En Castilla-La Mancha también hay playa: te contamos donde

Posiblemente uno de los pocos aspecto negativos que tenga la comunidad de Castilla-La Mancha sea que no tiene costa ya que se encuentra en todo el centro de la península. Sin embargo el ser humano ha demostrado a lo largo de su historia que es capaz de crear entornos artificiales en lugares donde anteriormente era imposible que surgiesen.

Este es el caso de esta playa artificial que fue creada en 1943 y que desde entonces se ha convertido en un destino referencia para los habitantes de la zona que quieren pasar el día en mitad de la naturaleza mientras toman el sol o se refrescan en sus aguas.

Junto a la mano de obra humana, el río Júcar fue uno de los principales causantes en crear este paraje mitad natural mitad artificial denominado oficialmente Playa Artificial de Cuenca que se encuentra a tan solo dos kilómetros de la ciudad conquense. Las aguas frías y verdosas del Júcar bajan desde la serranía del Sistema Ibérico hasta esta playa donde se calman y forman una balsa de unos 40 metros de ancho gracias a la pequeña presa ubicada al final de este complejo.

Los nadadores mas aventureros compiten cada verano con las piraguas por conseguir llegar hasta el puente de las Granjas que se encuentra dos kilómetros río arriba desde el muelle. A pesar de estar construida artificialmente, esta playa artificial es todo un refugio natural ya que alberga un gran variedad de fauna y flora que convive a las orilla del Júcar.

Un dato curioso de esta playa artificial es que en 1968 una gran roca que cruzó la carretera y fue a caer en la entonces recién estrenada piscina de ‘La Playa’ que tuvo que ser reconstruida. Sin embargo, la roca no se retiró por completo, sino que parte de ella sirvió como base para el fondo de la nueva piscina.

Además si vas con hambre, casi pegado a la orilla se encuentra el restaurante 'La Playa de Cuenca' que ofrece un menú por 25 euros que incluye un primero, un segundo, postre y bebida.

La entrada a la playa cuesta 4 euros para los adultos y los niños entran gratis. Si quieres coger sitio en una de las mejores mesas a pie de playa y evitar coger una insolación deberás madrugar sobre todo los fines de semana.

Sin duda este destino se ha convertido en todo un reclamo veraniego ya no solo para los conquenses sino para los miles de personas que visitan la ciudad de Cuenca y quieran descansar a la sombra de los árboles mientras se dan un chapuzón en las aguas del río Júcar.