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Comer bien

¿Buscas un menú de verano bueno, bonito y barato en Cantabria? Aquí es

Las albóndigas caseras y el pudin de queso han coronado a este local como un templo de la buena cocina cántabra

¿Buscas un menú de verano bueno, bonito y barato en Cantabria? Aquí es Tripadvisor

Con la llegada del verano, los días se alargan, las terrazas se llenan y comer bien fuera de casa se convierte en casi un ritual. Pero encontrar un menú del día que sea sabroso, casero, generoso y asequible no siempre es tarea fácil. Sin embargo, en pleno corazón de Santander hay un restaurante que ha conquistado a locales, viajeros y trabajadores de paso: El Figón.

Ubicado en la calle Cardenal Cisneros número 5, este restaurante familiar ha hecho de lo cotidiano un arte. Aquí, el menú del día no es una solución rápida, es una experiencia completa: siete primeros, siete segundos, bebida, postre… y todo por solo 11,90 euros. Un precio que parece del pasado, pero con calidad del presente.

Pudin de queso, "una locura"

“Aquí se come como en casa, pero sin tener que fregar los platos”, bromea Antonio, transportista habitual de la zona que no duda en desviarse unos minutos para sentarse en una de sus mesas. Lo que lo trae de vuelta a este restaurante no es solo el precio, sino el sabor: albóndigas en salsa que recuerdan a las de la abuela, merluza en su punto, pollo asado jugoso, lomo adobado, huevos con morcilla… y ese famoso pudin de queso que, según los clientes, “es una locura”.

Postres caseros en El Figón.Tripadvisor

La historia de El Figón es también una historia de herencia. Al frente de los fogones están varias generaciones de una misma familia que han sabido mantener viva la esencia de la cocina tradicional sin renunciar a la eficiencia del día a día. Cada plato lleva el toque de quien ha aprendido el oficio con paciencia, a fuego lento y con cariño .El Figón se enorgullece de trabajar con productos de cercanía y de temporada, asegurando la frescura y la calidad en cada elaboración.

Su carta es un viaje por los sabores de Cantabria, donde destacan los guisos caseros, las carnes de primera calidad y, por supuesto, una amplia variedad de pescados y mariscos del Cantábrico recién traídos de la lonja. Platos como el cocido montañés, las rabas de calamar o la merluza a la cazuela son otros ejemplos de las delicias que podrás encontrar.

Pero no solo de recetas vive el éxito de este local. El ambiente cálido, el trato cercano y la rapidez del servicio son tres ingredientes que completan el plato. El comedor suele llenarse ,especialmente en verano, con trabajadores, turistas y vecinos que saben que aquí el menú no defrauda.

Cantabria es tierra de buena mesa, y destacar entre tantas opciones no es sencillo. Sin embargo, El Figón lo ha conseguido a base de honestidad culinaria, raciones abundantes y una filosofía sencilla: dar de comer bien.

Si este verano pasas por Santander, toma nota. A veces, la felicidad cuesta menos de 12 euros… y sabe a albóndigas caseras.