Castilla y León mira al cielo y a la CHD ante la falta de agua para el cereal y la remolacha

El campo de Castilla y León necesita agua para poder regar sus cultivos. Por un lado, urge que llueva para que la cosecha de cereal, que se prevé mala por los costes de producción, pueda salvarse un poco, y, por otro lado, la Comunidad lamenta las limitaciones que tienen los agricultores para poder regar, sobre todo en las cuencas del Pisuerga y del Bajo Duero, con una dotación inferior a la media, y que les limita a la hora de poder cultivar la remolacha.

De hecho, desde ACOR han desvelado este viernes que se ha reducido el cultivo de remolacha hasta poco más de 7.000 hectáreas, cuando el objetivo era superar las diez mil, debido, entre otras cosas, a la subida del precio de los fertilizantes, al coste de la energía y, sobre todo, a esa limitación del agua con el que que cuentan para regar. Unas circunstancias que el propio presidente de ACOR, Jesús Posadas, ha definido como la “tormenta perfecta” y por ello agradecía el esfuerzo de los remolacheros para plantar y sembrar con las dificultades existentes. Además, y al igual que hiciera en la campaña del pasado año, Posadas avanzaba que ACOR hará nuevamente un esfuerzo para poder pagar la remolacha a un buen precio.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, participaba en un acto en el que se ha presentado un libro sobre los 60 años de ACOR y allí aseguraba que para la Junta la remolacha es un sector “estratégico” y afirmaba que en estos momentos de dificultades y tras el esfuerzo realizado por ACOR “no podemos abandonar un sector como la remolacha y el azúcar”.

“Tenemos una situación atípica en los mercados internacionales, que han elevado el coste de las materias primas y los cereales, dando un competidor a la remolacha importante como el maíz”, decía Dueñas, en declaraciones recogidas por Ical, al recordar que los precios de este último cultivo están “muy por encima de los últimos años”.

Sin embargo, el consejero recordaba que, previsiblemente, países como Argentina, Brasil o Estados Unidos, que desarrollan variedades genéticas modificadas más resistentes de maíz, en una competencia no leal por el uso de fertilizantes que en Europa no están permitidos, “volverán en un tiempo prudencial a producir más barato que nosotros”.

Y si ese día la industria azucarera ha cerrado por el cambio de cultivo de la remolacha hacia el maíz, Dueñas advertía de que “no volverá a abrir” cuando este último cultivo deje de ser rentable. Por ello, el consejero se comprometía a mantener la remolacha como “sector estratégico” de Castilla y León en el próximo Programa de Desarrollo Rural.

Cooperativismo

Por otra parte, Dueñas avanzaba que el próximo Plan Estratégico del Cooperativismo se llevará a cabo en “un año o año y medio” y que será “más novedoso y con más potencial”, ya que, entre otras cosas, incluirá apoyos para la transformación, la internacionalización y la fusión cooperativa.

Todo ello con el objetivo de avanzar en launión con empresas no cooperativas pero complementarias para que la cooperativa no se aísle como figura jurídica” y tenga “otros apoyos para desarrollarse y crecer”.

El objetivo del nuevo Plan también incluirá “hacer crecer” a las entidades prioritarias autonómicas, favorecer la incorporación de jóvenes, y que haya cada vez más agricultores y ganaderos prioritarios que entren en estas entidades”.

Respecto al actual plan, apuntaba que ya se ha ejecutado el 70 por ciento al contar con más de 40.000 explotaciones familiares dentro del cooperativismo, que factura ya 2.900 millones de euros, 700 menos de los que se comprometió la Junta en la pasada legislatura.

Finalmente, el consejero aprovechaba este acto de ACOR para pedir a la Europa de la Unión que mantenga en 2023 la autorización para volver a sembrar en toda la superficie de barbecho existente y que no se tenga que cumplir la rotación de cultivos ante posibles problemas de abastecimiento, provocado por la invasión rusa en Ucrania.