Coronavirus

Relevos virtuales hasta Santiago contra el cáncer

Alrededor de sesenta “corregrinos” participan desde casa en una original, deportiva y solidaria iniciativa jacobea para hacer más llevadera la cuarentena

César Fernández Buitrón, uno de los impulsores de la iniciativa "A Santiago contra el cáncer", en su casa realizando ejercicios de acondicionamiento
César Fernández Buitrón, uno de los impulsores de la iniciativa "A Santiago contra el cáncer", en su casa realizando ejercicios de acondicionamientoLa Razón

Para los cristianos, peregrinar hacia Santiago de Compostela para darle un abrazo al Santo y mayor evangelizador de la Península Ibérica, es algo casi de obligado cumplimiento desde que hace más mil años se encontraran supuestamente sus restos en la capital gallega. Una Ruta que, además de ser el mayor foco de atracción turística de Castilla y León, supone un viaje y una experiencia sin igual para quien lo realice, ya sea andando o en bicicleta principalmente. Un antes y un después. También para los menos creyentes e incluso ateos, puesto que realizar la ruta jacobea traspasa lo religioso y se ha convertido en una prueba o desafío personal para la gran mayoría por causas muy diversas, como pueden ser la reflexión personal o la renovación espiritual, para hacer amigos y disfrutar de las tradiciones, por una promesa o simplemente por altruismo y solidaridad. Entre estos últimos motivos puede incluirse la lucha contra el cáncer y las ganas de muchos de poder aportar su granito de arena a esta causa de la mejor manera que saben o pueden, como es peregrinar hasta Santiago y donar una cantidad de dinero asociada a los kilómetros recorridos para la investigación o para que se puedan llevar a cabo proyectos que ayuden a salvar vidas humanas.

Y desde el año 2011 es lo que vienen haciendo un grupo de peregrinos solidarios o “corregrinos”, como así se llaman entre ellos que, en colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de León, realizan el Camino de Santiago francés desde Saint Jean Pied de Port, en el país galo, hasta Santiago de Compostela -salvo el primer año que lo hicieron desde León-, para recaudar fondos y destinarlos después a la investigación contra esta enfermedad. Una iniciativa denominada “A Santiago contra el cáncer” que gana adeptos cada año. De hecho, según cuenta a LA RAZÓN César Fernández Buitrón, uno de sus impulsores, han pasado de participar diez personas en la primera edición y recaudar 1.500 euros, a los ochenta corregrinos del pasado año y más de 52.000 euros obtenidos, que elevaron a 244.458 euros los que han conseguido con esta altruista iniciativa en esta década.

Otro de los participantes en esta iniciativa que ha optado por una cinta de correr para llegar de forma virtual a Santiago de Compostela
Otro de los participantes en esta iniciativa que ha optado por una cinta de correr para llegar de forma virtual a Santiago de CompostelaLa Razón

Pero la irrupción del coronavirus en nuestro país, con la obligada cuarentena social que alcanza este viernes su decimotercera jornada amenazando con extenderse más allá del 11 de abril previsto, y con unas consecuencias posteriores aún imprevisibles, ha hecho que este grupo de inquietos y solidarios deportistas piense en alguna alternativa ante el riesgo de que no se pueda llevar a cabo la edición de este año prevista para la semana del 21 al 28 de junio. Y, de paso, hacer más llevadero este tiempo de espera en casa.

Y se les ha ocurrido organizar 23 etapas del Camino de Santiago virtuales con el mismo recorrido, desde Francia a Santiago, para realizar desde casa ya sea en bicicleta estática, a través de una elíptica, en una cinta para correr o mediante ejercicios físicos de acondicionamiento general, que tienen su equivalencia en kilómetros. “Los corredores se agrupan por relevos, como suelen hacer durante la carrera, y desde sus casas van sumando kilómetros hasta que se dan el testigo a través de un grupo de whatsapp que hemos creado”, explica César Fernández, quien destaca la gran acogida que ha tenido la iniciativa en la que están participando sesenta peregrinos virtuales.

“Cada día cubrimos una etapa de unos 30 kilómetros más o menos, para llegar a Santiago de Compostela coincidiendo con el final del actual estado de alarma previsto para el 11 de abril”, afirma este corregrino, que avanza a este periódico que si esta situación de excepcionalidad se alarga en el tiempo, cuentan ya con nuevos recorridos en mente hasta Santiago, como el Camino del Salvador, que une León y Oviedo. Y es que ya lo dice el sabio refranero popular: "Quien va a Santiago y no va al Salvador, honra al criado y deja al Señor”.

Una de las participantes en esta iniciativa que ha optado por realizar el camino virtual hasta Santiago en bicicleta estatática
Una de las participantes en esta iniciativa que ha optado por realizar el camino virtual hasta Santiago en bicicleta estatáticaLa Razón

La forma de contabilizar los kilómetros es la siguiente: una vez terminado el ejercicio se transforma el tiempo empleado en kilómetros, según el ritmo de carrera que lleve cada participante en una etapa normal del Camino. “Así, por ejemplo, si una persona corre a una media de cinco minutos por kilómetro durante media hora, se le computarán seis kilómetros de camino virtual”, explica César, quien ha apostado por los ejercicios de mantenimiento para hacer su particular peregrinaje virtual con el objetivo de “dar visibilidad a la lucha contra el cáncer y, de paso, aprovechar esta cuarentena para hacer deporte y mantener la cabeza despejada”.

Este viernes, según el calendario e itinerario previsto en “A Santiago contra el cáncer” han culminado la octava etapa que, si fuera presencial, les hubiera llevado por tierras riojanas hasta el límite con Castilla y León y más en concreto con la provincia de Burgos. Así que por delante les quedan todavía 15 etapas hasta llegar virtualmente a Santiago de Compostela y darle un abrazo, también virtual, al Santo.