Naturaleza

Una gruta milenaria y una playa de arena negra: el secreto mejor guardado de Canarias

El entorno, declarado Monumento Natural, abarca 31,8 hectáreas de puro espectáculo volcánico y atlántico

Cuevas de Ajuy
Una gruta milenaria y una playa de arena negra: el secreto mejor guardado de CanariasFuerteventura

En la costa Fuerteventura, oculto entre acantilados, se encuentra uno de los rincones más antiguos y fascinantes del archipiélago canario, como son las Cuevas de Ajuy. Este paraje natural, situado a apenas nueve kilómetros del municipio de Pájara, guarda en sus entrañas una historia que se remonta más de 100 millones de años, al periodo Cretácico.

Formadas por coladas de lava y sedimentos marinos que emergieron desde 3.000 metros de profundidad, estas cavidades pertenecen al conocido complejo basal de la isla. Se trata, en efecto, de la base geológica sobre la que comenzó a levantarse Fuerteventura y, posteriormente, Lanzarote. Por su antigüedad y su valor científico, las Cuevas de Ajuy figuran entre los 150 lugares de mayor interés geológico del planeta.

El entorno, declarado Monumento Natural, abarca 31,8 hectáreas de puro espectáculo volcánico y atlántico. Las formaciones rocosas esculpidas por el tiempo y el mar ofrecen al que lo visita un auténtico viaje al pasado de la Tierra. En su interior, además de las imponentes cavidades, se pueden observar sustratos sedimentarios creados en las profundidades oceánicas hace millones de años, una duna fósil y antiguos hornos de cal que dan testimonio del uso humano de este enclave.

Pero la experiencia no termina ahí. Desde el sendero que lleva a las cuevas se puede contemplar el constante embate del océano contra las rocas, con vistas privilegiadas que alcanzan su punto culminante al atardecer, cuando el sol se despide en el horizonte y tiñe los acantilados de tonos dorados y rojizos.

El cercano pueblo pesquero de Ajuy, de casas bajas y alma tranquila, añade un encanto particular a la visita. Con su peculiar playa de arena negra y restaurantes donde el pescado fresco es el rey, este rincón costero invita a la calma y a saborear lo auténtico. Además, tiene un papel clave en la historia de Canarias: fue el punto de desembarco del conquistador normando Jean de Béthencourt, quien inició desde aquí la conquista de las islas a comienzos del siglo XV y fundó la cercana Betancuria, antigua capital insular.

Cómo llegar

Para llegar hasta las Cuevas de Ajuy de Fuerteventura lo más recomendable es aparcar en el pueblo de Ajuy, después solo tendréis que recorrer a pie un camino de algo más de un kilómetro para encontraros con el impresionante panorama antes de llegar a las cuevas.

Si visitáis las cuevas por la tarde es recomendable aprovechar para disfrutar de una de las mejores puestas de sol de Fuerteventura, ya sea desde los acantilados, como desde el pueblo o la playa.

Al final del camino se encuentran las escaleras de bajada a las cuevas, tras las cuales podréis disfrutar de las vistas desde dentro mientras os sentís profundamente pequeños