Política

Siete años del «cambio» en Andalucía sin la mayoría absoluta segura

La hoja de ruta del presidente andaluz pasa por gobernar sin tutelas de otros partidos y repetir los comicios si es necesario

Juanma Moreno
Juanma MorenoJunta de Andalucía

«¿Alguien se imagina lo que sería ir a un funeral y que el muerto se levante de repente, resucitando delante de todo el mundo? Pues eso más o menos es lo que me ocurrió a mí la noche electoral del 2 de diciembre de 2018. Resucité... políticamente. Resucité, claro está, para quienes me daban por muerto», relata el presidente de la Junta en su «Manual de convivencia». Aunque Juanma Moreno también retrata en su libro de memorias, en relación a las dudas sobre su liderazgo antes de su llegada a la Junta, que Rajoy le «dio un consejo: 'Haz como yo; no leas la prensa'», el presidente andaluz está más que al tanto del pulso de la calle y sabe que, sobre todo, tras la crisis de los cribados y con la repercusión del «caso Mascarillas» en Almería la mayoría absoluta está en juego.

El propio líder del PP-A y presidente andaluz admitió –en Espejo Público– que está «preocupado» por el efecto electoral a pesar de haber tomado medidas de inmediato: «Me preocupa porque evidentemente Almería es uno de los grandes bastiones que tenemos en términos electorales, una provincia que siempre tradicionalmente ha apostado por el PP y por eso vamos a estar muy pendientes de este caso y vamos a actuar con toda la contundencia del mundo para dejar claro que actuamos no solo con transparencia sino también con contundencia cuando hay un caso como este», señaló. En los últimos comicios de 2022, sólo en Málaga obtuvo el PP más apoyos que en Almería, donde Moreno consiguió el 45,53% de los votos logrando seis escaños por los tres del PSOE. Preocupa más que el crecimiento socialista el auge de Vox. El Centra dio en septiembre a los de Abascal una subida del 2,4%, el 15,9% de los votos y de entre 16 y 18 escaños por los 14 que tiene en la actualidad. Este aumento coincide con la reducción de expectativa de voto para el PP del último «CIS andaluz», que ya dejaba a los populares en el filo de la mayoría absoluta.

La hoja de ruta la ha explicitado Moreno: mayoría suficiente para gobernar –parafraseando a Aznar con Fraga–«sin tutelas ni tutías» y, en caso contrario, si Vox se echara a la parra, repetición electoral. La victoria de Moreno en las urnas se sigue dando por segura pero caer de los 55 escaños de la mayoría absoluta tras meses rebasando esta cifra en la demoscopia se sentiría como una derrota con silenciador, incluso en términos nacionales. «No tengan tanta prisa. Por lo general, los gobiernos se desgastan solos con sus errores y son los ciudadanos los que terminan cambiándolos», señaló Juanma Moreno en el Parlamento durante el debate de política general anterior al más reciente sobre el Estado de la Comunidad, el cual se convirtió en otro monográfico de Sanidad.

El deterioro sanitario fue una de las principales causas del fin de los gobiernos socialistas en la Junta, unido al desgaste de más de tres décadas en el Ejecutivo más los casos de corrupción como los ERE o la Faffe. Todo sumó a modo de gota malaya pero el detonante final fue la gestión sanitaria, con las mareas blancas en las calles. Juanma Moreno siempre ha sido consciente de ello y ha tratado desde 2019 de dotar de consistencia un sistema sanitario con fortalezas y claros signos de agotamiento. Por eso está el «hombre de las emergencias» Antonio Sanz al frente de la Consejería. El objetivo es «la mayoría de estabilidad», siete años después de la gesta de Moreno retratada como «lo imposible».