después en la manera de entender la colaboración público-privada para proyecto sociales en el país. Para entenderlo, se trata de que un inversor social (entidad financiera) financie a un proveedor de servicios (empresa privada) para sacar adelante el reparto de comida a estas familias. Solo recuperará su inversión en función de los objetivos conseguidos. La Diputación de Málaga destinará diez millones de euros en cinco años, que recibirá el proveedor de servicios en función de unos resultados determinados. Así, la Diputación no corre el riesgo de perder ninguna parte de la dotación económica, garantizando que todo su presupuesto se dedique a ayudar a las familias. Por su parte, el inversor social, que no busca rentabilidad económica, perseguirá conseguir todos los objetivos a un coste cero.

Si sale bien, algo que no han dudado desde la Diputación, este proyecto podría ser replicado en otros lugares de España. Otras ciudades como Madrid o Barcelona ya han intentado sacar adelante un CIS, pero no lo han conseguido. En esta ocasión, el éxito lo achacan a su "detallada" planificación, particularidades de la región y al visto bueno del Banco Europeo de Inversiones, así como a las empresas que ya han mostrado su interés para llevarlo a cabo.

Con el nombre de “Málaga no caduca”, Salado ha afirmado que este es el proyecto “más ambicioso que ha llevado a cabo la Diputación de Málaga” en el ámbito de la acción social y ha explicado que tiene tres objetivos fundamentales. En primer lugar, un reto social, porque se busca “eliminar o reducir la inseguridad alimentaria, la exclusión sociolaboral y atajar problemas de salud” que se derivan de esas situaciones. “No nos limitaremos a saciar a las personas, sino que el reto es mejorar su nutrición, algo que está directamente relacionado en los niños, por ejemplo, con el fracaso escolar", ha asegurado el presidente, quien ha incidido en que se prestará una atención especial a los menores y a los mayores.

El segundo objetivo del proyecto es reducir el impacto medioambiental y el tercero es el económico, ya que al evitar la destrucción de excedentes se pueden obtener beneficios, por ejemplo, fiscales, además de imagen y sociales.

“Gracias a esta actuación podremos acercarnos a la realidad de estas personas, investigarla y desarrollar itinerarios personalizados que les ayuden a encontrar empleo o a solucionar problemas como la soledad no deseada”, ha añadido Salado, en referencia a cómo este proyecto colaborativo “va más allá” del reparto de comida. A través de una acción global, en el que el sector turístico es uno de los grandes implicados, se abarcarán “todas las facetas de vulnerabilidad de una forma sistémica para cambiar la estructura social en la que viven esas personas”, ha matizado el presidente de la Diputación.

El proyecto se gestionará a través de una plataforma tecnológica integrada que pondrá en contacto a todos los intervinientes: administración pública, sector privado y beneficiarios, todo ello con la participación también de Bancosol, la entidad que cuenta con el banco de datos de las familias vulnerables.

Según han indicado, el proceso de trabajo se está diseñando para que funcione sin fisuras: desde los donantes, al Banco de Alimentos, las entidades sociales y la llegada a los beneficiarios. Se llevará a cabo través de un proveedor de servicios sociales que gestionará todo el proceso con una base de datos única e integrada (desarrollada por la empresa Air Miles), que atienda a la realidad y las necesidades de esas personas.

En septiembre se celebrará un evento para dar a conocer el proyecto específico para el canal Horeca y se abrirán dos procesos de colaboración: uno para incorporar a los ayuntamientos de la provincia y otro para las entidades privadas. Y en octubre saldrá a licitación el proyecto para formalizar la contratación de cara al año que viene. Por lo tanto, el periodo de vigencia previsto de manera inicial será desde el año 2025 al 2030.

Agentes implicados

El presidente de la institución provincial, Francisco Salado, ha presentado “Málaga no caduca” junto al decano de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga, Antonio Guevara, y la secretaria general adjunta de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Dolores Olmo, en un acto en el que también han participado el presidente de Bancosol, Diego Vázquez, y el director general de Air Miles, Carlos Dimas, y al que también ha asistido el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (MAHOS), Javier Frutos. En el proyecto también colaboran otras entidades como la Consejería de Salud, la asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (AEHCOS), SpainNAB (Consejo Asesor para la Inversión de Impacto) y la consultora UpSocial.