
Castillo
Viaje al siglo XV: la joya medieval más antigua de Canarias
En el siglo XX, este castillo fue reconocido como Bien de Interés Cultural

El Castillo de La Luz se erige como la fortaleza más antigua de Canarias testigo inmutable de la historia y el devenir de las islas. Su emplazamiento coincide con la fundación del Real de Las Palmas en junio de 1478, marcando el inicio de un legado arquitectónico de gran valor. En sus orígenes, a finales del siglo XV, la estructura respondía a un diseño medieval: un sólido recinto cuadrangular de tres plantas concebido para la defensa de la recién conquistada isla.
A diferencia de otras construcciones de su tiempo, el Castillo de La Luz fue edificado mediante un proceso por aluvión, desarrollado en tres fases sucesivas. En primer lugar, se erigió la imponente Torre Fajardo como núcleo central de la fortaleza. Posteriormente, en 1547, se reforzó su capacidad defensiva con la incorporación de una barrera artillera. Finalmente, en 1563, se completó su fisonomía con la construcción de una muralla exterior, consolidando así su carácter inexpugnable.
Ya en el siglo XX, el Castillo de La Luz fue reconocido como Bien de Interés Cultural, garantizando su preservación como parte del patrimonio histórico de Canarias. Su transformación en espacio artístico y museístico fue llevada a cabo por el prestigioso estudio de arquitectura Nieto-Sobejano, en una intervención que no solo revitalizó el edificio, sino que también sacó a la luz vestigios ocultos durante siglos. Durante los trabajos de restauración, se descubrieron elementos originales de la fortificación primitiva que habían permanecido sepultados desde el siglo XVI, cuando la construcción de la muralla exterior los dejó en el olvido.
Hoy, el Castillo de La Luz se erige no solo como un símbolo de la resistencia y la historia insular, sino también como un enclave cultural donde pasado y presente dialogan a través del arte y la memoria.
Símbolo de Las Palmas de Gran Canaria
Ubicada en el estrecho Istmo de La Isleta, entre el bullicioso puerto y la icónica Playa de Las Canteras, la silueta del Castillo de La Luz sigue imponiéndose en el horizonte, como un hito arquitectónico que desafía el paso del tiempo. Su presencia no solo evoca la memoria de un pasado marcado por la defensa y la conquista, sino que también se integra en el paisaje urbano como un símbolo de identidad para la ciudad.
Más allá de su imponente estructura y su relevancia histórica, el Castillo de La Luz alberga en su interior un vibrante espacio dedicado al arte y la reflexión. Como sede de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, la fortaleza ha trascendido su función original para convertirse en un punto de encuentro donde la creatividad y la historia dialogan. En este lugar, el legado del escultor canario Martín Chirino convive con las huellas de un pasado centenario, otorgando al castillo una nueva dimensión cultural.
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