
En Teruel
Uno de 570 vecinos y casi papa: así es el pueblo donde nació el cardenal turolense del cónclave
Creta se ubica en la denominada como la 'Toscana española', por la belleza de sus paisajes

El arzobispo y cardenal natural de Teruel, Juan José Omella, tuvo el gran honor de ser nombrado cardenal por el papa Francisco, fallecido por un ictus el pasado mes. Ocurrió el 28 de junio de 2017, y otorgándole además el Título de Santa Croce in Gerusalemme. Pero además, el religioso aragonés es uno de los 120 cardenales que pueden ser elegidos en el expectante cónclave para elegir al nuevo pontífice.
Omella tiene así una intachable trayectoria en la Iglesia Católica, vocación que posiblemente ya empezaría a borbotear en su pueblo pequeño natal. Creta, emplazado en la comarca del Matarraña, o también conocida como la 'Toscana española'. Porque esta zona de la provincia turolense recuerda en buena medida a la turística región italiana por sus paisajes, lagos naturales y su mucha terracota.
Emplazamiento natural inigualable
Situado entre Valderrobres y Calaceite, el municipio del sacerdote es uno de los 18 pueblos que componen tan fascinante región. Con solo 570 habitantes censados según los datos más recientes del INE, Creta tiene una ubicación de ensueño: se encuentra en el barranco de Calapatá, convirtiéndose así destino perfecto para una escapada de fin de semana.
Enclave natural aparte, su casco histórico también merece gran atención. Y es que sus principales edificios históricos, perfectamente conservados, son en su mayor parte de estilo gótico. Destacan entre otros, los siguientes monumentos arquitectónicos: el portal de la capilla de San Antonio de Pauda, perteneciente a muralla medieval del pueblo, o su preciosa Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI.
Muy cerca, un impresionante poblado íbero
Pero es que incluso hasta sus casas son dignas de conocer. Destaca, por ejemplo, la denominada como Casa Turull, un caserón señorial típico aragonés de 1746, y, cómo no, la calle Mayor de la villa, a la que se llega atravesando el arco que se abre en la Casa Sapera, del siglo XV, y que termina en su esplendorosa Plaza Mayor. Por otro lado, Cretas se enorgullece de contar con relevantes yacimientos arqueológicos, como por ejemplo el poblado íbero de Els Catellans, que conserva espectaculares elementos defensivos.
Y ahí más. Porque a tan solo 200 metros del encantador pueblo donde nació Omella, rodeada de cipreses, puede visitarse la ermita de Nuestra Señora de la Misericordia. Muy cerca de aquí, también, el camino de Val de Zafán es una delicia para los apasionados de la naturaleza. Se trata de una Vía Verde que recorre las 'estaciones fantasma' entre Valjunquera y la Estación de Lledó, que jamás vieron pasar ningún tren.
Para delicias, los manjares culinarios de los siguientes restaurantes con los que termina este recorrido por el pueblo natal de un clérigo que, a lo mejor, podría ser el nuevo Santo Padre en el mundo. De Cretas no hay que irse sin disfrutar de la cocina tradicional de algunos de estos restaurantes: Bar Restaurante Cretas, en la calle Ermita, 10, o Restaurante Ca la Serreta, en la calle de la Cruz, 11.
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