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La juventud que sale de Castilla y León tiene una cualificación muy superior a la que llega

Un estudio de la Asociación de Geógrafos Españoles posiciona a la Comunidad como “fábrica de talentos” al ser el territorio autonómico que lidera la salida de jóvenes con formación universitaria

Estudiantes de la Universidad de Salamanca
Estudiantes de la Universidad de SalamancaDavid ArranzIcal

Castilla y León lleva años padeciendo la salida de población de sus provincias, en especial de jóvenes cualificados que abandonan la Comunidad en busca de mejores oportunidades y condiciones laborales en otros territorios. Un estudio de Miguel González y Antonio López-Gay publicado por la Asociación de Geógrafos Españoles evidencia este drama poblacional que vive la Comunidad desde hace décadas. En él se apunta a la Comunidad como “fábrica de talentos” tras analizar el éxodo migratorio de las comunidades atendiendo al censo de 2011, aunque también evidencia que además de que son más los jóvenes que se van de Castilla y León que los que entran, su nivel formativo es muy superior al que se recibe.

Este estudio, que lleva por título ‘Emigración y fuga de talentos en Castilla y León’ apunta al perfil del emigrante de Castilla y León como una persona joven, con estudios universitarios y una alta cualificación, que trabaja por cuenta ajena y que generalmente no retorna a su lugar de origen. A pesar de que los datos analizados por este estudio se remontan a hace casi una década, se considera “bastante probable” que en los últimos años haya aumentado el nivel de instrucción de la población autóctona mientras que la oferta ocupacional “se haya precarizado aún más”, en especial atendiendo a la situación de crisis económica que se ha dado.

Los autores del informe puntualizan que el mantenimiento de un tejido productivo precario y un “marcado” desajuste entre las características de la oferta de trabajo y el nivel formativo de la población son los ingredientes fundamentales que harán que los jóvenes de Castilla y León sigan optando por salir fuera de la Comunidad en busca de mejores oportunidades laborales en otros territorios, que se verán beneficiados en la recepción de población, fundamentalmente Madrid.

Una de las principales conclusiones de este estudio es la elevada formación con la que cuentan los jóvenes de Castilla y León en relación al resto del país, una sobrecualificación que no es suficiente para encontrar un puesto de trabajo acorde en la Comunidad, lo que la convierte en la principal emisora de talento hacia otras comunidades. Uno de cada cuatro jóvenes de entre 25 y 39 años sale de la Comunidad frente al 13,1 por ciento de la media nacional, y si atendemos a la población con estudios universitarios, hasta el 35,5 por ciento de estos jóvenes opta por esta alternativa, frente al 16,5 por ciento nacional.

En términos absolutos, Castilla y León es la cuarta Comunidad emisora, con 126.615 jóvenes emigrantes, solo por detrás de Madrid (199.370), Cataluña (142.445) y Andalucía (149.965). Atendiendo a los jóvenes con estudios universitarios, Castilla y León es la segunda comunidad emisora, con 65.990 emigrados, detrás de Madrid, con 67.760.

Estudiantes de la Universidad de Salamanca
Estudiantes de la Universidad de SalamancaDavid ArranzIcal

Pero si Castilla y León es uno de los territorios autonómicos con mayor número de universitarios, ¿por qué estos optan por salir a otras provincias? El estudio hace referencia al “importante déficit” de actividades tecnológicas e innovadoras en Castilla y León, lo que supone un “desajuste” entre el nivel de cualificación de la población y la estructura ocupacional del mercado de trabajo, algo que no solo se detecta en Castilla y León donde, sin embargo, resulta más llamativa dada la mayor incidencia de la sobrecualificación de los jóvenes de Castilla y León.

Lamentablemente el saldo entre entradas y salidas de población joven en la Comunidad es negativo. Según el censo de 2011, el número de castellanos y leoneses que residen fuera ascendía a 126.100 personas mientras que el número de jóvenes nacidos en otros territorios y que se instalaron en Castilla y León era de 67.735, lo que dejó un balance negativo de 58.365 habitantes. Además, el estudio refleja que la población que llega a Castilla y León procedente de otros territorios presenta un nivel educativo inferior al de los castellanos y leoneses que salen.

Madrid, lugar de destino

Madrid es el principal lugar de destino de los jóvenes que salen de Castilla y León en busca de mejores oportunidades pero también ocurre al contrario y los madrileños optan por la Comunidad vecina como lugar para asentarse. El estudio cifra en un 65 por ciento de los 51.605 jóvenes de Castilla y León que fueron a vivir a Madrid los que tenían estudios universitarios, mientras que solo el 38 por ciento de los 18.070 madrileños que viajaron con destino a Castilla y León tenían esta misma formación. Tras Madrid, Cataluña era el segundo territorio preferido a la hora de abandonar la Comunidad, por delante de Valencia, Baleares o Andalucía. Por su parte, los intercambios con otras comunidades de circunstancias parecidas a las de Castilla y León, como Asturias, Galicia o Extremadura, se presentan más equilibrados.

Solo hay una Comunidad respecto a la que Castilla y León tiene un saldo positivo y es el País Vasco, en muchos casos hijos de retornados que, sin embargo, no tienen estudios universitarios en su mayoría

Mejor situación laboral

El estudio evidencia que la falta de empleos acordes al nivel de instrucción en Castilla y León es “un claro factor de expulsión”, y una mejor oferta en destino un factor de atracción, en busca en especial de categorías profesionales más elevadas, caso de directivos y gerentes, o técnicos y profesionales científicos e intelectuales. Además, la tendencia entre las personas con titulación universitaria es a emigrar más que en los casos de personas con estudios de ESO, o FP1.

Esto queda plasmado en el perfil laboral de los castellanos y leoneses de entre 25 y 39 años con estudios universitarios emigrados en las diferentes categorías. En el caso de aquellos que ocupaban los cargos de directivos y gerentes, el 6,2 eran emigrados y el 4,6 por ciento residían en Castilla y León; en el caso de los técnicos profesionales científicos e intelectuales, el 44,1 por ciento residía en la Comunidad frente al 54,5 por ciento que la habían abandonado.

La misma tendencia se da en el caso de los técnicos y profesionales de apoyo, un cargo que ocupan el 14,6 por ciento de los emigrados y un 13,7 por ciento residían en Castilla y León. Sin embargo, esta tendencia cambia en perfiles laborales más bajos como el de contables y administrativos (20,3 por ciento en Castilla y León y 15,4 por ciento emigrados) o trabajadores de servicios personales y restauración, con un 10,4 por ciento de trabajadores de Castilla y León y un 6,8 por ciento emigrados.