La historia del cementerio que se niega a morir frente a una de las playas más visitada de España

Ubicado en una de las playas más famosas de Canarias -para lo bueno y para lo malo-. El antiguo cementerio de San Andrés, justo al lado de Las Teresitas, en Santa Cruz de Tenerife, constituye un vestigio silencioso de la historia sanitaria y social de la isla. Construido en 1893 como respuesta urgente a una epidemia de cólera, el camposanto acogió durante más de siete décadas los restos de los vecinos del barrio marinero de San Andrés, hasta su cierre definitivo en 1964.

Durante décadas, este camposanto ha sido objeto de tensiones entre el desarrollo urbanístico y la memoria histórica. En los años setenta, los planes de remodelación de la playa contemplaban su demolición. No obstante, una intensa movilización vecinal logró frenar su desaparición, alzando la voz en defensa de lo que consideraban el último rastro tangible de sus antepasados.

El cementerio sobrevivió a diversos intentos de eliminación, tanto por omisión institucional como por presión urbanística. Estos procesos, en algunos casos envueltos en polémicas judiciales como el conocido “Caso Las Teresitas”, no lograron borrar su legado. La oposición popular fue determinante para garantizar su conservación y reconocimiento como parte del patrimonio histórico de San Andrés.

Recuperación del patrimonio

Hoy, este lugar histórico de Santa Cruz de Tenerife se prepara para una nueva etapa. En 2023, el Gobierno de Canarias anunció un proyecto de restauración integral del recinto. La iniciativa incluye la rehabilitación de la capilla, la consolidación de los muros perimetrales y la instalación de un sistema de iluminación que permita su integración como punto de interés cultural.

Con esta actuación, se pretende no solo rescatar un espacio simbólico de los vecinos chicharreros, sino también poner en valor un patrimonio que ha resistido el paso del tiempo y las presiones del desarrollo turístico. El Cementerio de Las Teresitas se convierte así en un lugar de memoria y reflexión, en pleno corazón de una de las playas más visitadas del Archipiélago.