Ser gafe

El Real Betis Balompié cerró su círculo en la final ante el Chelsea donde le metieron cuatro goles. Del «Eurobetis», el «Betisweno» al «Betiscampeón», pero acabó en su esencia más clásica: el «manquepierda», el mejor lema que cualquier ser inteligente pueda aplicarse para disfrutar de la felicidad desde el fracaso. Estoicismo puro, saber que lo que de verdad vale la pena no es llevarse la copa a su casa sino recorrer el camino que va de Heliópolis a Polonia, aunque la vuelta se haga por la calle de la Amargura.

A María Jesús Montero, secretaria general del PSOE-A de vez en cuando, se le ocurrió la idea de asistir al partido con el fin de figurar, salir en la tele y hacerle sombra, de la mala, a Juanma Moreno. No es la primera vez y como además hubo bronca en el Parlamento por la ausencia del presidente en el Pleno, mucho mejor. Todo iba bien para los béticos hasta que ella salió por la tele en el descanso para hacer las predicciones del segundo tiempo. Cual pitonisa ante la bola de cristal anticipó que vendrían más goles como quien anima al público en una tómbola.

Suponíamos que sus dotes adivinatorias iban destinadas a mejorar el marcador verdiblanco, pero los tantos llegaron de la delantera londinense como los Cuatro Jinetes del Apocalipsis a San Juan. «Con lo bien que iba todo». Para explicar el desastre, más de unos cuantos la señalan como la causante de la tragedia. La mala suerte se crea también y lo peor del mundo es ser un gafe. Un sambenito muy español que una vez que te lo colocan ya no te lo quitan hasta que llega a tu casa el tío del Ocaso. La condición de gafe es vitalicia. Decía Michi Panero que en la vida se puede ser cualquier cosa menos un coñazo. Si el gafe se convierte en la quintaesencia del plasta y además te jode todo lo que tengas alrededor, mejor buscarse otros amigos. Creo que en el PSOE-A deberían tomar nota y pensar en los vaticinios de Montero, porque si tiene el mismo tino que con el Betis ya saben ustedes cómo van a quedar las criaturitas en las próximas andaluzas.