Vinos
Ópera Prima, el mejor escaparate de la Ribera del Duero
Gran acogida a esta gran cata de vinos con más de diez meses de barrica que aún no han salido al mercado celebrada en la localidad vallisoletana de Peñafiel
Más de 250 catadores, entre comerciales, sumilleres, distribuidores o directores de hoteles, de los cuales el 40 por ciento procedía de fuera de Castilla y León. Cincuenta vinos de la añada de 2019 o anteriores con más de diez meses de barrica que aún no han salido al mercado. Una treintena de botellas por vino abiertas, que suman 1.500 en total, además de 2.500 copas utilizadas y más de 750 botellas de agua abiertas también, como anécdota.
Estos son, grosso modo, los principales datos que se desprenden de la gran cata de vinos crianzas, reservas y gran reservas que se han podido degustar este lunes en la localidad vallisoletana de Peñafiel, cuna de la Ribera de Duero, en la que ha sido la edición número once de esta iniciativa que ha vuelto tras un año de parón por la crisis sanitaria del coronavirus y que ha vuelto a demostrar que es el gran escaparate de los vinos de la D.O Ribera de Duero.
“No hay ningún certamen o cata de este tipo en todo el mundo en el que se prueben tal volumen de vinos, ni siquiera en el Salón Gourmet de Madrid o en Alimentaria”, destaca a LA RAZÓN, Miguel Ángel Benito, sumiller y organizador de esta Cata Ópera Prima, quien pone de manifiesto también la importancia que este evento para la comercialización de los vinos pero también para los propios catadores participantes “que pagan por estar aquí”, apunta, por la renovación de vinos que supone para ellos.
Benito destaca igualmente la repercusión que esta cita tiene para las bodegas cuyos vinos han estado en las copas de esta gran cata por el hecho de que 250 catadores hayan podido degustar sus vinos así como la calidad de la añada de 2019, a la que augura un gran futuro, y pone en valor el buen hacer y sabiduría de los sumilleres.
“El catador que viene a Ópera Prima es un catador profesional y que prueba con visión de futuro y una vez que ha probado el vino ya sabe su evolución, porque un buen sumiller sabe en diez segundos la vida de ese vino que está probando y cuando tiene que ofrecérselo al cliente, y esto solo se da en Ópera Prima”, asegura.
A la cata asistía el consejero de Agricultura Jesús Julio Carnero, que hacía entrega del nombramiento de Catador de Honor a Florentino Arzuaga, de Bodegas Arzuaga, y destacaba también que este certamen se ha convertido, por méritos propios, en el más importante para Castilla y León dentro de este sector que, decía, sigue siendo “cabeza tractora del resto del sector agrario en Castilla y León”.
“Ribera de Duero es un estandarte y un abanderado del mundo del vino, además de ser una expresión de cómo trabajan los agricultores y los bodegueros”, añadía el consejero.
Jesús Julio Carnero, reafirmaba su apuesta por el sector del vino, tanto por su importancia medioambiental y de fijación de población en el medio rural, como en el apartado económico y social con especial hincapié en el enoturismo “que cierra un círculo importantísimo dentro de la economía y desarrollo rural”.
Por todo ello, el consejero hacía también llamamiento a la DO Ribera del Duero para que siga creciendo en calidad y en lo comercial y pueda acelerar y profundizar en la exportación.
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