Solidaridad

LA RAZÓN reconoce a los voluntarios de la dana en los XII Premios Valores

La Casa Sagrado Corazón y el Banco de Alimentos de la Costa del Sol completan la lista de galardonados de esta edición

Hace cinco meses, el 29 de octubre, la Comunidad Valenciana sufrió una de las catástrofes naturales más devastadoras de las últimas décadas. Una dana arrasó numerosas localidades, dejando a su paso un saldo de más de 220 víctimas mortales, miles de personas desplazadas y cuantiosos daños materiales. Las escenas fueron dantescas: familias atrapadas en sus viviendas inundadas, calles anegadas convertidas en ríos de barro y localidades enteras incomunicadas. Ante semejante desastre, miles de personas anónimas, procedentes de todos los rincones de España, se movilizaron sin pensarlo, dando ejemplo de unidad y humanidad en uno de los peores momentos recientes del país. El desastre exigió la rápida movilización de todos los servicios de emergencias, bomberos, cuerpos de seguridad, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y, especialmente, voluntarios civiles, que desempeñaron una labor clave en la atención de las necesidades de todos los afectados. Es precisamente este esfuerzo solidario y la unión civil lo que LA RAZÓN ha querido honrar en esta XII edición del Premio Valores, junto a la Casa Sagrado Corazón de Málaga y el Banco de Alimentos de la Costa del Sol (Bancosol), reconociendo a todos esos héroes y heroínas anónimas que, en los peores momentos, dejan sus vidas de lado para ayudar a los que más lo necesitan.

La gala, que tuvo lugar ayer en el Museo Carmen Thyssen Málaga, estuvo conducida por la periodista Isabel Gómez y reunió a destacadas personalidades del mundo social, político y empresarial de la región. Entre los asistentes, acudieron el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco; y el vicepresidente primero de la Diputación Provincial de Málaga, Cristóbal Ortega.

El delegado de LA RAZÓN en Andalucía, José Lugo, abrió el acto agradeciendo a todas las instituciones que hacen posible que «año tras año» los Premios Valores sean una realidad. Durante su intervención, el delegado ahondó en el significado de la palabra «generosidad», un concepto que, según expresó, define a estos galardones desde su creación y, en concreto, a los premiados de esta duodécima edición.

Al hilo del anterior discurso, Ortega aseguró que estos premios «tienen el acierto de reconocer todos los años la labor que realizan las entidades sociales en Andalucía», un trabajo que consideró «un referente que tenemos que seguir» y que «permite que nos paremos a pensar en los valores que promueve y a donde nos lleva». Además, aprovechó su intervención para recordar que la Diputación de Málaga trabaja en un nuevo proyecto, «Málaga no caduca», junto a Bancosol, que pretende «aprovechar todos los excedentes alimentarios y mejorar la nutrición de más de 40.000 personas en situación de vulnerabilidad en la provincia de Málaga».

Por su parte, Blanco declaró que «el ejemplo de los galardonados nos inspira y nos fortalece como sociedad» y ahondó en los valores que promueven y están patentes, a partes iguales, en los voluntarios ante la dana, el Cottolengo y Bancosol. Asimismo, hizo referencia a que «en un mundo de desorden e incertidumbre», las entidades sociales realizan un trabajo de «servicio público con mayúsculas» que resignifican los valores de solidaridad y sentido común.

Entrega de premios

El primer galardón de la noche recayó en el colectivo «Voluntarios ante la dana», un grupo que aglutinó a miles de voluntarios procedentes de toda España y que desempeñó labores fundamentales durante la catástrofe desde la Universitat Politècnica de València (UPV). Estos voluntarios distribuyeron toneladas de material de emergencia, gestionaron alojamientos temporales para más de 150 efectivos diarios, incluyendo bomberos, policías y sanitarios y canalizaron ayuda humanitaria proveniente de universidades y asociaciones solidarias del resto del país. En esta institución nació la web que, a partir de un simple grupo de Whatsapp, se convirtió inmediatamente en una potente herramienta de colaboración con los afectados de la dana en la que se volcaron miles de personas. En representación del colectivo, Javier Esquerdo, uno de los responsables de la coordinación operativa y logística durante la crisis, recogió el premio de manos de la consejera de Empleo y extendió su agradecimiento «a todos los estudiantes y universidades» que ayudaron a las personas que «más lo necesitaban». El estudiante recordó los «momentos de miedo, angustia, incertidumbre y soledad» que se vivieron durante la dana, pero resaltó «la ola de solidaridad», especialmente de los jóvenes, que provocó esta situación y que demostró «que la unión y la empatía son los caminos a seguir en los momentos más difíciles».

El siguiente premio fue a parar a la labor humanitaria de la Casa del Sagrado Corazón, conocida en Málaga como el Cottolengo. Esta institución, fundada en 1965 por el padre Jacobo, es conocida por acoger anualmente a decenas de personas en situación crítica de abandono social y sanitario. Actualmente, la institución atiende a cerca de 45 residentes, algunos de las cuales llegan tras situaciones de abandono o en condiciones graves de vulnerabilidad. Destaca particularmente por no recibir subvenciones públicas, dependiendo exclusivamente de aportaciones voluntarias y eventos solidarios. El alcalde de Málaga entregó el reconocimiento al Padre Gabriel Leal, vicepresidente de la fundación, que estuvo acompañado por dos religiosas que atienden día a día a los residentes de la casa de acogida, la hermana Teresa y la hermana Ana. Leal agradeció el premio e insistió en que esta plataforma sirve para «dar visibilidad a personas que para otras muchas no existen».

El tercer premiado fue Bancosol, el Banco de Alimentos de la Costa del Sol, una entidad con más de 27 años de trayectoria que distribuye a diario alimentos a casi 30.000 personas en situación de necesidad en la provincia de Málaga, un tercio de las cuales son menores de edad. Asimismo, Bancosol no solo aporta ayuda alimentaria básica, sino que también impulsa programas de inclusión laboral que han permitido a más de 1.300 personas encontrar un empleo y dejar de necesitar asistencia alimentaria en los últimos años. Ortega, entregó el galardón a Diego Vázquez, presidente de Bancosol, que garantizó que su entidad «seguirá trabajando por dignificar la situación de las personas vulnerables».

Por último, De la Torre, que clausuró la entrega de premios, reiteró el orgullo de Málaga por acoger un evento tan significativo para la ciudad que resalta cada año lo mejor de la sociedad civil: la empatía, el esfuerzo desinteresado y la solidaridad en tiempos difíciles.

El evento contó con el patrocinio del Ayuntamiento de Málaga, la Diputación provincial, Formación Universitaria y Helvetia Seguros, además del Museo Carmen Thyssen Málaga, Alabardero Catering & Experiences, Only You Hotel Málaga y Cervezas Victoria.