Política

Mañueco reivindica la Constitución y advierte de quienes quieren dejarla en el caparazón y la cáscara

El presidente e la Junta defiende el papel de la Monarquía e insiste en que no es momento de reformas unilaterales y menos sin decir ni cómo ni por qué

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, inaugura la jornada Memoria
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, inaugura la jornada MemoriaRubén cachoAgencia ICAL

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha hecho este viernes un encendida defensa de la Constitución en la que ha llamado a preservar sus valores así como a hacer frente a aquellos que quieren dejarla en el caparazón y la cáscara, o lo que es lo mismo, derrocarla y conseguir su ruina. “Es un momento de recordar lo que fue y que es un extraordinario instrumento de reconciliación, concordia y progreso”, destacaba el jefe del Ejecutivo autnómico, durante su intervención inaugural de la jornada ‘Memoria de Nuestra Democracia’, que la Junta celebra a lo largo del día de hoy en el Centro Cultural Miguel Delibes con motivo del 43 aniversario de la Constitución, el próximo lunes 6 de diciembre.

“Este texto dio soluciones a los problemas de las personas e inquietudes sociales y territoriales que existían en la España de los años 70 y aún hoy sigue siendo un texto útil para la mejora de la calidad de vida y bienestar de las personas”, decía el presidente, quien rechazaba que ahora sea el momento de “afrontar una modificación unilateral, y menos sin decir el cómo ni el por qué, basándose en “críticas a la Transición”, que la consideran un “pacto vergonzante”.

De llevar a cabo una reforma, Mañueco apostaba por hacerla desde el sosiego, desde el respeto a la herencia asumida y, por ello, afeaba que hoy las circunstancias obliguen a su defensa, “con un rearme moral”, insistiendo “en su espíritu de diálogo y acuerdo y que fue pactada entre todos y ratificada en referéndum por el pueblo”.

Mañueco, además, advertía de las “posiciones” que apuntan hacia el “agotamiento” de la Carta Magna, a los que “quieren sustituirla y lo dicen sin ningún tipo de tibiezas, poniendo a la Transición Española en el banquillo y calificar el pacto de vergonzante”. Ante ello, instaba a rescatar la memoria de la democracia, pues desde 1812 no ha habido otro momento en la Historia de España tan decisivo como la Transición”.

“Todos los españoles supimos encauzar los destinos gracias a ese espíritu de reconciliación, libertad y comprensión, que hizo que todos pudiéramos caber en la sociedad que se construía entre todos, con independencia de sus ideas, orígenes o su propio pasado”, anotaba Mañueco, quien recordaba que se trató de un “momento de admiración internacional y ejemplo para muchas personas y países”, ya que además, dijo el presidente de la Junta, “elevó la autoestima personal y colectiva como pueblo”.

También advertía de quienes quieren promover su reforma por la puerta de atrás, “una mutación para vaciar la Constitución del contenido más esencial y dejándola en el caparazón o la cáscara”. Y ponía como ejemplo lass limitaciones en la libertad de prensa, “ataque” a la independencia de poderes, como es el caso del judicial, el modelo educativo y el “menoscabo de la igualdad y de los territorios”.

“Se está haciendo un descrédito de la economía de mercado, pieza fundamental para apostar por el bienestar. Y también en el desdoro de instituciones esenciales, como la Monarquía, que ha jugado un papel vital y clave en la historia de la democracia”, sostenía el jefe del Ejecutivo, quien realizó una mención a Juan Carlos I y Felipe VI, los “dos reyes de la democracia”.

Triple pacto

Por todo ello, apostaba por “acudir a la memoria de la democracia” y por recordar que la “gran concordia de la Transición se concretó en la Carta Magna, refrendada en referéndum, pero a través de un triple pacto”: las libertades; Europa, “que hoy no solo tiene valor económico, sino de progreso y social; y la cuestión territorial, a la que Mañueco consideraba que “se le dio la salida y encaje perfecto”. “Ha permitido que Castilla y León haya podido disfrutar del mayor nivel de autogobierno y prosperidad de la Historia”, subrayó.

Por último, ensalzaba que el gran valor de la Constitución “obliga a defenderla a diario”, cada uno desde su “responsabilidad”, y citó como ejemplos a administraciones, académicos, estudiantes, etc., “para proclamar la vigencia plena como marco de convivencia para nuestro futuro”.

El vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, clausura la jornada 'Memoria de Nuestra Democracia'
El vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, clausura la jornada 'Memoria de Nuestra Democracia'Rubén cachoAgencia ICAL

Legitimidad Constitucional

Por su parte, el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, que también ha participado en esta jornada. defendía que la Constitución española de 1978 supuso “el nacimiento de una nueva legitimidad, distinta a las anteriores, y que no es heredera del franquismo ni de la República”, por lo que criticó a quienes cuestionan la legitimidad constitucional porque, con ello, “hacen una enmienda a la totalidad de nuestro sistema de convivencia”.

El también portavoz de la Junta reivindicaba igualmente los debates sobre la Constitución como algo “apasionante y esencial” porque la memoria “es un asunto importante y no ha de tener lagunas y sí continuidad para saber porqué hemos llegado hasta aquí”.

Y es que, según Igea, “lo que se juega en este debate es una cuestión de legitimidad”, defendiendo en ese sentido que la Constitución es “el nacimiento de una nueva” tras la renuncia de los republicanos, por un lado, y los franquistas, por otro, a la suya propia para “construir una nueva, distinta, que no es heredera ni del franquismo ni de la República, y en la que todo el mundo cabe”, informa Ical.

Recordaba, además que esa legitimidad nace “de la Ley a la Ley” gracias al “personaje más injustamente tratado”, en referencia a Torcuato Fernández Miranda, ya que es “quien entrega el principio de legalidad que es esencial para un país que vive en libertad”.

Para Igea “no existe libertad donde no existe la legalidad”, y aunque admitía que la Constitución se puede reformar, apuntaba que los cambios se tienen que hacer también de la Ley a la Ley.

“Creemos que es muy importante reflexionar una vez al año, al menos, sobre cómo hemos llegado hasta aquí, qué hemos aprendido de la Transición y defender la Constitución como el pilar de nuestra legitimidad y nuestras libertades”, concluía Igea, apuntando al texto constitutivo como “el trabajo colectivo de mucha gente que nos asegura que no volveremos a enfrentar a dos mitades del país”.

Finalmente, insistía también en la necesidad de defender la Constitución y la democracia “porque no son como el aire que respiramos y pueden desaparecer”, y recordaba que la inmensa mayoría de naciones del mundo no viven en un sistema de libertades, “por lo que nuestra tarea es regarlo y preservarlo con actos como estos”.