Alertan de un parásito en Castilla-La Mancha que puede provocar secuelas de por vida

La entrada del verano y las altas temperaturas llevan consigo la proliferación de numerosas especies de insectos, arácnidos y parásitos que pueden afectar gravemente a la salud. El más habitual es el mosquito tigre, muy presente en el área mediterránea, que puede transmitir enfermedades como dengue, chikungunya y zika. Otro insecto similar al mosquito es el flebotomos, muy rpesente en zonas secas y cálidas de todo el país -con más presencia en el sur-, que portan dolencias como la leishmaniosis, una enfermedad grave para perros y que también puede afectar a los humanos. La avispa asiática prolifera en el norte y su picadura ha provocado ya numerosas muertes debido a que son muy peligrosas para las personas alérgicas. Otro de las especies más presentes durante las altas temperaturas son las garrapatas, unos animales pequeños y aparentemente inofensivos pero que pueden provocar graves problemas para la salud. De hecho, la consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha alertado de su presencia en la región y ha pedido a la ciudadanía que se tenga un especial cuidado con las picaduras de estos parásitos.

Las garrapatas son artrópodos que actúan como parásitos alimentándose de la sangre de animales, incluido el hombre. Se encuentran en áreas secas de campo, especialmente en las que hay ganado o fauna salvaje. El riesgo que conlleva su picadura son enfermedades como “la borreliosis, la enfermedad de Lyme, la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, la rickettsiosis o la anaplasmosis”, tal y como informa la Junta en sus redes sociales.

De este modo, desde la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha advierten que las picaduras de estos parásitos pueden resultar “potencialmente graves”, y generar enfermedades como “la borreliosis, la enfermedad de Lyme, la fiebre hemorrágica Crimea-Congo, la rickettsiosis o la anaplasmosis”, tal y como han informado a través de redes sociales. Castilla-La Mancha registró el primer caso de fiebre hemorrágica Crimea-Congo durante el verano de 2024. Por ello, han lanzado una serie de consejos a la población, como la de “utilizar repelentes autorizados y proteger a las mascotas con desparasitarios”, especialmente en si se realizan visitas al campo o se camina por zonas de vegetación, lugares por los que se deberá circular por mitad del camino para evitar entrar en contacto con las plantas. La vestimenta también es importante y destacan que es recomendable llevar ropa clara y manga larga para reducir el riesgo. Otra de las precauciones que se deben tomar es que al llegar a casa tras una salida al campo, revisar el cuerpo en busca de estos parásitos especialmente en las zonas de las axilas, el pelo y el ombligo”. Si la salida se realiza con mascotas, repetir la misma operación con ellos.

Si la garrapata se encuentra anclada a la piel se la extraerá cuidadosamente con pinzas de borde romo y se desinfectará con povidona yodada o clorhexidina. Se desaconseja la retirada de las garrapatas fijadas por los sistemas tradicionales (algodón con alcohol, aceite, vaselina, petróleo, anestésicos, cortarlas con una tijera, tirar con los dedos de ellas, aplicar calor, etc..), ya que han sido considerados de riesgo, facilitando el contagio de los patógenos que pudieran albergar. Nunca se debe tirar la garrapata. No esperar a que se desprenda, debe se extraída del cuerpo lo antes posible. Ésta puede ser una muestra clínica de gran valor y orientar las posibilidades diagnósticas. Se puede conservar en un bote con papel húmedo y en el caso de que se desarrollen complicaciones se puede enviar para su clasificación y posible estudio de los microorganismos que vehicula.

Según explica la web del Ministerio de Sanidad, las picaduras de garrapata producen una lesión local leve autolimitada (pápula pruriginosa, eritema) que no requiere asistencia sanitaria. Con menor frecuencia aparece una lesión cutánea más extensa (celulitis, úlcera necrótica) que puede precisar tratamiento local. Sólo en un pequeño porcentaje de picaduras de garrapata se producen complicaciones. Hay que tener claro que no todas las garrapatas transmiten enfermedades, ni pican a humanos. Existe una cierta especificidad y cada especie de garrapata transmite (en el caso de que esté infectada) un determinado agente patógeno.