Entrevista

«No se olvidará quién fue mi padre ni su injusta muerte por ETA»

El hijo del doctor Muñoz Cariñanos agradece a la Junta de Andalucía que el nuevo hospital de Sevilla lleve por fin el nombre de su padre

Pablo Muñoz Cariñanos
Pablo Muñoz CariñanosKiko Hurtado

«Cuando un joven pase por el hospital y se pregunte quién fue ese señor, alguien le explicará que fue una persona dedicada a salvar vidas y a curar a gente hasta que un día, por una sinrazón inexplicable, entraron en su consulta y decidieron darle seis tiros y matarlo. Es importante que no se olvide». Pablo es el hijo del doctor Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA en el año 2000, y que da nombre desde el pasado lunes al que fuera Hospital Militar de Sevilla. Un reconocimiento por el que la familia ha luchado durante 23 años, desde que lo matasen «de forma absurda, cruel y cobarde», como recuerda con emoción su hijo.

La expresidente del Gobierno José María Aznar prometió en 2003 que el hospital llevaría el nombre del prestigioso doctor, cuando el Ministerio de Defensa cediera el edificio a la Junta de Andalucía. Desde entonces, sus allegados han permanecido a la espera para tener este reconocimiento que ha supuesto una «inmensa felicidad» a la familia. «Nadie va a traer a nuestro padre de vuelta, pero al menos conseguimos que no se olvide quién fue mi padre, qué persona era, y lo injusto de su muerte. Es muy importante que conozcamos la historia de España para que evitemos errores tan terribles», afirma Pablo Muñoz Cariñanos, que ha seguido la vocación de su padre.

Es cierto que poco después de su asesinato, el Ayuntamiento puso su nombre al callejón donde el doctor tenía su consulta, pero la elección de su figura para ‘bautizar’ el nuevo complejo público sanitario supone mucho más. «Los jóvenes adultos de 30 años de hoy ya no tienen conciencia de quién fue mi padre ni de qué pasó. De hecho, mucha gente no sabe ni siquiera quién fue Miguel Ángel Blanco o no es consciente de hechos tan tremendos como el atentado de Hipercor. Cosas que a cualquier persona que lo viviese se le han quedado en su retina y en el corazón para siempre. Ahora se quieren borrar y hacer como que nunca existieron, pero hubo un momento en el que ibas a un supermercado y con una bomba podías llegar a matar a veintitantas personas que solo estaban comprando, intentando hacer sus vidas y ser felices. En Sevilla, sentíamos que en nuestra sociedad ya nadie sabía quién era mi padre y nos dolía muchísimo, pero gracias a este Hospital, el más puntero y moderno de Andalucía, el nombre de mi padre siempre estará ligado a esta ciudad», enfatiza.

El procedimiento de elección del nombre ha sido laborioso. «Juanma Moreno ha intentado ser justo», explica Pablo Muñoz Cariñanos. El pasado verano salieron una serie de candidatos y entre los cuatro más votados se realizó la votación final la pasada semana. Fue el personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS) el encargado de participar en la elección, algo que la familia le da mucho valor. lo que le da «más valor» a la familia. «Aún le tienen mucho cariño y se acuerdan mucho de él. Mi padre dejó una huella imborrable», destaca. «Es verdad que se hizo famoso porque trataba a grandes artistas como Rocío Jurado o Rafael, pero realmente mi padre a lo que dedicó su vida fue a curar el cáncer de laringe –relata–; su padre, mi abuelo, murió relativamente joven, con 40 años, y lo hizo de cáncer de laringe y mi padre, que era un bebé cuando falleció, decidió que quería curar el cáncer y se dedicaba realmente a eso. Yo siempre digo que cuando asesinaron a mi padre, los asesinos se llevaron con la de mi padre muchas vidas y mucha salud. Él se dedicaba a salvar vidas y en eso era el mejor».

La apertura de un nuevo hospital debería ser una grata noticia para todo el mundo, aunque en la batalla política, la oposición al Gobierno andaluz solo ponga reparos. Pablo Muñoz Cariñanos ve la figura del político como la de un «hombre de Estado», la de «alguien que intenta hacer la mejor gestión por sus vecinos y la gente que le rodea», pero cree, lamentablemente, que «la política ha tomado un cariz muy feo en los últimos años y hay personas que está dispuestas a estar en el Gobierno, legislando o en su posición, pase lo que pase y caiga quien caiga». «Por lo que a mí respecta, la sanidad andaluza es muy competente y se demostró con el Covid. Los dirigentes lo hicieron muy bien y hasta el conocimiento que yo tengo en Andalucía pocos reproches se pueden hacer. Se está haciendo un gran esfuerzo y como usuario y como médico estoy muy contento», afirma.

Mucho menos comprensivo es con el «blanqueo institucional» que el Gobierno de España está haciendo al terrorismo. «En la vida no todo vale, eso es algo que aprendí de mi padre. Hay que tener límites y cierta dignidad, como víctima del terrorismo, no puedo entender que se dé un altavoz y un atrio para hablar a asesinos convictos. La Justicia debería ejemplarizar en sus condenas para mostrar lo que no se debe hacer, porque si no, consigues que los hechos se repitan». La actual situación en España, a su juicio, lleva a la sociedad «al caos» y los límites con asuntos como el separatismo catalán y el independentismo terrorista «se han sobrepasado de largo». «No tengo duda, pagaremos las decisiones políticas que se están tomando», finaliza.